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Atributos para actuar como quieras sin que te fajen

De regreso de mi último viaje de placer por Tailandia,  encontrárseme adormecido sobre uno de los aposentos del tren camino hacia la ex-Birmania (actual Myanmar). La formación se movía suave, atravesando la infinita columna de rieles sobre la densa vegetación del país. Esto, sin embargo, no afectaba el divague pre-onírico de mi mente.

En estos trenes de «tierra de nadie» (al igual que en los de la India) suelen viajar gente de todo tipo (aclaro que solo hay dos clases sociales en Myanmar, y los adinerados no viajan precisamente en sucios trenes). Algunos pasajeros de estos ferrocarriles pueden pagar el boleto y otros viajan como pueden.

En la estación previa al relato, subió un joven que se encontraba dentro de este último grupo: los que viajan como pueden (o sea, sin pagar).

Quiero acotar que el nuevo pasajero ni siquiera tuvo el tupé de querer pasar desapercibido sino que se subió al tren como quien dice «de huevo». Luego se sentó «de huevo». Y después sacó al tipo que tenía al lado suyo «de huevo».

Una vez sentado abrió la ventana, aspiró sonoramente por la nariz, juntó un gallo y lo escupió hacia afuera (“de huevo”, obvio); este escupitajo medio verdolaga voló y fue a dar en la frente del pasajero de atrás que desgraciadamente para él, también venía con la ventana abierta. El autor del pegajoso proyectil, lejos de disculparse, le espetó un sonoro: – Jodéte, hijo de puta. – seguido de una carcajada burlona y rasposa.

Pasaron recién un par de kilómetros y mientras el tipo fumaba una sustancia prohibida en una tuca cerámica, en los vagones continuos se dejaba ver a través de las ventanillas al guarda solicitando los boletos. Esta situación venidera al sabandija no le inquietó en absoluto.

Pasaron solo unos cuantos minutos y el inspector ingresó a nuestro vagón. Después de haber respetado el orden de los pasajeros, cuando llega el turno del polizón, el guarda le solicita el boleto; a lo que recibió como respuesta: 

– Tomátelas pibe – a pesar de que la autoridad le doblaba en edad.

Ante la insistencia del inspector, el botarate le dijo con vos suave:

– Macho no me rompas las pistola, andá y pedile el boleto a esa morsa – apuntando con su dedo a la señora gorda de enfrente,  y luego continuó insolente:

–  …o pedile el boleto a ese flaco fachero – dirigiendo su dedo índice a mí  – pero no me rompas las bolas que ando con fiaca… pirá de acá.

Acto seguido el guarda lejos de pelear o hacerle frente, y ante todo mi asombro bajo su mirada y prosiguió con su labor.

El picante transgresor de la ley, era un muñeco  con una mirada torva y resentida. De contextura delgada y movimientos febriles, le faltaban dos dientes de adelante y los demás eran color caoba. Como accesorios tenía una revolver  a tambor adentro del cinturón y una ristra de cartucho dispuesta en bandolera arriba de un chaleco de tela de avión celeste puesto a pelo.

Usaba bermudas tipo cargo hechas mierda y unas Topper de tenis. En la capocha una gorrita bermellón con la leyenda «Todos somos Mickey» que apenas  mostraba sus rasgos orientales. 

Todo ese conjunto no hacia la diferencia con el resto de los pasajeros del tren (salvo por el arma) e incluso era mucho más petizo que el guarda. Todo solía indicar que si no fuera por el “chiflo” este tipo pertenecía al grupo de los vándalos pelotudos que suelen andar por las calles en manada haciendo desmanes.

 Me  preguntaba porque nadie se levantaba a cagarlo a piñas a este nabo, y les aseguro que estuve a punto de incorporarme para ajusticiar al imbécil hasta que la conciencia divina me dijo:  <<…pará Guan Chan Kein, que te va a meter el revólver en el orto el pibe este… >>.  Obviamente, le hice caso a la sugerencia de la voz interior.

Después de apoyarle el bulto  a una mujer que viajaba parada, el nardo se bajó cagándose de la risa. Luego me enteré que este era un agenciero de Siambretas de la zona y que lideraba una banda de patanes dedicados al tráfico de alguna pelotudés.

Luego de presenciar tamaña situación,  me cuestioné: «¿Qué características o cualidades tiene que tener una persona para decir o hacer lo que se le cante el culo, adonde sea,  y que nadie se atreva a decirle nada?»

Después de pensar en estas supuestas diferencias entre unos y otros, (sin tener en cuenta las armas, claro) llegué a pensar que son cuestiones de índole netamente cultural. Entonces fue cuando me dedique a escribir una lista de «características mixtas» con la cual uno puede ir por la calle diciendo (y a veces haciendo) lo que se le cante el culo y que nadie le diga ni “mú” (ni mucho menos le haga  frente). Lo que quiero proponer con mi tesis es que si  alguno posee una de estas cualidades, puede ir por la vida boconeando a quien sea y que todo y todos te chupen un huevo.

El orden es indistinto claro está:

  • Medir 1,95mts y tener brazos largos.
  • Pesar 130 Kg, tener barba larga, ropa de cuero, tatuajes  y ser motoquero de los Hell Angels.
  • Tener una espada laser colgada de la cintura.
  • Ser sensei  3er Dan o superior de Kung Fu estilo Choy Lee Fut.
  • Ser presidente de un país.
  • Haber ido al gimnasio desde los 6 años.
  • Ser miembro activo del hampa local o de la mafia china.
  • Tener menos de 4 años.
  • Vivir en un barrio re picante y andar calzado.
  • Ser mina y estar rica como Gisela Campos y encima usar calzas negras.
  • Ser cura y tener la apariencia de Jesús.
  • Ser de la policía motorizada y usar Raybans.
  • Ser Batman o Gokú.
  • Tener la cara de Falcioni.
  • Ser huérfano.
  • Estar poseído por uno o varios espectros.
  • Ser jefe de la barrabrava de cualquier club aunque sea el más pedorro.
  • Ser loco. Como el loco Juan por ejemplo.
  • Ser africano y llamarse Elber Galarga
  • Ser un zombie.
  • Peinarse como Lady Gaga.
  • Ser el mejor o uno de los mejores mundo en alguna disciplina deportiva (Maradona, Messi o Zlatan por ejemplo, y   varios etcéteras mas).
  • Ser un monje Shao-Lin

Bien, algunas otras características las he omitido intencionadamente, porque la lista podría haber sido demasiado extensa para la nota. Pero el asunto en donde mis sinapsis neuronales colapsaron fue en el siguiente entuerto: ¿Qué pasaría sin mezclamos más de una de estas cualidades al azar en una persona?  ¿Seguiría esta emanación de respeto y temor intrínseco hacia el que las posee? ¿Se le seguiría considerando “peligroso” o “de cuidado”? ¿Podrían estos nuevos seres mutantes hacernos callar la boca con solo la mirada como los de la lista anterior?

Creo vislumbrar que estas «cualidades mixtas» se anulan o potencian su efecto si se encuentran varias en una misma persona.

A ver, probemos esta nueva tesis y procedamos a mezclar estas características  para luego analizar las diferentes reacciones que podrían  aparecer en la gente común, o sea nosotros, en situaciones de riesgo.

Comencemos con las simulaciones:

Persona que vive en el barrio picante, que está rica como Gisela Campos, se ponga calzas negras y sepa Kung Fu estilo grulla.

Análisis del efecto causado: probablemente esta persona sea la más cogida del barrio o un yiro de medio pelo en la costanera, que es en donde la deja la línea 50. Seguramente el kung fu no lo practica en el barrio porque en cuanto atina una patada voladora tiene 5 guasos carpeteandole la tuna.

Persona motoquera de barba larga y ropa de cuero, miembro de los Helll Angels, y además de haber aprobado el seminario de cura, se parece a Jesús.

Análisis del efecto causado: Seguramente este tipo es más bueno que pedo en el agua y anda en una Motomiel 110 tuneada.  Los tatuajes que podría llevar serian de temas eclesiásticos como por ejemplo la ultima cena, pero en lugar del cáliz un porron, etc. El efecto que causa en los demás es carente de peligro; gente digna de ser invitada a tomar el té.

Persona con doble vida que en realidad es Batman o Gokú, con la cara de Falcioni y una espada laser colgando de la cintura.

Análisis del efecto causado: con este tipo definitivamente no me metería.

Persona de 1,96 mts, brazos largos, nativo de África y llamado Elber Galarga.

Análisis del efecto causado: Con este tipo tampoco me metería y menos aún le daría la espalda.

Persona zombie y presidente de un país.

Análisis del efecto causado: Glup!

Persona infante menor de 4 años que forma parte del cuerpo de motorizada y usa Rayban verdes.

Análisis del efecto causado: Este pendejo con un triciclo es una bomba de tiempo. Es un futuro peligro social,  pero seguro sucumbe ante las tentaciones de hacer la vista gorda por un chupetín y un palito helado de agua.

Persona que asiste al gimnasio desde los 6 años con la cara de Falcioni

Análisis del efecto causado: Este ente no coge ni aunque levante una mancuerna de 5 kg. con la chota. Inofensivo social.

Persona que es cura, que tiene la apariencia de Jesús y encima quiere ser mina y estar rica como Gisela Campos, y si esto fuera poco le gusta andar con calzas negras.

Análisis del efecto causado: O sea, un cura gay. Para los memoriosos existen varios casos mediáticos. Hubo uno que le decían “cunnilingus” porque cada tanto se comía un pendejo. Inofensivo para el sexo femenino al menos.

Persona agente de la policía motorizada, que usa Rayban verdes,  y que es  miembro activo del hampa local o de la mafia china

Análisis del efecto causado: ¡Shit! … ¡no conozco ninguno así!  ¡Lo juro! ¡Lo juro!

Persona motoquera con ropa de cuero y presidente de un país.

Análisis del efecto causado: Este casi es el modelo de Budou, solo por un escalón jerárquico. También llamado motochorro. Peligroso para el bolsillo ajeno.

Persona africana, de 1,96 mts y brazos largos. Llamado Elber Galarga y que está rica como Gisela Campos en calzas negras.

Análisis del efecto causado: Manso travesti  brasilero; en erección parecería un letra T acostada (¡ojo! Lo sé porque me han contado…). Su peligrosidad es inversamente proporcional a la distancia que nos separa de su súper-manija, o sea, mientras más lejos mejor para nuestro local del fondo.

Persona huérfana, con la cara de Falcioni y falta de salud mental. Y además, policía motorizado (pero de transito de Capital).

Análisis del efecto causado: Con este pobre tipo la vida se ensañó. Peligroso porque espera la revancha con la vida como quirquincho agazapado. Posible mártir de la Yihad a punto de volar un persa un sábado a la tarde.

Persona monje Shao-Lin, huérfano y presidente de un país

Análisis del efecto causado: ¡Algo así como el Dalai Lama!  Un tipo capo y lindo. El amigo que todos quisiéramos tener.

Persona nativa de África (en este caso llamarse Elber Galarga es optativo) y medir 1,95mts y tener brazos largos y estar en un barrio picante.

Análisis del efecto causado: Este es un africano turista comprando falopa. No sabe adónde se metió. El peligro es inverso.

Estamos llegando al final queridos lectores, podríamos seguir un largo rato; interconectando estas cualidades y analizando sus resultados. Tenemos aproximadamente 400 combinaciones de características (y 3600 aprox. si tomamos las “sub-características”) que se anulan o se potencian  unas a otras de acuerdo al poder de las mismas.

Así que amigos míos, os dejo pensando y con la inquietud de saber a cuál de estos grupos pertenecen; o simplemente seguir experimentando con nuevos hallazgos para dar cuenta si al final son unos “pesados” o están dentro del cuantioso grupo de los intrascendentes.

Escrito por Ismael Mascapone para la sección:

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