/Mi gato el peronista

Mi gato el peronista

Esta nota, como tantas otras, decidí escribirla transgrediendo un poco las leyes de la lógica, la tan ponderada lógica que usan todos y yo no.

Paso a relatarles una charla con mi amado gato, si, con él, mi novio, con el único que puedo dormir cómoda en mi cama. Ustedes pensarán que estoy loca, bueno maybe. Pero no digan que el gato no me entiende, porque nadie entiende si no presta atención y les aseguro que él me mira con amor. ¿Que él no habla? Já, a ustedes no les hablará, pero a mi, a su madre mas amada, a mí si me habla, eso se los puedo asegurar.

(Cuando vean la letra R es que hablo yo, cuando vean la T, es que habla él) Estaría bueno que cuando lo lean a él imaginen una voz ronca, sensual, bien de macho, ronrroneante. En cambio, a mi imagínense cual discípula de darthvader y cruza del coco basile, bien  áspera y para nada sensual.

R -: ¿Cómo estas? Mi amor, hermoso de la mamá. Mi peronista más lindo, tengo que preguntarte una cosa. ¿Vos me engañas a mí? Te vi muy contento con mi hermana el otro día.

T -: ¿De donde sacas esas cosas? Seguro lo leíste en Clarín. Y con respecto a tu hermana, no es mi amante, es mi compañera.

R -: ¿Podés cambiar de canal? Es triste que estemos viendo Animal Planet a esta hora, ¿Esto no es porno para vos no cierto?

T -: A mí tampoco me gusta Animal Planet, está lleno de gorilas. ¡Tenemos tanto en común! 

(Veinte minutos o una hora después, los dos nos encontrábamos en el baño, yo sentada en el inodoro y el sobre mis piernas, ronroneaba tanto que sentía que era un consolador. Bien, mi gato además de ser el amor de mi vida sirve para satisfacerme sexualmente)

R -:Te prepare una cena romántica a la luz de 678

T -: Hablando de comida, ¿No querés comerte mi choripán? Te regalo una coca si manifestás que sí.

R -:Sos un zarpado Tomás.

T -: No vamos a hacer nada que no diga la constitución, quédate tranquila. 

R -: ¿Quién me mandó a adoptarte? ¡¿¡¿QUIEN?!?!

T -: Es que mírate, esas gomas están para quemarlas en una manifestación

R -: Ay mi amor, nadie me había dicho lo de las tetas, rajuñame y decime Evita.

(Hubo un silencio, de esos que no son incómodos pero si reflexivos donde nos miramos y pensamos que era totalmente desubicado tener relaciones entre nosotros, yo estaba totalmente colgada, hasta que él rompió el silencio)

T -: Me gusta cuando callas porque estás como la muda.

R -: Estoy harta que transgiverses los poemas de Neruda, igual te amo, siempre.

T -: Yo también, ¿Me prometés algo?

R -: Depende…

T -: Nunca me vas a abandonar ni cambiar el alimento.

R -: Nunca.

T -: ¡HASTA QUE LA CORPO NOS SEPARE, ENTONCES! – Dijo él y me dio un beso en la nariz.

(Ahora en este momento estamos luchando juntos para lograr que en vez de películas de perros, pongan “Chatrán” los domingos a la tarde)

Espero que les haya gustado y que no se hayan aburrido, caso contrario no me interesa porque ustedes se están metiendo en una conversación privada, muy intima, entre mi gato y yo.

También podes leer:
Salir con los cuñados para saber valorar lo que uno tiene

ETIQUETAS: