1) Está indispuesta
El “asunto” como le dice mi abuela es lo peor que hay para una mujer que está disfrutando de una etapa de sexo apasionado. Son como mínimo 5 días de ser una fábrica de asquerosidades, hinchazón y molestia. Encima el tipo la mira como diciendo “¿por qué me hacés esto a mí?”, claro, querido, si para mí es un sueño maravilloso… vos por lo menos podés recibir caricias, así que ¡no te quejes!
2) Está enferma
Todo bien pero con fiebre de 40 grados ni la conejita más perra de Playboy tiene ganas de ponerla… variantes:
– Tuvo familia hace 30 días.
– La operaron hace menos de una semana.
– No ha dormido más de dos horas en los últimos 2 días.
3) Está enojada:
Los tipos a veces tienen esa loca idea de que con sexo de 5 minutos compensan la cagada que se mandaron y no quieren reconocer. Por ejemplo: se van al cumpleaños del amigo, pintó boliche (lo vieron las amigas de ella ya que estaba bailando ebrio arriba del parlante en el lugar más concurrido de Mendoza), pintó desayuno en Mr. Dog donde lo vio el hermanito de ella haciéndose el galán con las chicas de la mesa de al lado, pintó asado en el río, de donde vuelve a las 5 de la tarde y se tira a dormir una siestita mugriento en las sábanas limpias con aliento a fermentación secundaria que llena la habitación. Se levanta tipo 12 de la noche, pasa por el baño al que deja inhabitable por un día, se sienta a ver tele y dice: “¿nos echamos un calentito?” Y ante la cara de orto que pone su pareja, dice “¿qué te pasa?” a lo que la mujer responde “nada” porque evidentemente se está haciendo el boludo… y más que tener sexo quiere enroscarle una soga marinera al cuello y sacarlo a correr atado al auto hasta Buenos Aires.
4) Están cansadas de quedar insatisfechas
A una amiga le pasó… El chabón estaba tan creído de que con su tamaño era suficiente para volverla loca, que se concentraba en pasarla bien él. Como que la chica empezara a entrar en onda lo ponía muy loco, se aceleraba y llegaba antes que ella, que quedaba ahí, con cara de yuyo las primeras veces, y con fastidio el resto. Al final de la relación, el sexo era tan divertido como lavar los platos. La vez que se lo comentó fue peor: durante el tiempo que le siguió, él le preguntaba cada 2 segundos: “¿ya está?”, “¿te falta mucho?”, “¿estás por?”… de terror.
5) No le producís nada
Es una simple cuestión de piel… teóricamente podrías ser el príncipe azul, lindo, inteligente, amoroso, romántico, pero si no hay química es al pedo. Puede llegar a probar una o dos veces, generalmente ebria, y después se empieza a hacer la chota olímpicamente. A veces ocurre después de una gran decepción que su pareja le provocó, el amor se esfuma y ahí se empieza a evaluar más objetivamente el desempeño sexual del tipo en cuestión. También puede ser que no le encuentres la vuelta para acercarte, estás charlando del clima en la segunda o tercera salida y de repente le tirás “¿querés ir a un telo?” sin antes un abrazo, una bachatita, un besito (varios en realidad); unos mimos bien hechos, que ella sepa que le gustás y se empiece a hacer la cabeza de lo que viene después.
Yo pasé eso de que no me produzca nada y quedar insatisfecha…
Pilas chicas, hoy gracias a Dios tengo un hombre fogoso que me hace de todo, y disfruto de todo tipo de sexo… sexo que jamas me hubiera imaginado!!!!! Animense a probar!
Este artículo hecha la culpa total al hombre, muestra clara de falta de responsabilidad propia por sentirse mejor. Suena a «Espero todo de él», cuando en realidad la eficacia sexual de la mujer depende en gran parte (80%) de ella misma, depende de su capacidad de «encontrar» desencadenantes que la hagan desenvolverse libremente y por ende disfrute más de las relaciones.