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Mi viejo se quedó ciego por un día

Antes que nada tienen que saber mi viejo es un hijo de puta, yo no tengo un padre, es mas hermano mayor que padre,  tiene la misma estúpida mentalidad a la mía y la de mi hermano. Es decir, imagínense que no me dice enano, me dice “inútil”, o sea, “Che inútil, pásame esto” “che inútil, hace esto”, me putea igual que un amigo diciéndome pelotudo, boludo, tarado y demás. Nos cagamos a piña en joda, nos cacheteamos,  nos tinqueamos las orejas, nos las apretamos hasta que queden tan calientes como para cocinar un huevo, todo el tiempo haciéndonos jodas, varias veces me ha hecho el chiste de agarrarme las bolas y decirme “Chifla”.  Otra joda pesada que me hace seguido es al momento de servirme coca-cola (soy muy fan) mete el dedo en el chorro y me dice “a ver si esta fría”; entre muchas cosas mas.

He aquí que un día veraniego, hará un par de años atrás,  mi viejo, en su afán de creerse Bob el constructor, se puso con un amigo a soldar una parrilla de esas que se hacen con los tachos de 200 litros de aceite (metal), bien llamadas “chulengos”, para reformarla y hacerla solo para hacer el fuego. Había una sola mascara que la usaba el amigo de él, que si sabe soldar, y mi viejo lo que hacia era que al momento de largar el punto de soldadura miraba para atrás.  Ya de noche se despierta desesperado porque le ardían los ojos y no podía abrirlos, rajamos al Hospital (no recuerdo muy bien cual). La doctora, esa si la recuerdo, nos dijo algo sobre el “arco de no sé que” que se armaba por la soldadura, el calor lo hacia mas grande y la mar en coche, resulta que iba a tener que estar todo un día con los ojos vendados. Nos miramos con mi hermano y dijimos “cagó”.

La mañana empezó tranquila con jodas de poca monta como por ejemplo: dejarle el mate cerca para que lo agarre y justo antes corrérselo, darle un mate con sal, sacarnos fotos haciéndole caras estúpidas, mi hermano pelando el culo, poniéndoselo al lado de su cara.  Después si ya empezamos a hacer jodas mas elaboradas y decidí titularlas:

Darle de comer al bebe.

Al no poder ver, le teníamos que cortar la comida, entonces al momento de comer le hacíamos el trencito, el avioncito y Citroen 3cv; hacíamos que le pifiara al tarascón, o lo dejábamos con la boca abierta un rato. Se termino calentando y trato de hacerlo él solo, pero le pifiaba y nosotros nos cagábamos de la risa. Lo jodíamos corriéndole los cubiertos, dándole el cuchillo en vez del tenedor, o el tenedor diciéndole que tenía comida y tarascón al metal, el vaso vacío, etc. Hasta que mi hermano se fue a la mierda dándole un pedazo de carne con un kilo de pimienta, se atragantó con lo picante, no podíamos pasarle el vaso porque nos estábamos cagando de la risa y se volvió a atragantar con la cataratas de puteadas que se le vinieron y no podía decir.

Jodas con la visión.

Estas eran medias chotas pues le decíamos mira esto, mira aquello. Nos poníamos a ver la tele y nos decíamos “noo viejo mira lo que están pasando”.  Posta que daba lastima verlo tan inerte, sin poder hacer nada, solo balbuceando puteadas y tal vez pensando en su venganza. No nos detuvo, la joda mas pesada de estas fue haber corrido el sillón y ponerlo mirando para la pared, llevarlo para que se siente, prender la tele para escuchar el noticiero,  darle el control de la radio y burlarnos cuando,  apuntando a la pared, intentaba subirle el volumen y nosotros se lo bajábamos.

El falso escalón.

Esta se la hicimos de varias formas. Una es que  para ir al patio de mi casa hay dos caminos, uno con escalones (3 de uno solo) y otro sin escalones. Lo llevábamos por el que no hay escalones y en cualquier parte le decíamos  “acá esta el escalón, levanta el pie X y da el paso” he aquí que largaba el falso paso y nos empezaba a putear, y así dos veces más.

La otra es en la entrada de mi casa que tiene dos escalones discontinuos, uno mas adelante que el otro; la joda en este caso era que el segundo se lo hacíamos antes del real, paso en falso y  vuelta a putear, como no nos podía pegar se asaba, había intentado larga piñazos pero nunca acertó y desistió.

La ultima ya fue cuando íbamos al hospital, en esta si nos abusamos. Pues no solo le hacíamos subir escalones que no existían, sino que lo hicimos ir por escaleras que no eran necesarias, esquivar cosas que no habían, y en una lo dejamos parado en medio de la sala de espera diciéndole que ya nos llamaban y nos alejamos solo para reírnos a la distancia; hasta que nos enganchó mi mamá y tirón de pelos para mi y mi hermano.

Ya en el hospital le sacaron las vendas, le pusieron unas gotas, estuvimos un buen rato para que se la acostumbraran los ojos. No llegamos a hacer ni dos pasos del hospital, en la playa de estacionamiento, que nos agarró a mi y a mi hermano y nos cago a trompadas, lógico no en la cara, sino en el hombro mas que nada; no podíamos reaccionar de la risa que teníamos por su cara de impotencia y sus puteadas diciendo “no saben lo que estaba esperando para poder cagarlos a piñas, me las van a pagar caro” – todo con una vos mezclada de desesperanza, ira y alivio-. Lógicamente, como es mi “papa”, eso no bastó y dio lugar a una seguidilla de jodas que después llamamos “La Guerra fría I” (la II fue entre mi hermano y yo), pero ese es tema para otra nota.

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