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¿Cómo dejar de ser el “pito chico” de las minas?

¿Estas podrido de que se te caguen de la risa?

El tamaño del pene para un hombre significa mucho. Incluso con el tiempo y la experiencia he descubierto que nos importa más a nosotros que a las mujeres en sí. Así como cuando las minas se visten ricas para competir con otras mujeres.

Durante años, nos hemos concentrado en cuanto mide nuestro miembro como si no importara también saber tocar una teta (tema para otra nota), saber chupar o conocer el cuerpo de la mujer y cómo tratarlas.

Es una debilidad y la mujer lo detecta, por eso ni bien les cortás te dan donde más te duele y dicen: “Me dejó, pero igual la tenía chiquita”. ¡Basta! ¿Porque nadie les responde: “si, la tengo chiquita, pero te movías como un pez cuando te colaba la mano mientras te apretaba el abdomen, glotona”? Seguro porque nunca lo has hecho. Si te están por dejar, ya tenés por dónde empezar…

Volviendo al tema, una vez, hablando con una amiga que tiene más calle que Ciudad Capital, me dijo una verdad que me cambió la vida.

“Lo que importa no es ser pijón, lo que importa es comportarse como tal”

Los pitos chicos, según las mujeres se comportan extraño, hasta se ven extraños. Ser pijón, pasó de ser una cuestión morfológica y natural, a convertirse en una cuestión de actitud. El pijón se tiene fé, va de frente (como la lista 8). El pijón habla con una mina y la mira  a los ojos, porque sabe que las tetas se las va a ver en unos minutos. El pito chico en cambio, mira todo lo que puede, sacando fotos mentales para tener que hacer en momentos de privacidad. Vas a encontrarlo mirando el instante justo en el que una mina se sienta adelante, o mirándole las manos a las chicas cuando se agarran del caño del bondi, fotos, fotos, fotos everywere.

Los “pijicorti” buscan llenar el espacio vacío de sus calzoncillos con conocimientos, formas raras de vestirse, formas raras de hablar y mienten mucho. Este tipo de hombre es el primero que confunde el sexo con el amor, puesto que su condición de desconfianza hacia él mismo, hace que el hecho de coger con alguien sea un acto de entrega hacia la otra persona. No digo que esté mal tener estas actitudes, pero en un mundo donde se puede coger en cualquier momento, hay que buscar un punto medio de adaptación.

Ser pijón como actitud, requiere pequeños cambios en tu vida:

Tratarlas a todas como si fueran feas: Esto no significa que tengas que darles Bayaspirina para el dolor de cara. Me refiero a que hay que mantenerse en calma y en una posición relajada, aunque estés hablando con la mina más rica del mundo. La finalidad en este tip, es que nada te sorprenda, que a la chica en cuestión la hagas sentir como que estás acostumbrado a estar con gatos de su especie.

No tener erecciones: Las mujeres tienen buen olfato y además te “paquetean” constantemente con la vista. Si mientras hablás con ella se te para durísimo, ella lo va a notar (y vos también, ja). A las minas no les gusta que mientras están hablando vos te estés haciendo una paja mental, ubícate.

No dejarte bigote: Nunca he visto a un bigotudo con mansa pija.

Darle su espacio: El pijón nunca tiene miedo que una mujer se le escape, porque sabe que hay otras. Ya sé que vos tenés una de pedo, pero ella no tiene por qué saberlo. Dejá que la mina haga sus cosas y vos hacé las tuyas. Recordá que la tenés muy grande, enorme (simbólicamente) y que si no te la crees vos, no se la cree nadie.

No tratarla de conchuda: El otro día hablando con un amigo me decía: “No sé porque las minas tienen el tupé de medir nuestras pijas y clasificarnos, siendo que a ellas nadie les dice que tienen colgajos hasta la rodilla, o que son re conchudas”. Eso fue un comentario muy “pito-boy” (pito chico), nunca le digas conchuda a una mina, si te baila, siempre es culpa tuya.

Siempre estar listo: Uno de los peores males de los pito chico, es que están tan acostumbrados a no ponerla, que pierden la costumbre de preparar la artillería para el amor. Tu actitud al salir con una mina tiene que ser la de “Hoy me pongo el bóxer blanco, porque cojo”. Nunca salir con una actitud tipo “Este calzoncillo tiene un parche en los huevos, ah, a quien le importa”. Lo mismo tenés que hacer con detalles como salir siempre con unos mangos de más para el telo, forros, chicles, medias muy limpias y perfume en el auto.

Amarte: Si no te querés vos, no te va a querer ni tu vieja, mamón. Si la mina ve que sos capas de tirarte al piso embarrado y dejarte pisar para que sus tacos no se ensucien, de entrada tenés concha. A las mujeres hay que quererlas, pero nunca más que a uno mismo.

Conocer Las Heras: Supuestamente ahí son todas putas, te va a servir de práctica.

Nunca arreglarte más que una mujer: A las mujeres les gusta ser ellas las lindas. No dá que seas un metrosexual que te encremás mas que ella, o que tu peinado denote más trabajo que el de la chica en cuestión. Eso déjaselo a los gays o a los precoces.

Esos son algunos tips para tener una actitud de “big dick” lo cual no significa que vas a ganar minas siempre, pero al menos si te va mal, vas a salir digno del asunto. Igual, siempre está la traidora hija de puta de la divina proporción. De ella nacen la ley de la “L” y la pregunta de ¿Cuánto calzás?

Contra estas no hay disimulo, ¡Son leyes muy reales man! Pero, podés cortarte las manos, ponerte dos garfios y usar siempre zapatillas 54, aunque tengas que atarte re fuerte los cordones, eso te transformará en un sexy indescifrable.

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