/Me chorié dos pollos, no una gallina

Me chorié dos pollos, no una gallina

Me chorié dos pollos, no una gallina

Los más peligrosos delincuentes que cometen tan aberrante delito son juzgados y condenados por la justicia bajo la carátula de privación ilegitima de la libertad del ave en cuestión; con condena atenuada si la víctima es pollo, no así, si el delito es contra una gallina clueca, computando al reo penas por cada huevo que deja de poner el bípedo animal.

Tenía la duda si era parte de la realidad o sólo había sido una expresión urbana que se instaló como un cliché en el acervo cultural, respecto si había sido la provincia de Mendoza pionera en poner tras las rejas a tan peligrosos criminales.

Mi primera reacción fue llamar a la Penitenciaría Provincial, luego de explicarle al guardia de turno, obtuve por respuesta una disculpa y un corte abrupto en la comunicación. Después, fui a los Tribunales Federales y al Poder Judicial, nada de nada, no había ningún registro o expediente de aquel suceso. Que lo parió, otra versión sin sustento y fuera de toda realidad o el secreto mejor guardado de la historia judicial provincial.

Recibo una llamada de número desconocido, atiendo, una grabación me alerta que la comunicación es desde dentro de una cárcel pública, el bullicio de aquel lugar no me deja escuchar con claridad y cortan, luego ingresa en mi casilla un mensaje de texto… “Pabellón de ex-Funcionarios Públicos”.

Subo a un taxi, Boulogne Sur Mer y Aristóbulo del Valle, urgente. Llego e ingreso al Penal, me pareció que me estaban esperando, empezamos a caminar por los pasillos y al no saber a quién debía contactar o por quién tenía que preguntar, comencé a impacientarme.

A medida que nos acercamos un ruido ensordecedor de gente hablando, al llegar el guardia me deja solo, separado de aquellos funcionarios deshonestos por una puerta blindada, marca black-nylon. Ingreso… y para mi sorpresa, un radio-grabador doble casetera a todo volumen y un señor entrado en años, nadie más.

Veo que se incorpora y se dirige al aparato de audio, a Dios gracias lo apaga, el silencio total nos invita a compartir una charla informal. Me presento… y la duda del millón, en la llamada y ahora al ingresar, pensé que había superpoblación de internos en el pabellón, pero no.

– Felipe Codagzo, Doctor en Historia, un servidor. Le cuento, soy el único preso en el sector y el audio es por si viene la prensa o alguna ong, la idea es hacerles creer que hay funcionarios corruptos encarcelados, al escuchar gente no ingresan y se van, cada 30 minutos doy vuelta la cinta.

– Entiendo, seré curioso ¿por qué está privado de su libertad?

– Por las Damas, Paso a explicarle… no es lo que cree, no soy de esos. Hice una investigación y determiné que las Rutas Sanmartinianas son seis más una alternativa, San Martín lo dice a Miller en una carta y en las instrucciones a Freire que tome por el camino que crea más practicable; sumado al planchón me comí un garrón, pero… mejor hablemos de su tema.

– Ehhh… sí Doctor. La idea es determinar si la Justicia mendocina estuvo a la vanguardia al condenar por privación ilegítima de la libertad de pollos y gallinas a los que cometían estos ilícitos. Creo sería un buen antecedente para una institución que no está cuestionada en lo más mínimo, pero Usted sabe, siempre hay una primera vez.

– Ufff… tema más complicado que elefante resfriado, mire amigo, le voy a comentar una causa emblemática que se inició con una denuncia de San Martín el 30 de noviembre de 1815:

“Se nota con bastante dolor por este Gobierno que a pesar de la vigilancia de los encargados del cuidado de la caballada, que han franqueado los vecinos de este pueblo, se extraen de los potreros donde se hayan porción de ellos, y siendo indispensable cortar este abuso (…)”.

– No sabía Doctor… recuerdo que una semana antes San Martín había donado la mitad de su sueldo y había tenido que vender un mueble por algunas urgencias económicas que le habían surgido.

– Así es, le cuento… no es que quiera escarbar en el pasado, sino que, el Juez aún no cierra la causa por el robo de los caballos y sigue llamando testigos a declarar.

Veo que se incorpora y se dirige al aparato de audio, lo sube al mango y en menos de dos segundos, dos guardias penitenciarios se hacen presentes en el lugar, me señalan la salida y procedo a retirarme. Antes de partir alcanzo a escuchar de boca del Doctor…

– Archivo Nacional de Chile, Sección Archivo de Reales Provisiones, 53 Folio 204. Váyase que me compromete, por favor no vuelva.

Tenía la data… me rajo hasta calle San Martín, subo al 63 y de ahí al aeropuerto, las oficinas llenas de gente; voy al quiosco… compro unos dólares, saco un pasaje en Aerofranjas Argentinas, pago el monotributo, juego 5$ al 44 a la quinela y compro un vaso de leche, el quiosquero tenía una vaca atada a la caramelera. A volar…

Llego a Santiago de Chile, tomo la micro y de una al Archivo Nacional, entro… me hacen llenar unas formas por la documentación solicitada, la secretaria levanta el teléfono y hace una llamada, baja el director y me pide que lo acompañe, previo me despojan de mi celular y de la cámara de fotos, me palmean y me hacen entrar a un recinto contiguo a la Sala de Investigadores.

– Usted viene de parte del Doctor Codagzo, nos avisaron de su visita, le pido disculpas por mi actitud. Le voy a mostrar el documento solicitado y no lo toque, debe leerlo y memorizarlo, no más…

“Con fecha 9 de enero de 1633 a petición de Fernando Bravo, vecino feudatario de Mendoza, se dicta Real Provisión a fin de que se envíen los autos seguidos por el Teniente de Corregidor de la Provincia de Cuyo, Antonio Moyano, contra un indio de su encomienda porque mató dos pollinos y se los comió con otros indios”.

– Ah bueh… entiendo, pero me falta la condena para que quede constancia que el que las hace las paga, me parece una medida ejemplificadora que haya llegado a la Real Audiencia de Chile el máximo Tribunal de Justicia de la época un delito de tal envergadura, bien por don FERNANDO… ¡ya! calle, plaza o escuela, acto en la Legislatura y discurso emotivo.

– Disculpe, la sentencia no hay ninguna posibilidad que se la entregue, es un documento clasificado y está en el Cuerpo Médico Forense de Chile.

– Upsss… ante la negativa me voy al aeropuerto, mientras subía las escalinatas del avión recuerdo una sentencia del 28 de mayo de 1652, el Cabildo de Mendoza emitía una orden… y para aquellos que no la cumplían, si era español una multa pecuniaria, y si era negro, mulato o indio, la pena eran 200 latigazos y se les cortaba el pelo, quizás, el dinero de la multa era para el peluquero o para curar las heridas gangrenadas y el médico.

Ya en vuelo… un mensaje por whatsapp, era de Codagzo: “si le quitas la libertad a un ser humano en nombre de Dios, él será un esclavo y tú será el patrón; si la Justicia Divina existe… él será libre en el paraíso y tú serás condenado al infierno por …”. Antes que termine de leerlo, “este mensaje fue eliminado” por el emisor. Jamás volvería a saber del Doctor.

Escrito por Mauro Jaja para la sección

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