/El problema y la solución de Argentina en un ejemplo

El problema y la solución de Argentina en un ejemplo

Voy a tratar de explicarte el problema de la Argentina con un ejemplo sencillo, luego propondré algunas soluciones. Todo se basa en supuestos y toda esta nota está centrada en el problema actual, conjunto a soluciones actuales, a corto y mediano plazo. La he escrito de un solo tirón, por lo que seguramente se me escapen cabos, así que les pido, amados lectores, que hagan preguntas, propongan mejores desarrollos, critiquen todo lo que gusten y permítanme irla editando a medida que pasen los días. También les aclaro que es mi visión absolutamente personal, la cual no está exenta de errores. Vamos a la nota:

Supongamos que sos el padre de una familia tipo, conformada por tu mujer y vos a la cabeza y por tres hijos, uno va a la primaria y los otros dos a la secundaria. Vos y tu mujer trabajan, tus hijos no. Supongamos que tienen un proyecto: terminar de construir su propia casa, la cual va avanzando gracias a un crédito hipotecario. Vos sos un pequeño empresario de la construcción y tu señora empleada.

Vos ganas 10.000 por mes, tenes algunos empleados a tu cargo. Tu mujer gana 5.000 porque trabaja medio día, la otra mitad del día labura en casa. Tu flujo de fondos mensuales estimado es aproximadamente así:

Flujo de fondos (absolutamente hipotético):

Ingresos:

Sueldos: $15.000 (I)

Egresos:

Alquiler: $3.500
Pago crédito hipotecario: $2.300 (II)
Supermercado: $1.500
Gasto extra en alimento: $1.000 (III)
Impuestos: $300
Mensualidad de tus hijos: $1.600 (IV)
Gastos en tarjeta de crédito: $2.500 (V)
Gastos mantención vehículos: $2.000 (VI)
Obra social: $1.000 (VII)
Gastos extra: $1.000 (VIII)
TOTAL $16.700 (IX)
Ingresos – Egresos (déficit) -$1.700

 

I: La suma de tu sueldo más el de tu mujer

II: Es el aproximado de la cuota de un Plan de Ahorro Previo del IPV al día de hoy.

III: En el súper haces las compras del mes, pero hay cosas, como frutas y verduras, que las tenes que comprar semanalmente. Es una suma aproximada de $250 por semana.

IV: Supongamos que les das $150 por semana a los dos que van a la secundaria y $100 a la que va a la primaria, para sus gastos diarios, como merienda y salidas. Este gasto es bastante acotado. Los chicos van todos a colegios estatales.

V: Estas pagando electrodomésticos, ropa, regalos, vacaciones, etc.

VI: Tienen dos vehículos, entre nafta, seguro y mantención mensual. Este gasto está bastante por debajo de lo real, pero vamos a suponer que esta familia tiene autos a gas y anda poco.

VII: una obra social regular está cobrando aproximadamente $190 por integrante del grupo familiar.

VIII: Como clase media, te das algunos “lujos extra”, como una señora que planche, un jardinero, hacer lavar el auto, cenas afuera, etc. Muy sobrio, pero algo es algo.

IX: Este número indica que gastas más de lo que ganas (déficit), primer indicador de riesgo, lo manejas mediante dos medidas: primero poco a poco te comes los ahorros que venías acumulando de antaño, cuando eras soltero y el gasto era mínimo, segundo siempre hay un “rebusque” típico de la clase media para llegar a cubrir gastos. Ahora continuemos con los supuestos, siempre a modo de ejemplo:

Supuestos:

  • Despilfarras parte de tu guita en vos y te cagas en la familia: Vos en realidad no ganas 10 lucas por mes, ganas un poco más, pero tu mujer no lo sabe… ¿Por qué no lo sabe? Porque sos un tramposo infiel y te encanutas unos 3.000 por mes para pagar un departamento que tenes alquilado con unos amigos, onda “bulín”, donde se juntan semanalmente a comer asados y a trampear con minas.
  • No sabes cotizar inteligentemente tu trabajo: no tenes claro tu trabajo y cobras de una manera fija y cerrada, sin importarte la capacidad de pago del cliente. De esta manera tenes dos problemas: los que no tienen plata te terminan cagando y a los que le sobra te explotan porque sos “barato”. A tus empleados les importa muy poco tu capacidad de mando, esta todo en orden siempre y cuando ellos cobren su sueldito.
  • Tu sueldo no aumenta al ritmo de los precios: El súper, el almacén de la equina, el verdulero, el kisoquero, todos los que te abastecen aumentan sus precios indiscriminadamente, y les importa muy poco que tu sueldo no sea mayor. Ellos aumentan, muchas veces por necesidad, pero muchas otras porque igual la gente tiene que comprar para vivir.
  • Tus bienes son tentadores para el resto: el auto que tenes, si bien es viejo, está en excelentes condiciones, y la casa que te estas construyendo es muy linda, en un hermoso lugar. Mucha gente sabe que estas apretado de gastos, entonces hay algunos siniestros vecinos que te ofrecen comprarte tus cosas, tanto tu auto, como tu casa, a precios absurdos, sabiendo de tu déficit y especulando con tu desesperación. Incluso han intentado boicotearte para que te ablandes, robándote material de construcción o haciéndote ofertas de guita en los peores momentos.
  • Imposibilidad de crédito: como ya tenes un hipotecario, tu capacidad de endeudamiento es escasa. Los bancos temen prestarte plata y los prestamistas te cobran tasas elevadísimas porque saben que es difícil cobrarte.
  • Tus hijos adolescentes no generan bienes, ni te ahorran gastos: tus hijos no solamente no trabajan, sino que tampoco te ahorran gastos. Por ejemplo, no los mandas a pintarte una pieza, a lavarte al auto o a podarte el jardín, sino que pagas “extra” por esos servicios que ellos podrían hacer. La mensualidad de ellos se las das igual, sin que aporten nada a la familia. Ellos no tienen conciencia de la responsabilidad y de los problemas a largo plazo. Los estas educando como el orto.
  • Se te acaban los ahorros: esa guita que tenías ahorrada de tu época de soltería, hace unos años atrás, cuando todo era color de rosa, despilfarro y buenos pagos, poco a poco se va dilapidando, porque necesitas cubrir gastos mínimos.
  • No aceptas consejos útiles: sos un tipo orgulloso, odias que te den consejos, por ese motivo, en vez de rodearte de gente competente, que te aconseje de manera técnica, preferís juntarte con malandras de tu talla, para que con su obsecuencia y estupidez te digan que todo lo que haces está bien, que tenes un auto hermoso y una casa que a futuro va a ser muy linda. En fin… te chivan la oreja y vos te comes el cuento.
  • Malos empleados: la gente que trabaja para vos se ha nutrido de tu desprolijidad y tu pésima administración, siendo fiel reflejo de vos.
  • No invertís ni en vos ni en tu familia: al estar tan justo con la plata no perfeccionas tu trabajo, no te compras mejores herramientas, no haces cursos, ni posgrados, ni tecnicaturas, no mejoras tu calidad laboral. No contratas profesionales, sino que seguís con mano de obra barata, la cual negreas y es ineficiente. Tus hijos no tienen buenos útiles para el colegio, ni computadoras, ni elementos que agilicen su estudio.
  • No sos confiable: debido a tu desesperación, tus elevados gastos, tu pésima administración y que salvo tu familia, todos saben que sos un pirata hijo de puta, poca gente confía en vos. Los bancos no te dan plata, tus conocidos prefieren evitarte, no darte una mano y mucho menos contratarte para trabajar. Por este motivo, por el tema de la nula inversión en desarrollo y los pésimos empleados, tu espacio de trabajo se ve cada vez más reducido y tu labor pierde valor, o sea, tus activos, conformados por tu capacidad de trabajo, más tus bienes, pierden valor día a día.

Entonces… por todos estos puntitos anteriores, resumamos los problemas que tenes vos y tu familia:

Problemas:

  • Gastas más de lo que ganas.
  • Estas estafando a tu propia familia, en beneficio tuyo y de tus amigotes tramposos.
  • Administras mal tu plata.
  • Cobras mal tu trabajo.
  • Estas rodeado de inútiles, ineficientes e inoperantes.
  • Tu trabajo y tus bienes día a día pierden valor, porque no invertís en ellos.
  • Te estas gastando todos los ahorros.
  • No sos confiable ni para los bancos, ni para los prestamistas, ni para los amigos.
  • No podes ejercer presión sobre los proveedores para que te den una mano.
  • Estas educando mal a tus hijos, regalándoles plata sin exigirles nada a cambio.

La idea de esta nota no es simplemente llenarme la boca criticando y hablando mal de tu familia, ¿Por qué saben qué? Tu familia es vecina mía, vivis en el mismo barrio que yo, son iguales a mí. Así que te dejo un puñado de cosas que yo haría siendo el padre (o la madre, mejor dicho) de tu inescrupulosa familia:

Soluciones:

  • Dejar de despilfarrar guita: vos, como padre de familia tenes que dejar de gastar en el bulín, en los amigos, en las putas y los asados, debes sincerar la situación con tu familia y dejar de robarles lo que es de ellos también, porque esa plata es de tu familia, no tuya. De esta manera te van a entrar $3.000 más a la economía familiar.
  • Sincerarte con un grupo de proveedores para estabilizar los precios: Tenes que juntarte con los proveedores de alimentos básicos (que son los que en un principio vas a necesitar para subsistir y salir del pozo en el que estas) y toda la gente del barrio. Tenes que obligarlos a que no aumenten los precios a cambio de asegurarles que el barrio va a comprar de manera constante sus productos. Si no te llevan el apunte, tenes que intentar negociar con proveedores de otro barrio e instar a tus vecinos a que no compren absolutamente nada ahí. Vas a ver cómo en poco tiempo ceden y se comprometen a no aumentar indiscriminadamente los precios.
  • Convertir la mensualidad de tus hijos para poder ahorrar: no es sano quitarles la mensualidad, pero debes enseñarle a que se la ganen con dignidad, haciéndolos trabajar. Por ejemplo los podes poner a lavar el auto, podar el jardín, pintar la casa, planchar, ordenar, etc, en vez de pagar por jardineros, planchadoras, lavaderos de autos, etc. De esta manera les das plata, pero ahorras gastos por otro lado. Otra cosa que podrías hacer sería pedirle al almacenero que le de trabajo y vos ayudarle a pagarle el sueldo o comprometiéndote a comprarle sus productos.
  • Cortar con los “gastos extra”: estas en una época mala, gastar en lujos está bueno, pero cuando podes hacerlo. Ahora no podes, así que lo que tenes que hacer es concentrar tu dinero en gastos importantes y dejar de gastar en parafernalia y boludeces.
  • Cobrar bien tus servicios: no es lo mismo construir una casa en un barrio corriente, con piso de cerámica, ladrillos de segunda, muebles de melamina, aberturas de madera, a construir una casa en un barrio privado, con pisos de madera y porcelanato, materiales de primera, muebles de roble y carpintería de aluminio. O sea… ¡no podes cobrarle lo mismo el metro cuadrado de construcción! Tenes que ser más vivo y cobrarles más a los que más pueden pagar, porque es justo y porque pueden. No quiere decir que dejes de hacer trabajos baratos, sino que fijes estándares donde los que más tienen, más paguen y los que tienen poco, o no pueden, paguen menos o estén excentos. De esta manera vas a ganar más plata.
  • Rodearte de gente competente para generar confianza: tenes que darles una patada en el culo a toda la gavilla de inútiles que te rodea y juntarte con gente competente y profesional. Te va a salir más caro al principio, todos tus errores se van a hacer públicos, vas a pasar vergüenza, pero vas a ganar tres cosas: dignidad, respeto y confianza. Si tus empleados son mejores, te trabajan mejor y obtenes mejores resultados. De esta manera, quienes antes no confiaban en vos, te empiezan a mirar con mejores ojos. Si logras que ellos confíen en vos y te comiencen a contratar, tu trabajo día a día va ir siendo cada vez más competente, por ende va a aumentar el valor de tus bienes.
  • Invertir en tu trabajo y tu familia: tenes que especializarte urgente, darle valor agregado a lo que haces, estudiando y comprando herramientas, tenes que gastar buena parte de tus ahorros y todo el crecimiento de tus ganancias en invertir a futuro, tanto en vos, como en los elementos para que tus hijos aprendan mejor. Siempre vas a ser un albañil mediocre y jamás tendrás una constructora si no invertís en desarrollo. Jamás tus hijos podrán continuar tus pasos si son unos inútiles con bases educativas corroídas y flojas.
  • Dejar de pagar alquiler e irte a vivir a tu propia casa, esté como esté: estas pagando alquiler al pedo, tenes que irte a vivir a tu casa y terminarla como se pueda, con esfuerzo y con huevo. ¿Qué importa si no tenes pisos? ¿Qué importa si no tenes jardín? Mientras tengas lo básico tenes que dejar el orgullo de lado, poner “manos a la obra” y aunque sea difícil al principio, tenes que trabajar en lo que es tuyo a como dé lugar y dejar de pagarles a otros lo que podes usar. De esta manera pagas a tiempo tu deuda hipotecaria, gastas menos y sos más confiable para los bancos.

Si todo sale bien, tu flujo de fondos cambiaría, quedando de la siguiente manera:

Nuevo Flujo de fondos: 

Ingresos:

Sueldos: $23.000 (I)

Egresos:

Alquiler: $0
Pago crédito hipotecario: $2.300
Supermercado: $1.500
Gasto extra en alimento: $1.000
Impuestos: $300
Mensualidad de tus hijos: $1.600
Gastos en tarjeta de crédito: $2.500
Gastos mantención vehículos: $2.000
Obra social: $1.000
Gastos extra: $0
TOTAL $12.200 (II)
Ingresos – Egresos (superávit) $10.800

I: Esto es los $10.000 que ganabas, más los $3.000 que te encanutabas y tuviste que sincerar, más un aumento del 50% de tus ganancias por volverte más productivo y aprender a cobrar mejor, más lo que ganaba tu mujer.

II: Tus gastos han disminuido, ya que no pagas más alquiler ni “gastos extra”, tus hijos generan un ahorro y gastas más en capacitarlos, ya que tenes un ahorro mensual de $10.800. Eso no es para ahorro en un 100%, sino que es para que perfecciones tu trabajo, le des mejor educación a tus hijos, inviertas en una mejor obra social y luego ahorres lo que queda.

Bueno, ahora pongan en marcha su creatividad e imaginación y lleven el problema de esta familia a nuestro país… ¿Se entiende? ¿Se puede o no se puede? Escucho opiniones.

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