Después de lo que te contamos que te pasa por vivir en la ciudad (hace click acá si no te acordas) ¡te decidís ir al campo nomas! ¡Que se vaya todo a la concha de la lora!, armas los bolsitos y partis, ya nada ni nadie te va a parar. Vendes todo, te lo cagas a piñas a tu jefe y así sin saludar a nadie, te tomas el 142 que va a “Villa Oncapito”, ahí… en el campo, vas a ser feliz.

Elegís mal la fecha de partida, te vas en plena época de cosecha, y justo para el festival del escabeche, las frituras y el escavio norteño. En el bondi van todos los trabajadores agrarios con un olor a sobaco insoportable, hay uno que tiene los talones tan curtidos que va descalzo, así que el olor a pata que se carga es atroz. Por otra parte va mucha gente a la fiesta, así que hay varios ya mamados, un par pasándose una caja de vino, otros cantando giladas de ebrios y uno fumándose un fiat 600. Tu compañero de asiento esta tan ebrio que salta por encima tuyo y atina a tironear la ventana para vomitar, porque ya no da más del pedo. Lamentablemente se olvido de que las ventanas de los bondis de larga distancia no se pueden abrir, así que el liquido intestinal estalla contra la ventanilla rebotando y salpicándote toda la jeta. El pobre tipo te pide disculpas mientras sigue a las arcadas y le cuelga vomito del labio superior, vos huís al baño. Llegas y el 90% del bondi paso antes, y mas o menos el 89% olvido tirar el botón, así que pegas media vuelta y te vas a buscar un pañuelito con agua pa’ limpiarte la cara al menos. Los miles de millones de hijitos de los bolitas que van a la fiesta corretean por ahí, los niñitos te ponen histérico, delante tuyo hay dos o tres y se van cagando a piñas, uno te mira y te hace caras, vos le pones cara de orto y le sacas la lengua, el guachito se larga a llorar, le dice al padre y se te viene al humo un gordo enorme. Con un sanguche de milanesa en la mano y mayonesa en el labio te apura… “que lo miras feo al pendejo, cagón de mierda, ¿porque no me asustas a mi?… habrase visto, andar asustando a las criaturas”. Vos te recontra comes el maso, porque el gordo además de tener 14 hijitos tiene a cuatro boludones grandotes de unos 24 años que también se pegan y se manosean con la azafata. “Son como los conejos estos putos” pensas.

Por suerte te vas a solo 1400km de la ciudad, así que el viaje va a durar solo 24 horas, siempre y cuando el bondi no se te rompa. Obviamente el bondi se rompió, y el auxilio era un 1114 hecho recontramierda lleno de meada de vaca. Tenias que ir parado rodeado de los hostiles cuatro grandulones hijos del gordo, que te bardeaban y te escupían la espalda. Vos, con cara de choto te hacías el que no te dabas cuenta.

Y llegaste a tu casita del campo, con olor a mierda, lleno de escupidas y todo chivado… ¡pero ya estabas ahí! por fin la paz que tanto deseabas.

Dormis como un duque tres días seguidos. Pasado el cansancio del viaje empezas a notar algunas falencias del lugar. No tenes tele, no tenes luz y el agua la tenes que ir a buscar a un pozo que queda a 3 kilómetros de tu casa. Tu vecinito vive a 2700 metros y cuando fuiste a pedirle una taza de azúcar, cercano a los 1500 metros empezaste a sentir los zumbidos de los balazos que te estaba disparando… resulto ser hostil el guanaco.

Te tenes que tomar un bondi que pasa una vez cada dos días para ir hasta un almacén pedorro, y salvo arroz, crucigramas y una revista noticias del 92, no tienen nada mas, uno que otro atado de puchos y caramelos durísimos. El “centro” del “pueblo” es una calle de media cuadra con una especie de bar lleno de posters del Boca campeón del apertura 87 y una especie de Xuxa con una tanga de Boca pintarrajeado como el orto. Tiene dos mesas y el suelo de tierra, una de las mesas la ocupa el borracho del lugar, que esta barbudo y agresivo todo el día, la otra, la ocupan los dueños del local, que no te la dan ni en pedo, así que te tenes que clavar los porrones de dorapa.

Hay una especie de cancha de futbol, con dos o tres guachitos pateando un diario envuelto en una media de mujer rota, hacen dos o tres pases y se matan a patadas en las canillas, ese es todo su futbol. Hay unas gallinas en la calle, flacas y sucias y el olor inmundo del ambiente se lo debes al criadero de tres chanchos que tiene la ricachona del pueblo.

Esta la “banda local” el orgullo del pueblo… se saben dos canciones de los Tucutucu y las notas típicas para entonar al triste del Martín Fierro, solo que ni saben quien fue el gaucho. También esta el “espacio turístico” que inauguró el caudillo Don Miguel Pichone, intendente que mas hizo por el pueblo. El monumento es un objeto extraño, protegido por una jaula de vidrio, al lado de un árbol talado, con un cartel que reza “en este árbol descanso Vairoleto y defecó grueso”, el objeto es la caca de Vairoleto y el árbol lo tuvieron que talar para hacer las mesas del bar.

Y así pasan tus días. Ya tenes una especie de tic en las manos de tanto clavarte, no hay una sola mina digna a mas de 10.000 km a la redonda. Hasta que un día, clavándote con un poster de Lilita Carrio del 98, donde pesaba solo unos 140 kilos, escuchas un ruido que te eriza la piel, es como música para tus oídos… beee bbeee beee. Una y otra vez.

Consejo del Mendolotudo: ¿lo vas a hacer? ¿Te vas a sopletear a Dolly? ¡siiiiii! ¡siii hijo de una caminada de putas, zoofílico de mierda! ¡Sos un asco!, ¿Para que te vas al campo? ¡Sabias que ibas a terminar empomándote un animalito! ¡Sucio asqueroso sos un inmundo! Mejor quedate en la ciudad y juntate a tomar mates con los travas de la Montecaseros, ¡porque te vas a entusiasmar con la coneja del conejo y no hay vuelta atrás!

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