/El Hijo de P*t@ de Luzuriaga

El Hijo de P*t@ de Luzuriaga

(Nunca me voy a olvidar, yo era un pibe recién, me pidieron que haga una entrevista para la escuela a algún personaje de la zona. Y mi abuelo me sugirió que vaya a verlo al Gran Luzuriaga. Llegue, era una choza muy venida a menos, con muchos perros afuera y adentro. Le explique muy poco a Luzuriaga que es lo que venia a hacer, note como le brillaron los ojitos, saco un radiograbador viejísimo, apretó un agujero donde alguna vez estuvo el botón de “play” con un palillo y un casette empezó a sonar)

“…Hermosa tarde dorada de otoño, hermoso día para dormirse una siestita de puta madreeeeee… Nos encontramos reunidos hoy para la final del descenso entre Bajo Atuel vs El Equipo Contrariooooo…. Auspicia alfombras Palomino, ALFOMBRAS PALOMINO SIMEPRE A TUS PIESSSS”

(…Gritaba el locutor del estadio tratando de caer simpático a través de unos parlantes viejos, de esos que se usan para cambiar maples de huevos por baterías viejas. De repente, apretó el “stop”).

 A mí pibe me han venido a hablar de Di Stefano, Kempes, Maradona, La Chancha Mazzoni, Messi…  con aires de vendedor de biblias, queriéndome enseñar a mi, A MI lo que es el fulbo´. ¿Yo?, yo te voy a hablar de mí.

La cancha del Club Atlético Exploradores del Bajo Atuel no sabía lo que era el cemento: tablones viejos y parchados hacían las veces de populares, mientras que desteñidas reposeras de los vecinos en el playón de enfrente se ubicaban de plateas preferenciales. Nuestro equipo iba último, en parte por mi culpa, pero todo era porque las personas son unas hijas de mil putas pibe. Está bien, a mi me gustaba el chupe, bueno mejor, a mi me gusta el chupe, pero lo del vomito del partido anterior fue culpa de los nervios ¿me entendes?, que llegue con olor a fernet a jugar no les da derecho  a opinar si vomito por borracho o por stress. Además los que más opinan son ellos, ellos que en su vida patearon una pelota o amanecieron con una botella abrazada, o al revés. Son mediocres pibe, vos no los escuches porque a los cracks como yo nos odian.

(Volvió a poner, según creo yo, “play” y el casette continúo sonando)

“… Empiecen a ocupar lugares señoras y señores, los equipos ya se alinean en el circulo para comenzar lo que será el partido decisivo para saber quien desciende al Argentino T, ahí vamos a la Flaca Espinoza, empieza a salir el 3, Gualicho Ordoñez viene de capit…”

(Stop)

Que el locutor diga que ese mamarracho de cal era un círculo central era más una expresión de deseo que otra cosa. Yo en ese momento, todavía estaba en el vestuario. Estaba repasando la jugada mentalmente, aquella jugada maravillosa que me llevaría a la gloria, el momento de la explosión de la gente y todo mientras me acomodaba los guantes. ¿Qué? Si pibe, yo era el arquero. Si, en serio, yo era el arquero.

Salgo a la cancha, o a ese montón de tierra y chipica con garabatos de cal. La gente se admira que hoy vengo peinado, a la gomina con raya al costado. La inmortalización de mi retrato no podía ser con unos rulos mugrientos para cada lado, caramba. Mi buzo negro que lave anoche se reluce y yo siento que es un frac, un traje de casamiento de una novia que nunca tuve porque vivía en pedo pibe, pero no me preocupaba nada porque ese día era el día de mi consagración. Mínimo un Boca me llamaba después de esto, si, mínimo un Boca. Con mis 38 años y esa jugada bajo la manga podía ir a cualquier club que quisiera pero igual, al exterior no. Hay que saber decirle que no al éxito y a los dólares, pero ¿sabes por que al exterior no pibe? En el exterior hay mucha droga y barata, la droga es mala pibe, no te drogues.

Desde la platea el envidioso hijo de puta de González me saludaba levantando su muleta, no me lo olvido mas. Resulta que él era el arquero titular, pero hace 5 fechas yo le había ganado el puesto, obviamente por mi dotes de arquero inigualables, aunque las malas lenguas decían que yo estaba ahí solo porque él se fracturo la tibia. Son unos resentidos mediocres pibe, y entre mediocres se defienden. A los personas que se acuerdan de aquello me viven diciendo que González tenía 23 vallas invitas en 30 partidos, que jamás le habían convertido más de un gol y que llevaba atajados no sé cuantos penales. Pelotudeces, pibe… son solamente pelotudeces de mediocre que andan con los numeritos de allá para acá pensando que de futbol se sabe por numeritos. Yo no sé leer ni escribir, me chupa un huevo los números pibes, a mi tráeme el fobal, traeme el fobal y ahí vas a ver. Perdoname pibe, yo llego a esta parte de la anécdota y se me hace un nudo en la garganta, ¿sabes?.

(Aprieta el “forward” unos 20, 25 segundos. En sus movimientos se nota que había hecho esto millones de veces, queriendo evitar el relato de un partido para llegar a lo que quería escuchar una y mil veces.  Se levanta a poner más agua en la pava y el locutor sigue con su relato)

“…no pasa la mitad de cancha… 1 a 0 va perdiendo Exploradores, y su decreto al Argentino T está prácticamente sentenciado… la gente se enoja con Luzuriaga, el gol fue culpa de él tras un mal saque que lo clavaron sin miramientos, pobre Luzuriaga.. ¡¿quién mierda se cree que es?! La gente lo putea y el arquero los aviva con las manos para que no paren. El Buitre Villalobos salva a Exploradores del segundo, viene el saque de banda del Equipo Contrario Futbol Club, cerquita del área local. La agarra el pendejo Aguirre, ¡cómo juega este pelado hijo de puta!, pasa a uno, dos tiraaaaaa ¡PALOOO! Se salva increíblemente de lo que era el segundo, ya la tiene en su poder Luzuriaga, la baja al piso, se viene acercando el pendejo Aguirre se la va a quitar y… ¡Luzuriaga le amaga y sigue! La gente lo putea de todos lados pero el arquero esta poseído, miraaale la carita, esta poseíd… ¡esta en pedo Luzuriaga de nuevo! Llega el defensor a pedirle la pelota, se le pone en frente, Luzuriaga lo choca, no le da bola y sigue, ya está llegando a la mitad de la cancha, 1 a 0 va perdiendo Exploradores, minuto 70 y pico por ahí… se acercan a marcarlo dos, ¡que quilombo Dios mío!… Este pibe no sale vivo hoy de la canch¡PASÓ A LOS DOS! Ya está lejos del arco, imposible volver, le piden a gritos que la largue, pero Luzuriaga no escucha, hace oídos sordos a las puteadas de los simpatizantes, a los que se suman ahora sus propios compañeros… Esta perfilándose para la banda izquierda de la cancha, le salen los defensores a achicar, ahí tira el centro, ¡y no!, amaga y sigue, encara para el medio señoras y señores es como si la hubiese pensado toda la vida a esta jugada, esto es una locura ¡que mierda haces pibe! Solta esa pelota que te van a matar pibe, ¡te van a matar!… empiezan a volar piedras para Luzuriaga, la gente enloquece… se frena Luzuriaga siempre con la pelota pasando ya la mitad de cancha, se acercan unos simpatizantes que han invadido la cancha con palos y piedras para matarlo, decididos a liquidarlo para acabar con la vergüenza, Luzuriaga corre sin soltar la bocha, esquiva un palazo, dos, cruza toda la cancha hasta la otra banda… Soltala pibe, te va a hacer mal, soltalaaa… los defensores contrarios no saben qué hacer, se quedan parados mientras Luzuriaga se mete al área chica, queda mano a mano con el arquerooo, ¡ahí lo tenes Luzuriaga!, no se puede creer, tiempo cumplido 1 a 0 perdiendo, se prepara para pateaaar…  y amaga! ¡el muy hijo de puta tira amagues en el área! la gente grita, los jugadores gritan, los contrarios gritan, todos dispuestos a matarlo… y yo no quiero ver más señoras y señores, ¡este pibe es un hijo de puta! Acomoda el cuerpo, elude al arquero, le queda el arco solo, ¡es el empate! ¡es el empate! Patea Luzuriagaaaaaa…”

Toma pibe, acá esta el mate.

(STOP. Apretó STOP el Gran Luzuriaga. Y yo lo abrace porque entendí todo)

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