Cada uno de nosotros llevamos una vida sexual, activa o no, pero la llevamos. Claro está que dependiendo de cada uno es lo popular o codiciad@ que resulta ser al final de cualquier situación.

Incluso sin darnos cuenta utilizamos palabras como «compete», «culiforme», «computadora» y otras más que esconden contenido erótico que pasa a lo subliminal que nos provocan sin darnos cuenta.

A diario convivimos con temas sexuales, incluso en lugares impensados. En la oficina cuando buscamos en roce en la fotocopiadora, en el almacén cuando la que atiende se agacha a buscar la mercadería, o en la tele que no hay canal que no te muestre por lo menos un culo, sea la hora que sea.

Entonces, como provincia promiscua que somos, les armamos este mapa sexual, caracterizando a cada lugar por sus aptitudes sementales o ninfomáticas.

Arrancamos por los departamentos mas chicos:

Ahora pasamos a la provincia completa:

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