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Lo que las mujeres queremos de los hombres

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Desde tiempos inmemorables se le ha adjuntado a la mujer la famosa palabrita “Histérica” o “Loca de mierda” por parte del grupo masculino ya sea por nuestra actitud o forma de pensar, pero lo que los hombres realmente no se dan cuenta es que las mujeres necesitamos algunas simples cosas para ser más felices y menos forras.

Si bien, tanto hombres como mujeres ya somos así de fábrica, hay algunas cosas que si los hombres hicieran con un poco más de esmero se ahorrarían miles de segundas guerras mundiales, escándalos, discusiones, etc.

–          Queremos que nos escuchen y presten atención.

Esto lo deben haber escuchado miles de veces, pero la mujer necesita decir lo que piensa, es muy importante para nosotras hablar TODO. Y si, a veces a los hombres no les calienta un huevo si fulanita nos cagó una idea en el laburo o si se nos rompió el taco en plena calle San Martín, pero mínimo, hagan de cuenta que les importa. Nosotras ya sabemos que cuando les hablamos solo ven que movemos los labios, pero no sean tan obvios.

–          Que sean honestos.

Y con esto no me refiero a que cuando le preguntamos: ¿Cómo me veo? La respuesta sea: “Como si te hubiera atropellado un micro” sino a que cuando les preguntemos algo no traten de arreglarla con una mentira poco pensada e inteligente

Si se fueron a bolichearla con sus amigos cuando nos dijeron que se iban a jugar a la Play a la casa de uno de los chicos, no inventen excusas chotas y vayan de frente, porque si les preguntamos es porque ya sabemos la verdad. Aunque suene loco, las mujeres tarde o temprano nos enteramos de todo y se lo vamos a echar en cara así hayan pasado 15 años, porque somos archivadoras por excelencia.

Quizás en el momento nos enojemos pero después valoramos que hayan sido honestos. Ahora si vienen y nos dicen que nos cagaron con un gato, no crean que eso nos parece lindo, personalmente no te aparezcas en miles y miles de años porque si te veo te la corto en mil pedazos forro de mierda eeeee la mina se alteraba porque la habían cagado con otro tipo.

–          Que sean atentos.

Y no hace falta que estén forrados en guita o tengan un súper auto que vuele y hable, no. Con que nos regales una flor o un bombón nos alcanza y sobra. Las mujeres somos detallistas, nos gustan esas pequeñas cosas, como cuando nos compramos algo nuevo y de toque se dan cuenta, eso vale mucho.

Igual, como todo, está la excepción y son esas mujeres que si no regalas un anillo de diamantes sos una mierda o una pobre rata. A esa o le venís con cosas caras o no las ves más, pero ese es otro tema.

–          Que nos hagan reír.

Si ya sé, no son payasos de nadie, pero si quisiéramos estar con alguien que no se ríe ni con los chistes de Cacho Garay nos buscaríamos a una momia.

Los hombres  con una linda sonrisa y risa, que tenga buen sentido del humor habla bien de ellos, de su autoestima y carácter. Tampoco para la guasada y ser un pelotudo que se ríe hasta cuando se ahoga el gato. La cosa es que tenga carisma, muchas veces no se gana con ser lindo, sino con ser gracioso.

–          Que nos tengan paciencia.

Como mujer admito que a veces se nos va la mano y nos ponemos locas por cualquier cosa, pero es porque la naturaleza nos hizo así y porque ella también es mujer y de tal palo, tal astilla.

Si nos tardamos 5 horas con 15 minutos en arreglarnos, no se caliente, ¿ustedes saben lo que lleva depilarse por todas partes, bañarse, maquillarse, vestirse, volverse a vestir, volver a maquillarse y así hasta quedar mínimamente perfectas? Mucho, y lo hacemos para gustarles a ustedes y a todas las minas que estén a donde vayamos.

–          Que sean apasionados.

Tampoco pedimos un romántico empedernido que después de hacer el amor llore, porque SALÍ DE ACÁ MARICÓN DE MIERDA y que nos escriba una carta súper dulce porque eso es para las películas, pero sí está bueno que de vez en cuando que se liberen, nos agarren y que se pudra todo… siempre y cuando no se les ocurra en la casa de sus viejos, onda el cumpleaños de la hermanita menor o en un callejón a las 3 de la mañana.

–          Que sean nuestros amigos.

No los de la “friend zone”  ni con los que se tiran pedos y los huelen a ver cuál tiene el peor olor, no, por favor, sino alguien con quien podamos hacer jodas, chistes, planear el robo de un banco, cosas así.

–          Que nos ignoren.

Sí, nos encanta, porque eso siempre nos gustan los mismos pelotudos forros de mierda que no nos dan un cacho de bola. Es como si tuviéramos un chip incrustado en el culo, todas pasamos por eso.

Tampoco es para exagerar, llega un momento en el que nos cansamos de que no nos registren y chau, no’ vimo’. Pero no viene nada mal, nos da lugar a buscarlos nosotras a ustedes y a parte porque no nos gusta que nos cargoseen.

Igual, si ya llevamos casi dos años de novios no da que me ignores y te quedes como un pelotudo papando moscas cuando te estoy contando algo, dame bola, un cachito de interés onda un “Si, mira vos, que bien amor” y con eso saldaste la cuenta. Hace como yo cuando me hablas de futbol, disimula gil.

–          Que nos peguen con un cinto y nos digan ¡¡Martaaa!!

¿A que mina no le gusta eso? Nada como un nombre sexi y un poco de acción en la cama. Es lo más atractivo que puede haber. Algunas se hacen las finas pero les encanta.

Las mujeres queremos muchas cosas y no solo eso, sino que sea perfecto, sería algo así como ir al shopping y encontrar una máquina para correr que nos haga bajar de peso y quedar divinas pero sin correr y sin hacer el mínimo esfuerzo, medio como imposible. Bueno, lo mismo nos pasa con los hombres y no es la culpa de ellos en todo caso, sino de las películas de amor, los pibes deben tener los huevos del tamaño de un globo aerostático viendo a un tipo hacer lo que las minas quieren.

No dudo que los hombres que lean esta nota pidan algo así como una mina que no rompa las pelotas, pero tanto lo que nosotras pedimos como lo que ustedes quieren es imposible, las mujeres nunca vamos a dejar de hincharles los huevos y ustedes tampoco van hacer muchas de las cosas que queremos.

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