Hola, mendolotudos. Hoy quiero exponer un tema que preocupa a la sociedad toda. Sabemos que hubo una campaña contra el acoso callejero, que tenemos el botón “bloquear” en face y Whatsapp o bien podemos plantarle un gancho derecho respetable, cuando alguno de ellos se presenta. Pero es menester que nos adentremos en las causalidades de este extraño comportamiento y tratemos de contestar algunos interrogantes:

¿El pajero nace o se hace? ¿Hay distintas categorías? ¿Se los puede clasificar? ¿Alguna vez se deja de ser pajero?¿El nivel de cagazo cuando le contestás a la altura de su enunciado será igual por chat que en vivo y en directo? ¿Existe algún hombre que la chupe bien? ¿Alguien tiene el número de Christian Grey? Todo un misterio de la ciencia.

Esta y otras preguntas desvelan a los científicos, pero podemos realizar ciertas aseveraciones. El pajero no discrimina a nadie: El saca a relucir sus armas de seducción con gordas, flacas, lindas, feas, viejas, jóvenes. Es un romántico empedernido, aunque a veces no lo entiendan. Y  a causa de esta palpable ignorancia femenina en el sutil modus operandi del pajero, es que el pobre tipo vive y muere onanista.

Esta nota es para reivindicar el concepto del “pajero” clásico, entendido como ofensa. Para demostrar que, algunos hombres,  ese mote lo portan con orgullo. Sí, señor. Que lo tienen legalmente ganado, como Francisco I cuando fue ungido por el Cónclave Papal. No hay discusiones sobre el nivel supremo de estos especímenes. Para botón de muestra es que he decidido inaugurar este humilde espacio mendolotudo denominado: “I love Pajeros”

Sí, porque amamos su valentía de insistir con las mismas estrategias. Los admiramos porque son tan calurosamente evidentes que ya sabes la que se viene cuando contestas el primer “hola”. Porque se muestran tal cual son desde el principio, lo que hace que no quieras tocarlos ni con la espada de He-man. Porque sólo ellos tienen la capacidad de subirte la autoestima aunque seas Pichu Straneo con pelo largo, pero a la vez te hacen perder la fe en la humanidad.  Sin más cháchara, pasemos a los elementos de prueba.

Aclaración: Si usted usa como técnica de levante alguno de los siguientes, juéguele una pulseada por guita a Stallone, ya que su mano tiene un entrenamiento rabioso, digno de los mejores años de Hulk Hogan.

A pesar del invaluable aporte a nuestras vidas y a nuestras risas, déjense de joder, invítennos un café, al cine, al parque, a tomar mate a la vereda sin usar la palabra “pija” o “gatita”. Vayan con la doble intención, esa que no se sacan de encima jamás y dejen entreverla sin ofendernos. Sugieran ir al telo con altura, seduzcan con las palabras, exciten de verdad con el vocabulario. Como dice un amigo: “Puede ser la mujer más puta de todas, pero para comenzar: Es mujer”