Miraba mi departamento y no podía dejar de pensar en que lo iba a perder. Sin trabajo y en una ciudad donde no tenía parientes ni cercanos. No me animaba a llamar a los muchachos del fútbol porque… bueno, simplemente porque me daba vergüenza. Pero no era una vergüenza típica, era una puntada paralizante que cada vez que me lo proponía, caía derrumbado en la cama. Es que no me pasaba como a mis amigos. Mi trabajo era un laburo para hacer unos mangos, para vivir. Era un laburo para vivir nomás. En buena hora aparecía este pensamiento. Mis amigos del club estaban comprometidos con sus laburos, estudiaban sus temas, los discutían, el mío era rutinario, muy aburrido… Estaba empezando a darme cuenta de que algo se me había pasado por alto. Y ese algo, era la vida.
Agarré el teléfono para llamar a Tapita que tenía gente a su cargo y a lo mejor… pero corté. No. Me senté en la cama y miré la ventana. No. Sabía que iba a caer en lo mismo. Cualquier laburo que agarrase iba a hacer lo único que siempre supe hacer. Acatar y cumplir. Y ya no quería eso. Justamente por esa mecánica de laburo es que ahora que estaba sin trabajo sentía terror. Los muchachos se sienten seguros porque saben que saben. Saben hasta dónde pueden y en qué. En cambio yo no, yo podía hacer cualquier laburo que pudiera hacer cualquier persona. Jamás me preocupé en destacarme en algo, en ser mejor. Volví a mirar mi departamento, solo me quedaba para cuatro meses de alquiler, si fuera posible no comer ni gastar en nada esos cuatro meses. O sea, dos meses. ¿Nunca aspiré a cambiar el Renault 18? ¿Nunca se me ocurrió que yo podía vivir mejor? Tal vez lo que nunca contemplé fue el esfuerzo que implicaba, el riesgo. ¡Claro, eso! Nunca quise contemplar el riesgo. Y, para ser franco, ahora tampoco quería contemplarlo. Pero no tenía muchas opciones.
Después de dos días de estar encerrado en el departamento tomé una decisión. La más rara de todas, la que más miedo me daba, la que sentía que era un error: asumir el riesgo de vivir de mí. Si no soy un inútil, algo voy a poder hacer. Y no va a ser de corbata en un lugar donde me sienta seguro, porque ahí es donde estaba mi problema. En donde me sienta seguro, me acostumbro y me entierro. Tenía que empezar vendiendo panchos en la calle, o cualquier cosa. Tampoco podía tener gastos. Tenía muy pocos ahorros, así que decidí que el cambio debía ser radical. De ser un tipo convencional, pasaría a ser un buscavidas. Pensar que tantas veces me había burlado de los buscavidas…
Y entonces logré conectar lo que estaba pensando con el deseo ardiente que persistía en mi subconsciente.
No quise hacer las cosas bien ni con precaución. Mientras más cagón se es en la vida, más alto debe ser el salto. Sino se tarda una vida para todo. Así que llamé al dueño del departamento y cancelé el contrato, perdiendo los dos meses de depósito, lo que tomé como mi primer inversión en esta nueva vida. Vendí a mis vecinos la tele, la cama y la heladera que era mía. Lo demás era invendible. E innecesario, así que tiré las porquerías, doné a Cáritas parte de mi ropa (los dos trajes especialmente) y absolutamente todos mis libros, que no eran la Biblioteca de Alejandría, pero ocupaban varios estantes. Agarré un bolso con tres mudas de ropa y salí a buscar a Carmela.
De alguna manera ella me inyectó la crisis en la que me acababa de meter. Ella entera personificaba la libertad. Todavía recordaba con la falta de dramatismo que me dijo que la habían echado del restaurante. Su carcajada abierta en un mundo sin redes me hacía fascinar imaginándola a esta flacucha despeinada y sonriente caminando por un cable entre dos precipicios. No tomé ni un taxi ni un colectivo. Caminé con el bolso en el hombro cuadras y cuadras. Cada tanto paraba a mirar lugares a los que jamás había prestado demasiada atención. Pasé por una plaza muy linda y supe que allí volvería de no encontrar dónde dormir. El mundo se desaceleró de una manera violenta y la gente en la calle ya no estaba tan nerviosa. El sol no me mataba de calor, sino que me sorprendía con brisas muy agradables de cuadra en cuadra. Al fin llegué a los barrios adoquinados. “Falta poco”, pensé, y noté que ese ya era un cambio importante en mí. Más de tres cuadras era lejísimos antes de… antes de hacía un rato.
El lugar era un edificio-galpón. La fachada que ocupaba media cuadra tenía unas ventanas viejas, con sus fajas bordeando el vano, con ornamentos de claves floreadas en sus dinteles, con balconcitos franceses de rejas oxidadas, persianas marrones de tanta lluvia, pero por encima una bóveda de chapa acanalada la transformaba en un taller enorme y ostentoso. Si no fuera porque su estado era deplorable, sumándole los yuyos crecidos en sus cargas y cornisas, habría sido un lugar muy exclusivo. Era evidente que era una casa tomada. Toqué la puerta. La volví a tocar. La tercera vez la empujé un poco y cedieron las dos hojas altas y angostas de madera gruesa y opaca, y me allanaron la entrada a un pasillo largo con un clásico piso de cerámicos viejos en blanco y negro. Más que un damero parecía un autentico tablero de ajedrez que ladeaba una pared con el ladrillo desnudo. Tardó lo que una corriente de aire en reaccionar, en llegar el golpe de la fragancia que tienen las plantas en los lugares donde reina el cemento baldeado. Un vaho fresco y denso me abrazó y me preparó para entrar a ese universo atemporal, donde las normas dominantes eran las humanas, y los códigos los de la supervivencia. Caminé.
Pasé una puerta, otra… no me decidía a empujar ninguna hasta que la última entrada estaba abierta. Seis tablas gruesas y eternas, mal unidas por otras, dormían trabadas contra una pared. Llegué y crucé el umbral. Un pasillo más amplio me llevó unos seis metros más y, frente a mis ojos se abrió un galpón enorme y alto, con el centro despejado y en sus costados todo tipo de cosas: sillas, gradas viejas, cajones de madera, roperos deshechos, espejos partidos, cabeceras de cama de hierro, al fondo el techo bajaba un poco y habría diez o quince arañas diferentes colgando de la misma viga, decenas de marcos de cuadro vacíos colgados de otra pared, de lo alto de un cabio de hierro de la bóveda del techo bajaban cadenas con aros para gimnastas, cadenas con hamacas, cadenas solas y sin sentido, había cuerdas larguísimas que bajaban desde lo alto, pasaban cerca del suelo y volvían a subir hasta el otro extremo del galpón, en otro costado había tres plataformas con resortes industriales haciendo de patas de lo que podrían ser mesas ratonas, sillones rotos, enormes cortinados colgando de otra viga… Era más parecido a un circo que a un galpón abandonado. Y nadie… Miré para un lado, para el otro, pero no había nadie. Volví a mirar ese espacio monumental y sentí que el estómago se me retorcía. Empecé a sentir un miedo gigantesco. ¡Qué había hecho…!
Nunca sentí ningún ruido, y mientras la angustia empezaba a crecer en mi pecho dos manos me empezaron a recorrer la cintura con mucha suavidad, como si supieran lo que estaba sintiendo.
-Viniste…
Giré de golpe, nervioso, pero Carmela tenía su clásica sonrisa enérgica más calma. Sus pómulos estaban un poco más abajo. Su actitud suave me dio más confianza.
-Sí, Carmela. Vine.
-¿Y el bolso?
-No tengo dónde ir, no sé…
Carmela me soltó y por primera vez la vi sin sonreír. Su cara sin sonreír era como un día nublado en la playa. Era algo que no tenía que ser. Sus ojos seguían chiquitos aunque no había sonrisa. Sus labios se hincharon, eran más gruesos, sus pecas se esparcieron como arvejas en el suelo, dio un paso para atrás.
-Pero… ¿qué me querés decir…? ¿Te estás viniendo a vivir?
Y su pregunta… me dejó sin aire. Me di cuenta de que seguía siendo un inútil. Si no me podía quedar ahí no sabría qué hacer, la plaza… ¡Mentira! No me animaba a dormir en la plaza. Otra vez el miedo, el terror. Qué feo es animarse a sentir cuando lo que hay que sentir es mierda.
-Bueno, puedo pagar al menos unos días, lo que pasa es que…
Carmela volvió a estallar su cara en esa sonrisa furiosa, hasta me pareció que su pelo se levantó más, levantó sus brazos, parecía que estaba por tirarme con un hechizo y eliminarme para siempre.
-¡¡¡Síii!!! –gritó y, de un salto gatuno, se me colgó del cuello.
Carmela no pesaba nada. Era etérea. Sus movimientos ligeros jamás golpeaban, siempre tocaban. Sus piernas me abrazaron la cintura y enterró su cabeza entre mi pelo y mi hombro. Yo caminaba un poco con el bolso en un hombro y ella colgada. No me pesaba nada. Me soltó y cayó de la misma manera natural y elemental con que cae un chorro de agua. Agarró mi bolso, que no le pesó nada en sus bracitos, y lo tiró a un lado.
-¡Ayyy… no sabés la emoción que tengo, Marcos…! -me dijo entre dientes mientras avanzaba hacia mí lentamente, como una pantera sigilosa.
-Pero, ¿qué hacés, Carmela? –dije con la inseguridad de ser el que tiene miedo y ella la depositaria de lo que lo quita.
– ¿Cómo que qué hago, Marquitos?
Y sin miedo, sin dudar, sin pensarlo, se me acercó y me empezó a desabrochar los botones de la camisa. Yo no me animaba a reaccionar, ella era hoy por hoy mi lugar en el mundo, lo único que tenía, y al mismo tiempo era totalmente desconocida para mí.
-Vamos a co-ger –me dijo y sonrió.
No me miraba a la cara, miraba los botones de mi camisa, miraba mi pecho desnudo, miraba mi pantalón desabrochado, miraba mi calzoncillo bajando, y se quedó ahí, quieta, mirándome agachada a la altura de mi cintura desnuda mientras yo sentía que una brisa piadosa disipaba el calor furioso que reinaba en mis huevos. Al fin levantó la cabeza.
-Marcos… -dijo sin ninguna emoción.
-¿Qué?
-Me parece que nos vamos a llevar bien.
(Continuará…)
También podes leer:
Fue Foul: “El besuquero de General Tomé”
El año pasado escribíamos:
Síntomas post-vacacionales
APA!!!! Y Carmela pasó del tortazo al revolcón sin puntos ni comas…!!!! La vida te dejaba en bolas y en el único lugar donde pensaste descansar, te dejaron en bolas de verdad….
EXCELENTE!!!!!!!
Saludos, Besos y Abrazos!!!!
Carmela es un poco como la vida. No duda, no se detiene, no pregunta, y también te deja en bolas. Bah, eso parece…
Gracias, MaryJo!!
Uhh!!…ahora..marquitos…vos no la conocías mucho….que pasaría si ella se baja los lienzos y pela una katana samurai y te dice….ponete en veite uñas????..que terror!!!!!
quise decir veinte uñas..maldito teclado!
La primer frase que me apareció para poner la frase final fue «Yo también tengo una sorpresa para vos», y quedó inmediatamente eliminada para no generar falsas expectativas. Además me moría de miedo de que alguno me comentase «Se puso buenooo!!».
Esperando para leerte y salís con esto??!!! Marcos pero ahora Carmencita la k te cruzo la cara de una cachetada, te pegaron hasta por debajo de las pestañas por ella… te quiere co-ger…
Nos dejas colgados impacientes esperando el próximo martes
Como siempre INCREIBLE GENIO!!! SALUDOS
Gracias, Vani!!
Ustedes son un poco así, me parece. Si querés de este dulce, mostrame que tenés muchas ganas. Y la paliza que le dieron a Marcos se podría conceptualizar como las «muchas ganas»… Igual, con menos que eso, me parece que Carmela lo arrinconaba lo mismo.
Tenemos algo de eso…si… pero Carmencita va al ataque, dispuesta a todo sin pensarlo…de frente… Tendra Marcos los h… necesarios.. ya viene arrugando con las otras dos??!!! Me dejas colgada esperando el prox! 😉
Ahhh, ese era el motivo por el cual los dos minones esos (Elisa y Teresita) te dieran pelota, ¡la tenés gigante!
¿Este era el capítulo donde la frase «conoció a Cristo pobre y crucificado» recobraba sentido?
Jajajaa, sos genial, Chori!! jaja
Después de tantas malas, Marcos tenía que tener una a favor, che! El tipo un cagón, pierde minas como tiempo, no tiene un sope… Él no sé si conocerá a Cristo, pero que Carmela le va a ver la cara a Dios, no tengo dudas.
Ojalá mis malas fueran coger con minas que después me dejen, ¡por lo menos cogés! Yo además de no tener un peso, no se la pongo ni a mi mano.
Dale, tirame una puntita, ¿Cuánto falta para el final de Fue Foul?
Después de que le dijiste a Nancy en El Collar de Nácar que es una tortura para vos que te obliguen a leer por partes, me generaste como un nuevo morbo, un desconocido placer que no puedo manejar con entereza, Chori.
Andá a cagar entonces!
Jajajajaja el sueño de todo hombre… andaaaaaaa!!!
Te pintó la Anarquía Marcos! jaja
Besoteesss
Pero el tipo vino haciendo agua 26 capítulos, sin un peso, un gil destacable, y porque la tiene de buenas proporciones ya lo están matando al bueno de Marcos!!
Yo tendría que haberlo puesto a Marcos desde el principio en una casa gigante, con un Volvo volador, una PyME de alto vuelo, que juegue al squash con sus amigos ingleses y que la historia se trate de cómo hace el tipo para viajar en tren sin pagar. Me hubiese evitado comparaciones odiosas!
comparaciones? yo no hice ninguna comparación, jaja… solo dije que te pintó la libertad extrema!
La comparación la hice yo, el que escribe, con el personaje. Son odiosas las comparaciones.
Fantástico giro (y más si te invitan a co-ger ajajja)… pero me quedó una duda ¿Y el Renault 18??? Algo me perdí…
El Renault 18… Bueno, yo podría decirte que me olvidé y que lo vendió también, que me olvidé y que la voy a arreglar y lo va a vender ahora, o que aparecerá más adelante. Cuando lo decida, lo sabrás!! jajaja
Gracias, Diger!!
jajaja
jajajaja….muy buena….si la vida te da limones….has limonada no???……EXITOS!!…..
Tal cual!! Gracias, Arkano!
Jajaja!!! Marcos! impecable! este cambio que hiciste y de la mano de Carmela me parece que va a hacer como si estuvieses todo el día caminando por una cornisa!!! de la paz y la monotonía, te fuiste al otro extremo, sin término medio, donde el vértigo será el plato principal!!! (creo!) jajaja!!! Muy bueno!!!
Impecable esa descripcion que hace que veamos a través de tus palabras…
Besos y hasta el próximo martes!!!
Gracias, Marchu!! Sí, el cambio de vida de Marcos es violento, pero es una elección personal, él lo dice. «Cuando se es cagón es mejor saltar de más alto», y el tipo cambia tan drásticamente para no tener opción a pensar. Él sabe que si lo hace gradualmente, en algún momento la situación le va a quedar cómoda y que de esa ya no sale más. Por eso se tira a la pileta con todo.
jaaaaaaaaaaaaaaa, q grande la Carme! Yo quiero una como esa,jaja. Se me hace que tenes 3 gambas pero solo una par de calzados, jaja. Excelente Marquitos.
Que garcha tener que esperar otra semana!!!!
Abrazo maestro!
CHe, como lo están inflando a Marcos!! La tiene bien, tampoco es un superdotado!! A Carmela le pareció que sí… que le calzaba justo (es una oportuna figura literaria) para pasarla bomba.
Gracias, RoRo, por pasar siempre por acá! Un abrazo!
La dinámica del relato sigue siendo fantástica; pero la personalidad de Carmela no se me termina de definir, está difusa.Sé que es importante en esta etapa, pero medio que su presencia no termina de hacer pie en la historia.
¿Cómo puta hacés para decir siempre en los comentarios (de todas las notas) lo que yo pienso y no me sale escribir?
De ahora en más, que al lado de tu avatar, diga Zippo/Chori. Nah, mejor no, queda medio putazo.
Chori, Zippo dice «La dinámica del relato…» y vos decís «La tenés gigante!»!!! Si estás tratando de decir lo mismo que Zippo estás en el horno!
Imaginate que cagada que tengo la cabeza, que lo que dijo Zippo es lo que yo realmente quise decir cuando puse «la tenés gigante». Debo ordenar mis ideas, antes de postear un comentario.
Genio Chori!!
Jajajaja! igualmente no te creo nada, estimado. De esa misma mente tuya salen algunos de los mejores articulos de este antro.No te creo que no te salga escribir un comentario.
Mirá, Chori, no sé si es mejor que quede putazo, o que la gilada piense que vos y yo somos la misma persona esquizoide.Me dejaste una duda grande como la tararira del Marcos éste.
chori sos el tipo mas hijo de puta que conozco! El mas putazo, no, ese lugar sigue siendo de bomur. sra de conep.
Zippo, te contesté pero salió como por allá abajo, quéseyoporqué!
A mi tampoco me termina de cerrar Carmelita.. que de «descalza» no tiene nada jaja
El chori para mi se la da a Zippo..o es al reves?
Dejá de olisquear en mis preferencias sexuales, Furioso.Comprate una muñeca inflable, o un portaláminas de látex, mejor.
Así, así como te agarró Carmela, así tenés que tomar (coger, hacerle el amor, whatever…) las riendas de tu vida. O ya lo hiciste…
Sos un tipo sabio, Marcos. Dejá de ser tan pelotudo. jaja!
«No quise hacer las cosas bien ni con precaución. Mientras más cagón se es en la vida, más alto debe ser el salto. Sino se tarda una vida para todo». Una máxima digna de Don José de San Martín, che…
Ahora te quiero ver… Y te felicito!
Pucha… no me salió la fotito porque no puse bien el mail! Ahora sí, soy Florette!!
Y no.. no hay caso eh… Es que estoy probando dibujitos nuevos.
Gracias, FLorette!!!
Te tomo lo de dejar de ser tan pelotudo. Parece que me conocieras! Y lo de la máxima, no la subestimes, que lo más común es decir «pasito a pasito» y pasarse la vida a pan y queso.
Sí, lo más común es eso. Pero vos necesitás un empujón grande. Tanto como el que acaba de darte Carmela.
Ah, bueno, las respuestas salen donde quieren!
Sí, Florette. Tal vez necesitaba un empujoncito. Pero una sacudida como la de Carmela refresca a cualquiera, eh?
Sí, Zippo. Me cuesta mucho no mostrarla, porque su personalidad es determinante en lo que le pasa a Marcos.
Hay mujeres, hay personas que rompen con los esquemas. Pero las personalidades siempre van a ser verosímiles por sus claroscuros. Cada actitud de valor, esconde su contraparte de miedo. Cada cantidad de afecto muestra el tamaño de su carencia. Igual ya la vas a ir conociendo a Carmela. Las Carmelas se muestran así. Tal vez ya te puedas ir imaginando cómo.
Espero entonces.
Un placer, como siempre, leerte Marcos!!! Siempre es bueno encontrar a esas personas q te ayudan, directa o indirectamente, a dar los grandes saltos de la vida. Ahora hay q ver hasta donde va a acompañar esta chica, pero no se x q no le tengo mucho fe. Espero con ansias el proximo martes. Besos!!!
Gracias, Tefita! Muchos no le tienen fe a Carmela. Lo que a mí me gustaría saber es en qué no le tienen fe, si es en relación con Marcos o si es en su papel en la vida. Carmela es un personaje no tan extraño en el mundo de los estereotipos humanos.
Yo no le tengo fe como pareja de Marcos, la veo mas como una persona q lo ayuda a liberarse y despues vuela y queda como un hermoso recuerdo, como un angel de libertad; alguien q no se ata ni se doma. Pero bueno tendre q esperar a ver q sucede
Don Marcos!!!! …Dicen que «Sólo quien es feliz puede repartir felicidad» y usted debe ser MUY FELIZ, porque desde el primer capitulo solo le falto ponérsela a Traviata…Podemos decir que esta Carmela es muy osada, muy fácil o muy Trola…pero yo digo que es MUY AGRADECIDA…Y SABE DEVOLVER FAVORES!!! ..
Johíta! Comolevá! Osada, fácil o trola… hummm… Debe tener más virtudes que esas, Joh. Con Traviata Marcos no se metió porque lo tenía charlado con Tribilín. Y recuerde, Doñajohíta, que con la Tere… nunca nada, eh?
carmela me da como a… no se … no se,…. FAAAAAASOO!!!!! jajajaajaja!!!! y que se va a meter en un quilombito marcos…. seguro estoy equivocada, pero me gusta, me gusta el pibe, esta perdidisimo. creo que debe extrañar la situaciones de paz y seguridad que vivia con elisa, no a elisa,… sino esa tranquilidad, el confort, de que todo esta bien, … en situciones de mierda pensas en los buenos momentos que no disfrutaste realmente.
Algo de esa búsqueda de lo que perdió debe tener. Pero al mismo tiempo, me parece que está harto de la estabilidad al precio de su crecimiento como persona. El tipo se fue dando cuenta de que siempre le faltaba uno para el peso, y ahora se le ocurrió de que ese peso es el riesgo que nunca corrió en su vida. Siempre le faltó un empujoncito, y esta vez la vida lo vino a buscar por su lado más flaco: el sustento. Nunca pensé que Carmela generara tantas dudas, pero estoy seguro de que cuando se vaya corriendo el velo la van a detectar rápidamente.
si zippo y chori tienen un avatar que dice zippo/chori…yo puedo tener un avatar que diga testeña/nancy? porque me pasa lo mismo que a chori! no podrían expresar mejor lo que me pasa las palabras de testeña! una grande!
andà! un homless con suerte… eso pasa solo en las películas de Disney!
Sí, Disney está cada vez más zafado. Yo me inspiré en Enredados!
Ahora (espero) se viene la partuza con los enanos y la mujer barbuda! yupiiiiiiii!
UHH!!! Mira lo que es la vida Marcos. Si miras un poco para atrás, solo un poco, estabas escuchando a Édith Piaf , pasando una noche de las mas románticas, con todo un futuro armado. Y ahora, en un lugar » donde reina el cemento baldeado», estas por pasar una noche de lujuria injustificada, sin saber que va a ser de vos el día de mañana.
Dos extremos como la vida misma. Esa calesita donde todos estamos subidos, yendo y viniendo.
Un capítulo diferente, pero en el buen sentido, porque es un capitulo que, ademas de entretener, que nos hace recapacitar sobre (y voy a ser «guarango») poner los huevos de una vez por todas y decidir que hacer con lo que somos, con lo que decidimos y sobre todo, con el para donde vamos.
Me dejaste pensando Marquitos y que una novela llegue a hacer eso es señal de que es algo trascendental. Un abrazo grande estimadisimo, espero que estés bien.
Diem querido!! Cómo se te nota lo bueno a vos! Yo estoy empezando a pensar que la novela en esta etapa se ha vuelto más selectiva. No fue a propósito, pero me parece que entró en un lugar donde no todos tienen ganas de estar, conocer o compartir. Exactamente, se plantean los extremos. Pero en toda la historia estuvieron los extremos. Antes los extremos eran una opción, y ahora Marcos es una de las puntas. Él decidió ser un extremo, cosa que jamás se había planteado antes. Decidió participar de lo que tanto le fascinaba.
No puedo terminar este comentario sin destacar tu «y voy a ser guarango»!!! Genio!!!! Sos un maestro, Diem! Qué bueno volver a verte por acá. Gracias, querido!
Que el proximo capitulo sea hot, no apto para cardiacos. Ultimamente me está gustando ese tipo de relatos y se estan poniendo de moda en el mendolotudo. Por lo menos decime que sale pete.
Otra cosa, no podes poner co-ger, Te falta juntarte un poco mas con Bomur me parece.
si mal no entendí, y mis años no se están cagando de risa de mis principios gagases, el Sapo Pete ya cantó en esta jornada.
Espero que alguien mas actualizado me corrija. (debo pasar de las eróticas a las condicionadas urgente!)
El Sapo Pete… jaja, genial! Jamás voy a resolver lo que está dicho sin palabras, porque revelar es concluir, y uno puede leer esa parte de todas las maneras que quiera. Pero más allá de esta cuestión, a mí me parece que sus años no se le están cagando de risa.
Oh si, pasó, lee con atención:
«[…] No me miraba a la cara, miraba los botones de mi camisa, miraba mi pecho desnudo, miraba mi pantalón desabrochado, miraba mi calzoncillo bajando, y se quedó ahí, quieta, mirándome agachada a la altura de mi cintura desnuda mientras yo sentía que una brisa piadosa disipaba el calor furioso que reinaba en mis huevos […]»
Pepa… a ver… este párrafo, en tus manos, me supo diferente. No lo había sentido, antes, tan tan erótico.
Valencia, estoy en la cuerda floja, en un proceso de descubrimiento similar al suyo, buscando un nuevo lugar donde continuar mi vida… Asi es que cuide sus palabras ¡por Dió se lo pido! o largo trabajo, familia y me voy pa los Buenos Aires a buscarlo.
Si estás en la búsqueda… pienso que tal vez lo que viene te va a interesar un poco, Pepa. Seguí con tu mágico axioma y desconfiá de la gente que no toma mate, jajaja!
Franco, gracias por estar! Las escenas se muestran lo que haga falta. Si vas a estar esperando el detalle completo, me parece que no lo vas a encontrar nunca (o tal vez sí…), pero lo que a mí me gusta de escribirlas es que muchas veces las palabras condicionan al lector. Si pongo teta no es igual que pecho. Pero a veces «es» teta, y a veces esa palabra le da un carácter equivocado a lo que se siente al leerla. No sé, es lo que a mí me parece. Lo de «co-ger» me encantó. Todavía la puedo ver a Carmela con los ojitos achinados, su pelo revuelto, sus pómulos llenos de estrellas, la cabeza un poco gacha, la mirada levantada, sus labios sonrientes y entre dientes susurrar «Vamos a co-ger», jajaja, cómo me gustó eso, pordiós!
Cuantas veces la vida me ha sopapeado, de ida y vuelta, en situaciones semejantes… una flacucha que no vale dos mangos, pelo de muñeca recién levantada, como puntos fuertes… cuántas veces!! Y tras ella, la sabiduría de la mujer plena. La actitud descendiente de las Diosas.
Como nos enseñaron de culillos: la primera vez, sin mayores faranduleos, pise el área y patee mijo´, el que pega primero pega dos veces.
La muchacha olisqueó su vulnerabilidad y como la inventora de la masculinidad, se mando para el corazón del alcaucil, sin rodeos previos…
Nada mejor que un beso de miel tibia, esos que nos hacen pedir la muerte, mirar al cielo, mucho más cuando uno no lo espera.
No quise que terminara nunca el capítulo, como cuando veo al Barza… No, corrijo, como cuando sueño que juego en el Barza. Soñé que era Marquitos, bravo nene!
Qué grande, Don Rubén!! La verdad, estoy seguro de que vos también pasaste por una Carmela. Porque las Carmelas o te matan, o te enriquecen el alma. Carmela es la humanidad en bruto, sin pulidos que la encastren en el deber ser. Y si ese formato es mujer, tenemos un explosivo mundo de magia. Como decís impecablemente (y me llevo la frase) la mujer es la inventora de la masculinidad. Y Carmela, en sus manos, está inventando todo de nuevo.
Abrazo grande, Don!
Casi me muero Marquitos, recién hoy he podido meterme en la web para leer este capítulo!
Muchas veces uno se encuentra cómodo, adormecido con lo que le ha tocado en suerte, sin darse cuenta que tiene todas las herramientas para vivir las cosas de otro modo.
Por supuesto que no es nada bonito el momento o las situaciones que te llevan a que te haga el «click», pero lo importante es ese renacimiento, ese descubrimiento, ese aprendizaje… ese despertar y sentir que en nuestras manos tenemos todos los recursos que necesitamos para salir adelante, tomar riesgos y hacerse cargo, sin victimizarse y sin hacer a otros responsables por nuestras decisiones.
Cuando uno despierta empieza a ver las cosas de otro modo y mágicamente empiezan a aparecer oportunidades y vivencias nuevas (aunque no sé si de la talla de Carmela jaja).
Besos Marcos, hasta el martes próximo!
Pepa! Qué bueno verte por acá! Sí, eso es algo fuerte, porque muchas veces pensamos en que nos gustaría algo que sentimos lejos de nuestras posibilidades, y en general (no sé si siempre) tenemos todo para llegar hasta ahí. Pero evaluamos el riesgo y lo que tenemos y elegimos resignar algunos gustos o mejoras. No está ni mal ni bien, son formas de vivir esta vida. Hay un teólogo, Anselm Grun, que dice que ningún hombre es hombre, si no pasó por una crisis importante en su vida. Y yo pienso, calcadamente, lo mismo.
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!! todo mal marcos, todo maalll,, esta mina no me cayo bien de entrada, me la imagino prepotente y altanera mezcla de hippie y bohemia,, no le calienta nada,, bah sere yo q soy un poco mas estructurada,, no se,, bueno en fin, todo malll!!! q le pasa a marcos?? se le volaron las chapas a este chiquito,, hizo todo tan de impulsivo, o de desesperado,, no se, estoy notando un lado q desconocia d marcos, pero q siempre estuvo latente,, la estupidez con la q se maneja la vimos aplicada al modo de actuar con las mujeres de esta historia,, y ahora en la vida misma,, un flaco totalmente resignado, o desganado, desmotivado y conformista,, q loco,, tu personaje se me hace a q es la antitesis tuya,, en fin! no se como hilar todo lo q se me pasa por la cabeza sobre marcos en este momento,, ahora me empiezan a cerrar algunas cosas de él,, el tipo es un imbecil, basicamente, como pretende hacer una pareja si no puede ni con su vida, y nunca pudo,, saquemos cuentas, perdio a dos minas, dos amigos, el laburo y lo re cagaron a trompadas en un lugar q ni si quiera sabia dnd estaba,, igual, nada,, lo invito a hacer terapia en pareja conmigo,, que se yo,, cada uno con sus mambos, al fin y al cabo, quien soy yo para juzgar,, uuuff me enrosque contra marcos,, Marquitos si tu objetivo es lograr que sintamos, sentite hecho conmigo,, cada capitulo despierta algo nuevo en mi,, te leo la semana q viene (( y anda pensando en registrar esta historia,, yo me ofrezco para la edicion, diagramacion y diseño de esta novela, de onda, obvio)) besos!!!!
Gracias, Flor!!! Cuánta cosa en tu comentario! Hay muchas cosas que saltan ahora y que son interesantes. Y una son las etiquetas que, aunque no lo veamos, siempre ponemos a las personas. Todos lo hacemos, porque es una pequeña distorsión de la sana capacidad que tenemos de discriminar lo que nos conviene de lo que no. Esa pequeña distorsión es pensar que «es» un imbécil a que «está» imbécil (que está pasando por un momento en que está imbécil). Porque el imbécil lo será siempre. Pero a todos nos pasa en algún o algunos momentos de la vida de estar así, imbéciles.
El «gran salto» que debe dar él por «ser» tan cagón (para dejar de serlo) es justamente el miedo a quedar como un imbécil. Cuando el que no «es» imbécil se ve como tal, tiene que explicarse, e intentar cambiar. Y ese miedo lo tenemos todos en mayor o menor medida. A Marcos le pasó que, sin trabajo, ya se sentía un imbécil (su falta de reacción y su parálisis). Pero lo que no está escrito y sí planteado, es que Carmela no lo juzga, y esa es la miel que lo derrota ante la resistencia que él ponía ante ella. Además él había catalogado de imbécil a Carmela al verla. «Un mamarracho», dice. Marcos se da cuenta de que su miedo laboral tiene mucho de ese temor a quedar expuesto, a que lo «descubran» imbécil. A preguntarse si realmente es o no imbécil. Por eso solo responde a lo que le piden (laboralmente hablando). Y por ser tan grande esa sensación de serlo es que decide resolverlo de un «gran salto». Tal vez en esa actitud ya hay mucho resuelto de lo que estoy diciendo. Si es así, él no lo sabe.
Marcos, en esta elección se va a demostrar a él mismo si es realmente un imbécil, o si está siguiendo una corazonada nueva, una certeza sin razones que gritaba muda hace muchos años adentro suyo.
Ah, acá está. No salió la foto, pero es mío, Flor.
uffff,, las famosas etiquetas,, que buena estuvo la diferenciacion que hiciste,, no lo habia pensado de ese modo, en que una persona puede «ser» o «estar», yo lo catalogue a marcos de «imbecil»,, puede que este siendolo,, pero por lo q alcanzamos a conocer de él me da la sensacion de que «es»,, buenoo, igual, voy a lo mismo, quien es uno para juzgar al resto, ademas son puntos de vista, por ahi fue apresurada mi atribucion,, pasa que quizas yo no hubiera actuado igual, y por eso uno se anticipa a catalogar al resto de una u otra manera, solo por el hecho de ser diferentes,, de la misma forma en q me caia mal teresita,, la gente (me incluyo) dictamina en relacion a como es uno, en vez de ver mas alla o tratar de entender al otro y la historia que arrastra,, igual pasa mas o menos como con todo,, mañana somos todos doctores del despues,, con el diario del lunes cualquiera es Gardel,, en fin! creo que para eso esta tbn esto,, para que cada uno de su punto de vista y su opinion,, que tanto te gusta que hagamos, porq siempre mostras gran entusiasmo con lo metido que estamos en la historia,,,
bueno marquitos,, gracias por tan extensa respuesta,, que empiezes muy bien tu semana,, besos!!!
Uy… Bomur, Conep, puse un comentario eterno contestándole a Flor que dice que espera la aprobación de ustedes. Por favor ponganlo, algo habré hecho mal.
lo unico que voy a poner ahora es que me recalentó cuando Carmela dijo vamos a co-ger! si, es co-ger, porque separó la palabra a propósito, para darle mas énfasis!
Qué bueno verte por acá, genia! Me hiciste reir con el paso de Valencia por El Collar de Nácar!!
Que decir… excelente. Por lo que ves, pase.
Qué bueno que pasaste, Bestyal.
Un abrazo grande!
Algo que me encanta de usted como escritor, es cómo describe a las mujeres, cómo las admira estéticamente, cómo le causan diferentes sensaciones. Un capo.
Gracias, doctora! La verdad que sí, las miro mucho. Las miro desde ellas mismas. Las ganas que tienen de verse como se ven, los detalles mínimos que hacen la diferencia, las gestualidad, sus modos, cuando se ven seguras y cuando no, cómo lo resuelven. Tanto dice la estética de la mujer sobre ella misma, que con mostrar algunos detalles de ellas, se puede vislumbrar cómo es esa mujer. Es admirable, absolutamente.
APA. Recién puedo leer esto tranquilo. Pero que gauchita Carmela. Lo dejó en tarlipes rápido. Cuando la tiene a la altura de la cintura, y dijo de llevarse bien, me imaginé alto petizo.. Jajaja..