/Una tragedia en el Día de los Enamorados

Una tragedia en el Día de los Enamorados

Atento al pedido de la Redacción del Mendolotudo, es que muy a mi pesar, voy a tocar el tema solicitado por ellos: “San Valentín” o el llamado Día de los Enamorados.

Corría el mes de enero de 1920 y en los Estados Unidos entró en vigor y efecto la ley Volsted o para bien llamarla la National Prohibition Act y para los yankees la archifamosa “ley Seca”. Básicamente esta ley prohibía la venta, elaboración y transporte de bebidas alcohólicas. Esta pelotuda ley estuvo impulsada por numerosas organizaciones no gubernamentales (ONG´s) que suponían que el alcohol era el mal del momento y el culpable de la alta tasa de delincuencia que asolaba las tierras del norte. Acá debo aclarar que en esos tiempos drogas como la cocaína y el opio se vendían en las farmacias… ¡sin receta! De ahí que viene la gran discusión de que si el alcohol debe ser tratado como una droga.

El tema es que, de un día para otro se cerraron los bares, los puticlubs y todo antro en dónde se vendiera o elaboraran bebidas alcohólicas (¿¿¿de qué mierda habrán vivido los descendientes de don Jack Daniel´s, mientras duró esta ley???) Me estoy yendo por las ramas. A raíz de la coyuntura es que obviamente surgió el “mercado negro”. Un país con tanta extensidad territorial y con tantas fronteras eran un invite al contrabando.

Es así que el país se plagó de bares clandestinos, en dónde se expendían bebidas alcohólicas de dudosa procedencia y más dudosa elaboración. Estos pequeños comercios, eran surtidos por una organización clandestina conocida como “Mafia” qué, diversificando sus actividades de prostitución y juego clandestino, se dedicaron a éste menester.

El chorro de guita que entraba, era descomunal, bien administrado y mejor repartido, hacían que jueces, policías, predicadores y gobernantes hicieran la vista gorda.  La ciudad Chicago, se erigió cómo el epicentro del “crimen organizado”. En la mencionada Chicago, un inmigrante siciliano llamado Giacomo Colosimo, era el encargado de cobrar las coimas para un par de concejales corruptos, a los puticlubs locales. Tan bien hacía su trabajo, que el tipo terminó siendo dueño de muchos locales de alterne y de tantos otros bares, pero, al muy pelotudo, le gustaba mostrar su nueva fortuna. Autos caros, putas caras, partuzzas garpadas por él… tanto fue, que terminó llamando la atención de las más arcaica de las organizaciones clandestinas de origen Siciliano: “La Mano Negra”

Con el problema en puerta, el gringo ni lerdo ni perezoso, hizo llamar a un tal Jhonny Torrio… otro inmigrante de dudosa reputación. Torrio, pertenecía a una banda newyorkina de baja estofa y de métodos radicales, Jhonny cumplió con creces el objetivo. La Mano Negra, no jodió más al bueno de Colosimo.

En un frio noviembre de 1911, la poli encontró los cadáveres de tres de los chantajistas. Así fue como Torrio, se convirtió en la mano derecha de Colosimo.  Joven y ambicioso, expandió su influencia en la ciudad, abriendo nuevos locales dedicados al placer o mejor dicho, a los placeres mundanos.

Pero resulta ser que en  mayo de 1920, su mentor y amigo Colosimo, muere envenenado por un plomo del calibre 38, que le arrancó la mitad de la cabeza. Demás está decir que el crimen quedó irresuelto, aunque siempre se sospechó de Jhonny, que casualmente había estado con un amigote de su antigua organización, que de casualidad pasaba por la ciudad.

Con Colosimo mirando crecer las margaritas desde abajo, Torrio, se dedicó a reclutar hampones para su organización. Y para mantener el orden dentro de la misma, necesitaba de un “teniente” y para ello se valió de un jovencito audaz, inteligente y de probada sangre fría, un tal Alphonso Capone alias “Al” Capone o mejor conocido en el mundo criminal como Scarface.

"Scarface"
«Scarface»

Torrio nombró gerente de su bar emblemático el “Four Deuces” y desde allí surge la figura de Al Capone… Al, cuidaba del negocio de su amigo, ya sea del bar, o de los putis, pero sobre todo, cuidaba del negocio de los camiones con el contrabando. Al era un ciudadano modelo, tal es así que una vez fue detenido conduciendo en estado de embriaguez y a raíz de su “conducta ejemplar” los registros de tal detención se perdieron. No fue el mismo caso. Que cuando un “soldado” de la organización tuvo la magnífica idea de hacer guita rápido y se robó dos camiones con su cargamento… -¡Hey! ¡Hola! ¡Al!… dijo el soldado mientras levantaba la mano a modo de saludo. Seis tiros fueron la respuesta por saludo, el pobre Joe se desparramó por  la barra del bar dónde se había detenido a beber algo. Mal lugar… el bar era de Torrio.

La policía debía actuar. Pero nunca hubo testigo de esa muerte. Si hubo testigos que afirmaban haberlo visto u haber estado con él en otra ciudad, en el momento del crimen.

Unos hermanos irlandeses, que gustaban de promover su cerveza a base de patadas y piñas, a quienes no quisieran cambiar de proveedor, originaron la guerra entre bandas criminales. Los O´Donell, a fin de cuentas terminaron retirándose del negocio. Dicen que la causa de tal actitud es que se quedó sin pistoleros.

El quilombo era mayúsculo y el alcalde de la ciudad, tuvo que tomar cartas en el asunto. Wiliam Denver, ordenó cerrar muchos locales de esparcimiento a sangre y fuego, con la cana como su brazo armado. Esto llevó a que Al, trasladara su centro de operaciones a otro lugar de la ciudad. Miembros del comité republicano, pidieron a Torrio/Capone, les diera una manito en las elecciones a celebrarse en Cicero. El día de los comicios una centena de pistoleros se encargaron de que los votantes eligieran al candidato republicano.

Un tal Bugs Moran, líder de una banda de irlandeses, se había convertido en un dolor de huevos para Al Capone. Los loquillos irlandeses osaron robar la carga de un barco que venía de Canadá, propiedad de Capone.

Bugs Moran

Morán tenía su centro de distribución de licores, en un garaje de la calle Clark al 2100. El 14 de febrero de 1929 (día de San Valentín) se encontraban ahí siete hombres del clan irlandés, cuándo a eso de las diez de la mañana reciben la visita de cuatro hombres, dos uniformados de policía y dos de civil. Sacando sus ametralladoras Thompson calibre 9mm ordenaron a los irlandeses colocarse contra la pared del establecimiento y abrieron fuego… cada uno de los tipos de Moran recibieron entre 18 y 20 impactos de bala. Los vecinos, al escuchar las detonaciones, salieron a ver lo que sucedía. Y lo que posteriormente atestiguaron fue que dos policías custodiaban y metían dentro de un patrullero a dos tipos.

Al Capone, fue interrogado por el crimen… -Me hallaba en mi villa de Palm Beach… y cuándo estoy allá, es para descansar y me importa una mierda, lo que pueda pasar en esta ciudad…

Torrio, en vida, había dividido la ciudad en 4 zonas de influencia, para facilitar las operaciones. El lado norte, le tocó en suerte al irlandés O´Bannion… florista de profesión, malandra por convicción. El irlandés tenía un entuerto con unos sicilianos de la banda de Capone. El tema era que ellos vendían un whisky de mierda pero barato y eso atentaba contra los intereses de O´Bannion. Éste pidió a Capone que intercediera, Al no hizo una mierda al respecto.

El Irlandés, sabedor de la clausura de la cervecería que él regenteaba, decidió estafar a Capone. Le vendió la cervecería por una suma bastante estimable y se retiró del negocio, para solo dedicarse a su florería. En noviembre del ´24, O´Bannion muere entre sus flores, con seis tiros encima.

Johnny Torrio
Johnny Torrio

CONTINUARÁ…

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