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Las vacaciones de Don Rata

Verano, 35 grados de calor a la sombra, el sol en la cara a full, con el poto lleno de arena pero eso no me jode, porque tengo a una mina sosteniéndome el mojito que me estoy tomando, y a otra masajeándome la espalda. Ahhh la playa, el sonido de las olas, el sol, gente jugando al Beach volley, los barmans, la música en las 4×4, todo es perfecto.

De pronto me quedo hipnotizado con una escena, una mujer saliendo de entre las olas, se tira el pelo hacia atrás, me bajo las gafas para verla mejor, es una diosa expulsada del cielo, veo como el agua va deslizándose por su cuerpo, parece tallada a mano, lo mejor es que me mira fijo y se dirige a mi como en cámara lenta, con mariposas en el pelo mientras yo sentía que me tiritaban las patas, sentía como mi boca estaba muy abierta, estaba anonadado…

– ¡Señor!  ¿Me puede dejar de llenar el escritorio de baba?

– Uuuuu perdón.

– ¿Que tiene el afiche señor? Hace media hora que está viendo esa publicidad de Miami, ¿está interesado en ese viaje?

– ¿Ahí dice 1500 dólares?

– Pasaje ida y vuelta señor.

– ¡¡HAAAAAAA!!   

Me tome el palo corriendo como alma que lleva el diablo, y no me quedó otra que tomar en cuenta la invitación de mi tío Jocorondo de vacacionar en su casa. Y bue, empaque mis cosas y me pasaron a buscar por mi casa.

Fuimos todo el camino un poco apretados y cagados de calor porque no le funcionaba el aire acondicionado pero bueno, la intención era la mejor, mientras viajábamos me contaban que tenían una sorpresa para mí y no querían adelantarme nada.

La cosa es que llegue y todos estaban jugando a lucha en el barro, estaban re felices de verme y lo mejor es que se casaba mi primo, tenía una novia bastante linda y ya estaba engendrando una ratita en su vientre, cosa que me puso muy feliz.

¡¡Andaaaa Fue un casorio de re chupete!! ¡Todo bien paquetón y del más alto nivel! Si hasta una carroza habían contratado para llevarlos hasta la iglesia, lo que pasa es que justo el Rolo es el más pudiente de la familia, así que fue todo bien fifí.

Vinieron hasta el tío Pancho y el Gaspar, con eso te digo todo,  parece que ellos también están re acomodados porque ¡cambiaron el auto y todo!  Parece que el único que la lleva ahí nomás soy yo.

Pero como buenos parientes que son no vinieron con las manos vacías, me hicieron el mejor regalo del mundo, ya me lo habían anticipado, pero cuando lo vi ¡no lo podía creer! ¡¡Mi primera moto!! ¡Mira lo que es! ¡Es un orgasmo para mi retina!

Fuaaaa ¿quien lo diría?, Don Rata motorizado, así es la vida, te vive cagando a palos pero tarde o temprano te premia. Así fue la cosa, fuimos al casorio y de ahí nos fuimos a la casa del Romulo, ese anda en cosas raras, de otra manera no podría tener terrible casa, ¡hasta tiene agua caliente! Para mi que este tiene un trabajo y no lo quiere decir…

Nos quedamos todos a dormir en su casa, pero cuando nos despertamos hacía terrible calor, entonces el primo Ulterio nos dijo que conocía a un vecino que tenía pileta así que nos mandamos para allá y el vecino gentilmente nos dijo que sí… nos dimos un buen chapuzón.

Luego de toda la fiesta y eso, me di cuenta que había caído con las manos vacías y no le había regalado nada a los novios. Al toque salí a buscar el regalo, no sabía que llevar, hasta que pensé, la novia es así como muy concheta, no va a querer lavar los platos, ¡le llevo el lavavajillas!

También tuve la oportunidad de hacer algo que nunca había hecho, viajar en lancha…¡¡Its amazing!!

Luego de tanta ceremonia y reunión familiar, los niños estaban re embolados así que me los llevé al parque de diversiones para que descargaran energías. Los pibes andaban de aquí para allá, estaban felices jugando con el tío Don Rata.

Después de tanto comer, tomar, viajar y compartir momentos únicos con mi familia decidí tomar mis trapos y volverme en mi moto nueva, fueron unas vacaciones cortas, pero nada mejor que pasarla en familia, me volví re feliz.

Ahora estoy con ganas de recorrer el mundo. Tal vez comparta mis viajes con ustedes, ya que son los únicos que me aceptan como soy.

¡Gracias por leerme y hasta la próxima!

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