/Calle 13: “Hipótesis del Hombre Gladiador”

Calle 13: “Hipótesis del Hombre Gladiador”

El hombre como ser que necesita sobrevivir ante situaciones extremas, saca a flote su alma de guerrero, siempre siendo el más fuerte o ávido quien triunfa sobre el más débil o lento de mente.

Ayer domingo, decidí ir a ver Calle 13. O más bien, a la gente que asistiría a tal evento. Sinceramente mucho no conozco de la banda, alguno de mis pacientes que he atendido, me los han nombrado y hasta recomendado, pero nunca me detuve a escucharlos.

Más allá de su música, me interesaba estudiar a cada individuo, o grupo de ellos, que asistiría, así que tomé mi libreta, mi lapicera y salí hacia el lugar en donde se congregarían más de 70.000 personas. Mi fortuna fue tal que, una de las principales figuras de la televisión mendocina va a mi consultorio y me había conseguido un pase de prensa, lo cual me permitió observar a fondo cada una de las situaciones que antes, durante y después ocurrieron y me llamaron la atención.

Al llegar al lugar en horas tempranas me encontré con distintos grupos de personas que se identificaban entre ellos de acuerdo a sus futuros objetivos durante el recital. Estaban aquellos que peleaban hasta la última gota de cerveza introducida en una botella plástica. También se encontraban las personas que, desconociendo el ámbito, se habían acomodado con sus reposeras en pleno campo, cuya lucha por mantenerse fue inútil y finalmente, derrotados por quienes disputaban los primeros lugares intentando llegar lo más cerca de la valla, decidieron re acomodarse varios metros atrás.

Además, en el sector presa, sucedían diversas riñas y batallas entre periodistas y camarógrafos quienes, por sus propios y escasos medios, improvisaron con tablones y banquetes una especie de palco elevado. Acá perduraba el más fuerte y el que se las ingeniaba para que en un espacio de 3 cm cuadrados, lograr la mejor imagen, foto o video de la noche.

Cuando parecía que todo había terminado al fin, pude observar la contienda más dura y desesperada de la noche: el intento de cientos de personas intentando volver casa. No importaba si eran niños, jóvenes, adultos, embarazadas. Acá no había beneficio ni prioridad para nadie a la hora de conseguir un lugar, sea como sea, en los escasos colectivos que cumplían su reducido recorrido a causa de las altas horas de la noche, hacía más desesperante la situación.

Unas 600 personas agolpadas en el control de la línea 1 corrían por su espacio en la unidad que saliera. Pero por un par de horas no sería así. Los micros no se movían del lugar. La puja de las personas por intentar subir de manera frenética al que parecía, sería el último bondi a casa, era una constante. Las horas pasaban y resignación por permanecer ahí hasta el amanecer parecía ganar la pelea. Finalmente choferes aparecieron y, los más fuertes y capaces, lograron subirse y volver al lugar de donde salieron hacía casi 8 horas.

Queda claro que el hombre por naturaleza es un gladiador, enfrentándose a lo inesperado con la sola fortuna de salir victorioso, sea cual fuere el precio y en el ámbito que le toque vivir sin importar el contexto.

También podes leer:
12 frases para desayunar al directorio si te olvidaste los informes


ETIQUETAS: