/¿Qué milagros habría hecho Jesús si se hubiese hecho malo?

¿Qué milagros habría hecho Jesús si se hubiese hecho malo?

Este relato transcurre en un mundo imaginario. Un mundo donde las deidades Buda y Ganesha se pelean la localía religiosa. ¿Pero por qué ocurre esto en este mundo? Pues en este hipotético universo Jesús (alias Jebús o Yisus) en algún momento de su infancia se habría vuelto un ortiva de aquellos.

Esta narración entonces nos remonta al año 0 A.C. o sea, cuando apenas nació el capo en cuestión. En un pueblito llamado Nazareth, se comentaba que había nacido un niño de extraña apariencia. ¿Y que tenia de extraña? Bueno, había nacido con barba, pelo largo y cara de turco, una extraña apariencia para un recién nacido. Todo hacía suponer que nuestro protagonista había nacido grande.

Esta rareza le acarreó muchos problemas al joven Jesús, pues según las escrituras de los Pirineos, tiene en su haber el primer caso conocido de bullying (como víctima obvio). Al tener apariencia de “hombre grande” con apenas 7 años, sus compañeritos le cantaban a unísono  “pendeviejo,  pendeviejo”.  Un buen día, el niño Jesús se calentó y convirtió a las pequeñas sabandijas que lo molestaban en hamters. El director del establecimiento sin mediar palabra lo echó de la escuela por mal comportamiento.  La injusticia fue tan traumática que desde ese día el niño Jesús cambió para siempre.

A medida que crecía, sus poderes aumentaban más y más. En la adolescencia juntó una patotita de 12 vagos y los llamó “la Banda de JC”. Solían hacer desmanes y pintaban grafitis como “romano, romano agárramela con la mano” o “Poncio Pilates mañana serás un ejercicio” (la traducción no rima, pero en arameo era un golazo). Era bueno cuando se paraba de manos pero cuando se la veía fulera recurría a sus poderes para zafar.

Recién cumplidos los 30 años, su madre (María) lo rajó de la casa por vago y atorrante;  y desde ahí comienza una vida de vagabundez, desidia y carente de sentido. Su única meta era colarse con sus compinches en cumples de 15, casamientos y demás fiestas para poder vivir de arriba sin laburar.

Fue a partir de esa época que se le adjudican los siguientes “milagros”:

  • En una fiesta de casamiento se puso hasta el tendón y después les convirtió el vino en agua. Todos lo putearon y lo buscaron para cascarlo pero se escapó por la puerta de atrás.
  • Se comenta que le dijo a Juan el Bautista (un amigo “cuida-carros” de la zona) que cerrara los ojos que lo iba a bautizar de nuevo, luego le meo la frente.
  • En un bautismo reunió todos los panes que había en la comida, y los convirtió en uno solo, se hizo un sanguche con el único pan y se lo morfó dejando a todos cagados de hambre. También allí fue puteado y abucheado.
  • El mejor amigo de él era Judas, hasta que le levantó la hermana y se la transó prometiéndole casamiento.
  • Cuando se enteró que Lázaro había muerto fue hasta su casa y lo revivió,  luego lo convirtió en zarigüeya. Y se fue cagándose de la risa.
  • Le pidió plata prestada a María Magdalena, la multiplicó y nunca le devolvió ni un mango.
  • Fue hasta un comedor popular y convirtió miles de salmones rosados en miles de filet de merluza. Hospitalizaron a tres tipos por las heridas ocasionadas por las espinas.
  • Se puso a correr sobre el agua y llamaba a la gente diciéndoles que estaba pandito, la gente que le hizo caso casi se ahoga mientras él se alejaba divertido hacia el barco que lo esperaba.
  • Reventó la banca de un casino judío al usar sus poderes para quitarle números a la ruleta. Cuando lo descubrieron desapareció sin dejar rastros.
  • Reunió a los discípulos con la excusa de la despedida para que le garparan la última cena y después les dijo que no se iba a ningún lado.

Este Jesús se estaba yendo a la banquina mal y la gente cansada de que les hinchara los huevos con sus poderes lo quería momificar.

¿Y qué pasó entonces? Preguntaran ustedes, como les decía la gente cansada de las giladas y los “milagros” de este personaje lo denunciaron ante los soldados romanos el cual fue buscado bajo los cargos de vandalismo y apología de la vagancia.

Uno a uno fueron cayendo los doce de la “Banda de JC”, pero uno de ellos (Judas para ser más preciso) ofendido porque también lo había cagado con la novia, le tiende una trampa y les dice a los soldados que le pongan un casco de metal en la cabeza así le anulan los poderes. Con esta data le caen al bar donde estaba una noche multiplicando el escabio y le zampan el  casco metálico para que no haga ninguno de sus trucos.

Al tercer día de cárcel, de una condena de 28 años, Jesús le pide al guardia que lo libere del casco un cacho porque le picaba el marulo, cuando el guardia lo hace, Jesús comienza a flotar y a elevarse lentamente hacia las nubes con los brazos en cruz y desde lo alto les grita a los sorprendidos guardias de abajo “Perdonenme loco, no sabía lo que hacía”.

Y nunca más se volvió a saber de él.


 

 

ETIQUETAS: