Toda red social que se ha inventado fue con la simple intensión de hacernos más fácil la tarea de sociabilizar con el resto de la humanidad. Nosotros, claramente, no le damos el uso correcto.
Por ejemplo: Facebook literalmente es una herramienta utilizada para cagar a las personas, lo que genera desconfianza y la misma nos lleva a invadir explícitamente la privacidad de nuestra pareja ¡cueste lo que cueste! He visto a muchas mujeres volverse bizcas de tanto “relojear” la contraseña que el boludo cambia todas las semanas porque les saca la ficha. Conozco tantas, tantísimas parejas que dejaron de serlo por celos estúpidos y sin fundamentos que si se las nombrara a todas, cuando termine de escribirlas me va a dar paja y no voy poder seguir hablando de lo que quiero.
Instagram, otro claro ejemplo, es la fuente a la que recurren los tipos por las imágenes de minitas en bolas tras hallar la excusa perfecta para mirar pornografía “implícita” sin tener que recurrir al porno chino donde no pueden distinguir quién es el hombre y quién la mujer.
Peeeeero mi adorados tormentos, un día se creó whatsaap como herramienta de comunicación alternativa para los ratas como vos y como yo que no queremos gastar tres mangos por un mensaje de texto. No te culpo, hacés bien. En fin.
Se vuelven locos por agendar el número de la persona con la que van a intentar intercambiar fluidos y empiezan a revisar si cambió o no la foto de perfil. Ojo, pasarle la lengua a la pantalla cada vez que amplían su foto de perfil no cuenta como algo normal. Pero yo soy más loser que ustedes así que no los puedo juzgar. Los estados que esa persona pone en whatsaap nos atormentan porque vemos “palos” por todos lados. Ni hablar si se trata de alguna frase del tipo “me gustan los besos bajo la lluvia” y con vos lo máximo que hicieron fue tranzar con un poco de viento zonda en Tunuyán. En ese momento ya se sienten cornudos/as.
La relación increíblemente avanza y junto a ella nuestro nivel de “novios psicópatas”. Avanza tanto que no soportamos enviar un mensaje, que nos respondan a los veinte minutos y al instante se desconecten. Entiendo que para que te los respondan cada media hora seguiríamos usando los mensajes de texto pero ya les mencioné el costo de los mismos, así que se lo van a tener que fumar en pipa.
El Apocalipsis se aproxima cuando está en línea y no es con vos. Como locos de mierda que somos no toleramos esa situación pero tampoco queremos que se dé cuenta que estamos a punto de prenderlos fuego, entonces le escribimos alguna boludez que nunca falla. Corrección, no fallaba porque no te lee. Y para esa altura vos ya tenés la cabeza llena de cuernos imaginarios y hasta se te subió la bilirrubina como cuando tenías nueve meses.
¡Atención! No te desmayes ni mucho menos lo cagues a tiros. Yo les traigo la solución:
- ¿No te contesta cuando le hablás? OK
- ¿No te habla pero está en línea? OK
- ¿Escribe frases en su estado de artistas como marama o rombai? No hay problema, todos tuvimos mal gusto.
- ¿Estás leyendo esto como una publicidad de sprayette? ¡Bien ahí!
En síntesis: las personas no cambian a menos que se ganen 670 lucas en la lotería. Pero como no tenés el culo de Ottavis ni su panza (algunos sí pero no se las estoy viendo, a la panza) debemos dar lo mejor que tengamos para que las cosas funciones. De no ser así, al menos nos queda la recompensa de saber que dimos todo. Podría hacer la diferencia entre los hijos de puta a los que no les importa nada y los que valen la pena, pero tanto a hombres como a mujeres nos chupa un huevo u ovario (el izquierdo) y mientras más soretes sean con nosotros mucho mejor. Nos gusta el agua sucia y los hijos de puta. ¡Increíble! Les amo.
JAJAJAJAJAJAJAAJAJ… Lo ameee…