Me cansé de prender la tele y ver gatos.

Me cansé de leer el diario y leer de colegios mixtos.

Me cansé de salir a la calle y ver motos con escapes libres.

Pero lo que mas me hizo cansar es ver muchos autos tuneados.

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Una semana mas a pasado, un tiempo mas que pasé escondido entre el ropero y el mudular. Viendo. Mirando. Observando. Esto hace que mi nivel de tolerancia cada vez sea menor. Y aprendí que este nivel se acabó hacia los tuercas.

Me cansé de ver autos que con sus accesorios, su precio es mas que el de un inmueble. Que perdida de tiempo por Dios. ¿Porque no se ponen a coleccionar estampillas? También odio a los que coleccionan estampillas.

Este fin de semana voy a ir al parque, a la rotonda, y les juro, pero JURO que el primero que haga un trompo le meo la cara. Al primero que ponga su música fuerte le tiro un moco con sangre. NO QUIERO ESCUCHAR TU MÚSICA FLACO. ENTENDELO.

También voy a pasar por las picadas de Lavalle, o Luján, o donde sea, y les voy a sabotear los cronómetros, les voy a pinchar las ruedas que salen una fortuna cada una, y al tipo que habla por altoparlantes, le voy a meter el micrófono… bueno, imagínense.

Caminaré por la calle San Martín, y a todo vehículo que le vea un alerón, un spoiler, o esos relojes que parecería que marcaran hasta el riesgo país, a todos esos autos, les voy a meter azúcar en el motor. Les voy a pagar a limpia vidrios para que se los ensucien, les voy a pagar a escolares para que se los rayen, y les voy a dar un dogui a cada perro que se los mée.

Porque sí, me caen mal los tuercas. ESTUDIEN. TRABAJEN. LEAN LIBROS DEL GENERAL SAN MARTÍN. PASEN POR EL MUSEO PROVINCIAL. Hagan algo con sus vidas. Pero algo que al país le sirva.