Vos sos pillo, vos sos pulenta. Andas todo el dia molestando y apodando a los demás. Fuiste el más gracioso y gastador de la secuandaria, en la facu seguiste con tu ritmo y ahora en el laburo, nadie te banca mas, por lo pesado de tus bromas. Vos sos chanta, tenes un apodo escondido bajo la manga para cualquier personaje que se te cruze, y si no le podes adherir un apodo, le decís «maraca» o «gil» o «chingolo» o cosas que a todos le causan gracias como «gay» o «trolo«. Tenes dos secuaces iguales de imbécil es que vos que ya son los únicos que te festejan tus chacotas densas y tus apodos ridículos.
Vos sos un innovador, es por eso que ya superaste los pobrísimos «cabezón«, «narigón«, «gordo«, etc. También ya paso tu época de guachito tarado donde te aprendías de memoria los típicos «machucon del suelo«, «ferrocarril parado«, «azafata del tren fantasma«, «tapon de oceanos«, etc. De grande, los típicos también te los sabias, «gato de conventillo«, «paleta hueca«, etc. Ahora, vos que sos un vivo bárbaro, te inventabas los apodos.
A los gordos, le decías «hamburguesa erótica«, de puro gil nomás, también tenias el típico «fiat uno«, porque de lejos parece un «tipo», para las machonas, o tu «cabeza tanque e’ moto» para los pelados cabezones, o tu «tiburón blanco«, porque de vez en cuando se come un tipo, para los maracas, para los que tenias dudas, tenias el típico «si no se la come, tiene los cubiertos en el bolsillo«. A los trabas les decías «huevito kinder«, porque adentro traen sorpresa, a las atorrantas «vereda«, porque son publicas, se la caminan todos y con una mangereada están listas de nuevo, a las que calentaban el agua y no se tomaban el mate les decías «paperas«, porque no te mata pero te deja los huevos asssiii de grandes. A los abogados les decías «bebe mal enseñado«, si no te mea, te caga. A los casados les decias «caracol«, porque son babosos, arrastrados y cornudos. Eras un vivo bárbaro. También a los autómatas les decías «coca cola de 500«, porque se consume con pajitas y a los lentos con las chicas les decías «McGiver«, usa todo menos la pistola. A tu amigo, el gordo borrachin le decías «asistencia perfecta«, lunes vino, martes vino, miércoles vino… También tenias un «caballo de polo» porque tiene la cola recogida. Al boludo de tu vecino le mandas siempre «cesárea«, porque no vio una concha ni cuando nació.
Tampoco faltaba tu típico «consolador«, se hace el pija y es un aparato o tu «crimen perfecto«, porque no le encuentran la pistola. Siempre tirabas tu estrepitoso y ordinario «dulce de leche«, porque todos le meten el dedo, ese causaba cara de asco en tus amigas, ¡eras un imbécil total! Tu recontraguaso «heladera» porque tiene la carne adentro y los huevos en la puerta. Con ese una vez te ganaste un piñon atómico de una compañera de curso. Con el que le dabas a tu mejor amigo era con tu archiconocido «hipocampo«, se hace el groso y es un pescado, se moría, a él también le decías «hormiga vieja«, porque antes de llegar al agujero, se le cae el palo. El típico «papel celofán«, se hace el fino y no sirve ni para limpiarse el culo, era uno de tus «top ten». Otro para los gordos era «ruleman«, hay que correrle la grasa para verle las bolas. Y para las feas tenias el «terapia intensiva«, porque no la pueden ver ni los parientes.
Así ibas por la vida, gastando a diestra y siniestra a cuanto muñeco se te cruzara. Quien más lo lamento fue Matías, ese pobre compañerito tuyo afeminado y fino que sufrió ir con vos a la secundaria y elegir la misma carrera en la universidad. A Matías lo tenias loco, no había apodo de maricon que no le hallas dicho. Te veía entrar al curso y se ponía violeta de ira, vos le dabas y le dabas, era el hazmerreír del curso. No era para menos, ya que era sabido de las aventuras de Mati con cuanto comuñe se le cruzase, pero él era educado y discreto, no bocón y asqueroso como vos, no se podía enterar todo el mundo de su condición si él no quería decirlo. Lo que le decías, por mas ridículo y sin sentido que fuese, y basándote en la actitud de mariposa de ballet de Mati, tenia sus frutos y causaba las risas estruendosas de todo el mundo. Solo bastaba que te vean cerca de él, como para que todos paren la oreja y esten atentos a tu nueva ocurrencia. Además de todos los típicos tuyos «sabes como le dicen«, se te amontonaban el la boca: «mameluco«, «goloso«, «gloton«, «angurriento«, «cumpleañero viejo» (se le acaba el aire de tanto soplar velas), «gomero«, «petero«, «chupaperno«, «mimoso«, «rosadito» y si se enojaba y arremetía contra vos le largabas un violento «chupate tu pija» que causaba furor entre los compas. Lo que le dijeras pegaba con él, «frutillita«, «gacela«, «cenicienta«, todo, de todo mortificaba al pobre Mati. Sus suplicios acabaron cuando terminaron la facu.
Lo que no sabias era que a Mati, desde sus pobres 13 años, habias torturado y causado un complejo gigante por su condicion de homosesual (como diria mi nona). No solo era hiper reprimido gracias a vos, sino que habia dedicado su vida entera a planear una emboscada para liquidarte, no sin antes darte tremendo sorpreson. Mati tenia un poster de tu cara en la pared y le tiraba dardos rosa mientras se ajustaba el portaligas y se estiraba las pestañas. Salia de su casa con el pantalon de cuero ajustado y la campera de jean a la mitad, lleno de bronca e ira por tu culpa. Inclusive, cuando estaba muy enojado y nervioso, sacaba de su billetera una foto tuya y pensaba «hay cosas que me dan mas bronca» y arrugaba tu foto con su manita delicada.
Fue asi que un dia en una fiesta, mientras vos, el pulenta, eras el centro de atracción de toda la gente, se corto la luz y Mati comenzo su venganza. Te subio amordazado a su camioneta y te llevo de gira, mientras levantaba muñecos por ahi. A la chata se subio, El oso rulo, un gordo maricon del barrio, Tormenta, la travesti de la cuadra, Exequiel, el gay mas gay de Mendoza y Felipito, un grandote que le faltaban varios jugadores y que por un yoyo hacía cualquier cosa, inclusive mostrarle su tararira a los nenes de la plaza, la cual, era mas que obvio, iba a terminar en un digno e hinospito lugar de tu cuerpo.
Los cinco personajes se enfiestaron con vos, maniatado y aterrado al principio. Cuando, despues de un rato, se dieron cuenta de que ya no sufrias mas la aparente violación en masa, sino que empezabas a pedir mas y más, Matias se puso muy celoso y se volvio loco. Ahora si que estaba furioso, vos lo habias vuelto a cagar, porque ahora le habías sacado el puesto del «mas afeminado» de la facu, biennn pillo! lo habías vuelto a cagar!.
Matias se fue a chile y se hizo una vaginoplástia, ahora era mujer que vos.
Consejo del Mendolotudo: no seas boludo che, no gastes gente… donde metas sisaña… terminaras recibiendo una botella de coca cola por colectora, mejor comprate una escoba, ponele la cabeza de un caballito y sali a cabalgar por la ciudad, con un parche en el ojo y un sombrero de napoleon. O no se, comprate unos taco aguja, asi aprendes a valorar el dificil trabajo de las modelos, de desfilar por la Pasarella sin caerse y sin ganarle a nadie. No molestes, no seas tontito.
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jajajaj bueniisimo,lo estoy escuchando al mismo tiempo que leyendo..son grossos 😉
JA ja ja ja!!! Mejor el sin censura!! En la radio te callaste varios (no digo que esté mal), algunos no los había entendido.
Y sí, a mí me decían:
Tarzán de macetas
Inspector de zócalos
Acuamán de inodoros
Chichón del suelo
etc
etc
Malditos!!! Los odioooooooo!!!!! GRRRRRRRR
En un momento tuve que mirar hacia abajo para leer de anticipado tratando de no irme de boca, pero Eli y Ale me alentaban los muy guachos
jjaja muy bueno sigan asi,,,
EXCELENTE!!!