/Cinco negocios garronazo que no te debés poner jamás en Mendoza

Cinco negocios garronazo que no te debés poner jamás en Mendoza

¿Quién no junta sus primeros manguitos y sueña con ser empleador y hacerse un magnate empresario? ¿Quién no está re contra podrido de sus jefes odiosos y compañeros de laburo mala leche y no ve la hora de juntar dos mangos para poner su “propio negocio”? ¿Quién no ha pensado en incurrir al menos en uno de estos curros? Todos, sencillamente todos lo hemos hecho.

Bueno queridos amigos, es por ello que, habiendo metido mis manos (y mi guita) en casi todos estos rubros, paso a comentarles porque no deben ser tan estúpidos y malgastar su plata en estos insufribles, patéticos, insalubres y pésimos negocios en Mendoza.

Kiosco: te rajaron del laburo y cobraste una indemnización o vendiste tu auto para independizarte y te pusiste un kiosco… error papá ¡error fatal! Primero y principal acostúmbrate a ser cagador y cagado; cagador porque tu ganancia real está en endosarle como vuelto por “no tener monedas” caramelitos Alka a la gente altísimamente sobrevaluados. Te tenes que transformar en un chanta donde solamente los vueltos redondos van a ser los devueltos, debes llegar a la caradurez de ¡devolver $0,90 centavos en chucherías si cobras $1,10! Y vas a ser cagado porque jamás de los jamases de la historia de la humanidad un empleado de kiosco no te va a chorear, aunque lo tengas en blanco y le pagues todo en tiempo y forma el chabón te va a robar. No hay chances de que no. Además tenes que gastar fortunas en comprar cigarrillos que no te dejan un mango y que solo sirven para meter de prepo algunas pelotudeces extra, como chicles, encendedores o caramelitos. Los proveedores no te dan crédito, tenes zarpada competencia, las chances de diferenciarte son nulas, la municipalidad te vuelve loco porque sabe que te vacunas a Afip, tenes que lidiar a diario con la falta de monedas y corres el riesgo de que un santiamén se te meta un chimbita y se lleve la recaudación del día en un bolsillo.

Bar: si prestan atención, solamente dos cuadras de la Arístides mueven gente; la cuadra de Barlatina, y la siguiente, la de William Brown. De ahí saltamos a Jhonny B. Good que mueve gente y al mítico Por Acá, que ya son leyenda. Lo demás esta muerto. Entonces… si partimos de la base de que la calle Arístides es el cenit de los bares, y aun así solamente dos cuadras andan bien y nada más que unos 10 bares de 50 que deben haber… ¡estas en el horno! Es mentira que el dueño del bar la pone como loco, porque en cuanto saca los ojos de la caja, se lo duermen con los tragos, con las jarras, con las promos, con las pizas, con todo. Es el laburo más esclavizante que existe, mientras todos están de joda escaviando, vos estás como un choto laburando. De día, mientras todos laburan, vos estás internado y quemado en una cama, como un patético vampro. O sea… ¡no estamos en Ibiza chabón, es Mendoza! Si cobras caro no va nadie, si cobrar barato se llena de gente de mala muerte, que consume dos pesos y se queda toda la noche refugiado en tu antro. Los vecinos te odian por poner música, por las meadas en la calle, por los gritos, por el ruido, por la mugre que dejas, tus amigos no van porque cuando van estas todo el día laburando, tu novia te odia porque cree que la pones como loco cuando ni siquiera te dirigen la palabra y, sobre todas las cosas, ¡las minas no te ven como un rockstar, no te quiere garchar nadie y los vagos te ven como un cancherito pelotudo!

Boliche: No existe en Mendoza un solo boliche que haya perdurado en el tiempo. Cambian de nombre, cambian de dueño, cambian de lugar, cambian de gente. No se sabe porque misterio humano el mendocino no es fiel a un boliche, a menos que sea estacionario, pero ni así. Te gastas fortunas en la construcción de un mega boliche, contratas diseñadores de interiores franceses, pones el mejor sonido brasilero, contratas un Dee Jay alemán, las mejores pantallas de led inglesas, armas barras estilo americanas de cientos de metros, regadas por los mejores licores europeos y centro americanos, en manos de los más exquisitos bartender’s españoles, pagas las más hermosas, curvilíneas y perras promotoras menducas para que repartan los folletos tan estéticos y bien armados como la tapa de la revista Vogue, usas de RRPP’s a los Licenciados en Relaciones Públicas más facheros, cancheros, famosos y con amplísimas aptitudes de liderazgo para que te manejen la venta y preventa de entradas, promocionas en el canal 7 y en el 9, en la estación del Sol, en la Brava y en la Coope, además en todos los diarios, de tirada callejera y online y cuando está todo listo y tenés las manos abiertas esperando que la guita te entre a chorros como si se rajase el Dique Potrerillos, ponen en a media cuadra de tu boliche un antro espantoso, cuya promoción se hizo por Facebook, donde solo venden Fernet Otone y Cerveza Palermo, con un Winamp y un playlist bizarro como Dee Jay, sin ninguna luz, con el piso de pasto y las paredes de nylon y lo abarrotan de gente, fundiéndote como el más gil de los giles y pasando tu inauguración sin pena ni gloria.

Video Club: gastaste paparruchadas de guita en comprar diez mil películas en VHS, salieron las películas en DVD; vendiste todos los VHS por dos mangos y gastaste imbecilidades de plata en comprar DVD, salieron las pelis en Blu Ray; invertiste un auto en juegos originales para la Play 3, te la chipearon in your face; te compraste una compu para bajar pelis de internet, te bloquearon Megaupload y Cuevana, tenes que pagarle a un chanta informático que sabe como bajar pelis para poder competir ¡Para colmo en la esquina de tu casa venden a $5 la misma película que vos alquilas a $15! No hay chances de que un Video Club funcione, ¡desde mediado de los 90 que no es negocio! ¡Es peor que ponerte un pool, tarado! Para como las pelis no te las devuelven, no tenes formas, ni ganas de reclamar, la Afip te mira con malos ojos porque no emitís una fucking factura y ya no sabes que chirimbolo más agregarle a tu negocio; le has colocado desde chocolates y pororos en invierno, hasta gaseosas y helado en verano. El video club se parece a un mercadito chino donde te podes llevar desde un Koala, pasando por una peli, hasta una Motomel.

Consultora: ¡por fin te recibiste atorrante!, ahora que sos contador / abogado / licenciado en administración / marketing / recursos humanos / economía o cualquier tecnicatura pedorra, te sentís capacitado para decirle a un tipo que tiene cuarenta años de calle laburando como debe manejar, financiar y administrar su negocio y como hacer para aumentar sus ventas. Te juntas con otro imberbe entrajeado como vos, se cortan el pelo, se compran corbatas cancheras y perfume, alquilan una oficina de 2 x 2 en pleno centro, le pagan $2 a la hermana o novia de uno para que haga las veces de telefonistas, se duplican el apellido (en el caso de los abogados), y se arman una “consultora”. Al cabo de un año te quejas porque los únicos clientes que tenes son: la empresa de tu papá o el papá de tu socio, el kiosquito de un amigo, el Video Club del barrio, el boliche de un choto que se creía que contratando una consultora la iba a romper y un bar al que le laburas ad honorem porque te crees que con tu sapiencia vas a poder sacar de la lona. ¿Por qué no mejor te dedicas a trabajar en serio un tiempo, en una empresa seria que te enseñe antes de hacerte el Donald Trump menduco?

Fuente de imágenes:
www.terra.es 

También podes leer:
Los 10 autos más feos que han pisado Mendoza (segunda parte)

El año pasado escribíamos:
Vuelven los típicos aforismos de Fer Hidalgo

ETIQUETAS: