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Segunda entrega de María Conchita desde EEUU

Hay algo que siempre sucede cuando te vas a vivir a otro país o mayoritariamente pasa. No es una regla a seguir pero digamos que son pasos que inconcientemente van pasando.


El primer mes estas maravillada con la vida. Todo es de color rosa chillon y te enamoras de lo primero que pasa. Todo es barato y no solo queres destruir tu tarjeta de credito sino que no sentis culpa despues de quemarla viva. Pero no todo dura para siempre,  depues del primer mes, empezas con una especie de home sick que en criollo sería una extrañitis. Claramente a mi no me agarro la parte del llanto profundo y la depresion extrema. Simplemente que me agarro por comparar y por decir “ahhh estos gringos no saben naaaa” o “esto es una cagada atomica con propulsores espaciales” y siendo mujer la peor parte se la comio la ropa “pantalones del orto que son deformes para mujeres deformes”, parecía la típica señora de barrio que camina por la vereda con la bolsa de plastico para ir a comprar a lo de don Pirulo y mastica baba. Afortunadamente, después cuando pones a funcionar la materia que esta incerta en tu craneo, decidís relajarte y empezas a disfrutar de la otra cultura a pleno y te chupa un ovario y medio (lease en femenino).

Acá para comer rico y barato hay de sobra y uno al lado del otro. Es el sueño del gordito. Pero vamos a sacarnos los trapitos y a ponerlos abajo del solcito. Siempre, absolutamente siempre y que nadie me lo niegue, buscamos cosas que nos recuerden a casa. Sobre todo los latinos. No por casualidad a un mexicano pícaro se le ocurrio ponerse una especia de minimarket con productos latinoamericanos importados no tan baratos como uno desea, pero accesibles para cualquier cartera de la dama o bolsillo del caballero. De todas formas, no en todos ellos se puede encontrar de todo. Normalmente uno va cambiando de tienda hasta encontrar la mas completita. Yo encontre una que tiene jugos Tang, Maizena, Mama luccetti y hasta cerbeza quilmes, pero teniendo corona sinceramente no compro quilmes, no menosprecio al sponsor oficial de la selección, pero aceptemos que Corona se las trae y es barata.

Igual me fue a cualquier lado. Volviendo al tema.

Supermercados si los hay y productos y variedad.  Hacen algunos meses me dije Che y si haces una milangas a la napolitana, tipo las de la abuela. Con mucho queso. Seeeeeeee. Me fui al super, busque un corte de carne parecido al de milanesa. Nulo. Volvi a casa y le pregunte a Romulda (asi vamos a llamar a mi madre americana) si tenía idea de que carne comprar para hacer y en ese momento google estaba mostrandonos una magnifica milanesa. La mas perfecta del planeta. Google no va con pavadas gente !. Bueh, volviendo otra vez. Romulda le preguntó a Torcuato que onda. El dijo un nombre raro, que supongo que vio en mi cara que no lo iba a poder expresar de la misma forma, lo anoto en un papelito amarillo de esos con pegatina. Volvi al super re contenta con mi papelito en la mano. El carnicero me miro con cara de “no se de donde provenis pero estas de remate pero dame el papelito que estas agitando en tu mano izquierda”. Se lo di, lo leyo. Me miro con cara como si se me hubiese muerto el loro y me dijo que no tenian en ese momento. Anda a cagarrrrrrrrrrrrrr. Me fui a otro supermercado. Tampoco. Llame a un amigo cercano a la familia q es medio cavernicola y ama comer BBQ o barbacoa como mas les gusta decirle. Me dijo que me iba a llevar al carnicero de confianza. Volvi a casa toda angustiada, me sentia una frustración. Comente la situación en casita y Torcuato decidió hacer BBQ a la noche así comia algo asi como asado.

Entrando en ese tema. No entienden nada del arte de la parrila esta gente. Primero, puso un costillas de la concha de su madre en el horno con salsa barbacoa pimienta y no se que porquerías más porque a mi me estaba dando cólera de mirar como hacia eso y ensuciaba toda la cocina. Después que lo dejo cocinando como una hora en el horno. Prendió unas brasas de mierda, pero no miento BIEN de mierda y nada, se calento el grill y puso las costillas ahí. A parte yo agarre un pedazo de beef (lease carrrrrneeee) y lo salé a lo Argentino y se lo di. La cagó. Lo puso, lo arrebató o lo miro de reojo con mala cara o no sé. Fin de la historia. Las costillas estaban re de chupete, buenisimas pero vale aclarar que eran de cerdo. La carne se le ceparaba del huesito, una maravilla. La vacuna estaba, roja en el medio, parecía Bazooca hechizo con la gorra del orto que tiene desde que tengo memoria y esa cara de sorete. Por lo pronto la sal no se, probablemente y es la teoría mas certera que tengo, se tomó un laxante y se fue a la mierda.

Por suerte una compañera Argentina que vive cerquita de donde yo estoy encontro un sucucho donde venden milanesas preparadas. Las metes en el horno, les pones la salsa, el queso, mas queso y las comes. Dice ella que tiene sabor a carne argentina y que le salieron un huevo y medio. Todo sea por comer carne como la gente.

P.D.: Mc dólar tiene el mismo sabor.

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