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La pandemia de los pelotudos

No es novedad que nos encontramos en un momento complicado para la humanidad. Y no hablo del apogeo de canciones como Tusa o la inminente salida del nuevo disco de Arjona. La aparición de una enfermedad contagiosa a niveles astronómicos, nos deja más mal parados que defensa de Temperley al ver a Messi con pelota dominada. Pero usted, querido lector, dirá, con su diploma de doctorado honoris causa en argentinidad, que aquí no pasa nada, que se muere más gente por el dengue, por comer en el Barloa o por ver novelas de Thalia. Y si bolu, tenes razón, pero no vengo a hablar de epidemiologia sino de otro flagelo que aparece en situaciones críticas como esta, y es la pelotudez generalizada de cierta porción de la población.

¿Con esto qué quiero decir? Que una situación de crisis potencial (y a esta altura bastante real) desnuda la verdadera realidad, que es la miseria y el egoísmo humano. Y no solo eso, sino la total ignorancia en términos de higiene corporal. Pero vamos por partes. Una de las cosas más llamativas, fue el ascenso meteórico del papel higiénico como uno de los bienes más codiciados por estos homo sapiens, llegando al nivel de acopiar carros enteros y desvalijar supermercados en cuestión de minutos. Seamos sinceros, si se viene el apocalipsis, como se ve por la actitud de estos seres, de lo último que me preocuparía seria de tener el ojete limpio, y más teniendo en cuenta que existe el bidet.

Pasemos a los productos sanitizantes, y el porqué el pelotudo en situación de crisis cree que comprando toda la góndola y consiguiendo ser el Rockefeller del alcohol en gel, estará a salvo del virus, aun cuando el resto de las personas no puedan desinfectarse correctamente. Y algo que parece tan simple, nos toca explicárselo a gente nacida del encuentro sexual entre primos hermanos.

Al inicio hable de egoísmo, y es el punto siguiente que quiero tratar, quizás el más importante. El pelotudo pandemico actúa según su culo este en riesgo o no, y en este caso particular, al ser un virus que pone en peligro una franja etaria de edad avanzada o con ciertos problemas preexistentes, el individuo en cuestión se caga en los demás. No respeta la cuarentena y sale a tomar algo con los pibes, se va al shopping a comprar ropa, y los más avezados, llevan a sus hijos a la plaza. He aquí la cosa preocupante: quizás vos, en tu raid de pelotudez e irresponsabilidad, contraigas el virus y lo lleves a tu casa, donde están tus viejos o tus abuelos, y como pasó en Europa (desde donde escribo estos párrafos) los lleves a morir. Y no solo eso, sino que colapsas el sistema de salud, obligas a un montón de médicos a laburar días sin dormir y tener que elegir entre salvar una persona u otra, porque los respiradores no alcanzan, porque las camas se agotaron, porque los insumos no son suficientes.

Te pido, desde uno de los países más afectados, que tengas un poco de conciencia. Que te quedes en tu casa. Que te cuides a vos y a los tuyos. Aprovecha para leer, para tocar un instrumento, para mirar memes o para ver la serie que nunca pudiste terminar.

Sabrás que nuestro sistema de salud es muy frágil, y que una crisis como la que se vive en Europa es insostenible en Mendoza, donde solo hay 200 respiradores, muchos de ellos ya en uso para otros enfermos. Ponete las pilas, hace un pequeño esfuerzo y ayuda a tomar conciencia a los demás, que en unos meses necesitamos a los genios que crearan los memes para reírnos de este mal chiste del 2020.

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