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Hoy en día uno corre de acá para allá, o de allá para acá. ¿Por qué? Porque tratamos de no perder tiempo. Y el tiempo es oro dicen algunos, y es por eso que los negocios de comidas rápidas tienen tanto éxito en Mendoza.

Siempre que voy a pagar cuentas y hacer trámites dejo el auto cerca del centro y salgo a caminar, porque es un quilombo el tráfico a cualquier hora, y adivinar que calle está cortada y que calle está habilitada es de mentalista. Asi que arranco temprano y empiezo a patear como un condenado. Como arranco temprano, trato de desayunar bien completo, y lo logro. El tema es después del movimiento estomacal por andar y andar, y se afloja un poco. Pido el baño en el Rapipago de la calle San Martín y San Lorenzo y listo. Como nuevo. Pero después el hambre me ataca nuevamente. Salgo y me topé con lo mejor que me había pasado hacía horas.

Parece ser que el pasado sábado se inaguró un nuevo local de está popular comida que se puede comer de dorapa: el pancho. Y es así que esta nueva y exitosa cadena se agranda sumando una franquicia más.

El negocio cuenta con mas de 89 salsas ordenadas a gusto y piacere. Eso sí, las cambian cada dos por tres de lugar, por lo que si tratás de memorizarlas para saber que vas a elegir la próxima vez que vuelvas, es probable que ya no estén donde estaban antes. Inclusive el orden no se entiende mucho, porque lo que son las mayonesas, están dos o tres juntas, después vienen un par de salsa golf, chimichurri, y después otra vez otras mayonesas… en fin, todo está muy repartido.

Además curiosamente, una de las salsas que más le gusta a todos como es la de Palta, se encuentra en un lugar no muy privilegiado en el la heladera, incluso está a un costadito donde le dá el aire y se ve feo porque se pone como negrita. Pude escuchar a algunos clientes que se quejaban de esto, pero parece que no existió ninguna respuesta por parte del gerente.

Entre otras existe las salsas V.I.P, que bueno, para poder saborearlas deberán pagar un cachito más.