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La desesperación femenina por la soledad

Facebook, te abre no una ventana, todas las ventanas, las puertas las chimeneas y todo por donde se pueda mirar al otro. Es como un gigante Gran hermano donde todos somos actores.

La ventaja es que podemos elegir lo que queremos que se vea, la desventaja, es que la gente insiste en mostrar sus miserias, sus lamentos, sus culos, su mucha y en demasía piel y sus paredes sin revoques; pero sobre todo su desesperación por la soledad, (y no hablo de la que revolea el poncho).

Tanto aterra esta palabra a muchas mujeres, muchas mujeres jóvenes y bellas que deberían preocuparse por no se… de qué color se van a pintar las uñas para salir, pero su mente solo piensa en dos cosas: un anillo y un vestido blanco.

En vista de mi inmadurez en relaciones interpersonales que implican cortejo y posterior apareamiento, eso del matrimonio a mí se me hace como demasiado lejano, como algo que va a suceder en unos cincuenta años, cuando ya toda la moda de casarse en la playa haya pasado, y se hayan extinguido los ramos de orquídeas.

Como había dicho anteriormente, en otras notas, disfruto de mi soledad, no me molesta, tiene sus ventajas: nadie te pregunta quien te manda mensajes, podes salir un martes a tomar algo, o ponerte a ver un maratón de películas de los años 50 y nadie te rompe las bolas.

Pero ser soltera en un mundo de parejas es una mierda, venías súper bien, salías los findes con tus amigas a bailar. Hacían una previa en el Arístides y venías joya. Hasta que a tus amigas les pico el bichito del “amor” por decirlo de alguna manera, por no decir que agarraron al primer gil que paso, antes de los 30.

Resulta que te invitan a ir “las chicas” a tomar algo. Pensás que algunas tradiciones no se rompen, y salís chocha de tu casa. Llegas al bar y te encontrás a la Laura con su bebé en brazos (insólito) la Fer, y la Pato.

Están charlando (después de una hora de hablarles con voz boludas al bebé) y de repente la Laura pela teta y se pone a amamantar ahí nomas. Y vos comiéndote una milanesa, se te fue el empanado por el otro lado y te ahogaste mal, pareces una tuberculosa, y encima sos la única desubicada que se sobresalto.

El novio de la Pato que le manda mensajes cada 2 minutos preguntándole en dónde esta, con quien y si esta con otros tipos: ¡Si pelotudo, está en un rincón con el mozo! Un celoso enfermo, que cae a los 15 minutos a “darle la sorpresa” (que en realidad, no sorprendió a nadie) para llevársela.

Son las 12 de la noche y ya todas se fueron a su casa a dormir, y quedaste vos y tus zapatos altos.

Pero lo peor de ser soltera en un mundo de parejas no es ni que tus amigas desaparezcan y te llamen solo cuando se pelearon con el novio, para contarte lo basura que son, ni que cuando salgan solo tomen agua mineral y se coman una mentita para que el “marido” no le sienta olor a alcohol, ni las juntadas donde tooooodos están en pareja menos vos: ósea ¿en serio? ¿Puede existir algo más incomodo que estar entre 4 parejas que compiten a ver quién se quiere más?

Puede y lo hay: lo peor es convertirte en su proyecto. De repente te quieren convertir en uno de ellos y te presentan a cualquier cantidad de pelotudo que esté dando vuelta. Se les metió en la mente y te dicen: haaaaay que lindo seria que saliéramos los 4, nosotros 2, vos y el Luisito. Te terminan convenciendo, son peor que reclutadores de la cientología y testigos de Jehová juntos. Pensás que no perdés nada y te aventuras a conocer gente nueva.

Después de conocer a una gran cantidad de personajes decidís que definitivamente estas mejor sola. ¿El problema lo tenés vos? Seguramente… te volviste una ermitaña. Pero bueno, mientras tanto, tenés otros amigos que son igual de insoportables que vos y salís con ellos. Y después de escuchar cada estupidez no tenés ganas de conocer hombres nuevos.

Acá les dejo algunas de las peores frases y cosas que llegan a convertir a un buen partido o partido (sin el buen) en un indiscutible PELOTUDO.

El honesto:

Este se la juega de sincero y que “no tiene pelos en la lengua”. Se re zarpa y al final te clava: Con todo respeto ¿eh? Es que soy sincero.

Te dicen cosas como:

¿No me acompañas al baño? Es que me prohibieron levantar cosas pesadas…

Que buenas gomas que tenés. Con todo respeto ¿eh?

¿Preferís que te mienta? (yyyyy ¿qué te digo? Tanta sinceridad no hace falta)

El mentiroso:

Después del honesto, te encontrás el mentiroso, que no sé cual es peor. Se la pasa mandando mensajes. Y en un momento atiende el teléfono:

– Estoy en una reunión ahora, no te puedo atender.

¿Posta una reunión? Decidís preguntarle directamente.

– Che… ¿y vos qué onda? ¿de novio, casado?

– ¿Yo? No… nada, esa que llamo era mi vieja.

– A mira vos, no porque el anillo ese que tenés, parece de casado

– Naaaa se los compre a los artesanos, ahí en plaza.

Así que antes de las muchas personas, o pocas personas, prefiero a mi gato o al perro. Ojo, y aclaro. Respeto absolutamente a quienes ya tomaron ese paso. Pero para mí eso de tomar grandes y nuevos pasos en el camino de la vida, primero, me suena demasiado Paulo Coelho. Tengo otros proyectos. Y como todo, pueden caerse y hacerme cambiar el rumbo.

Yo sigo siendo feliz con una buena película, una corona o stella y la mejor compañía: la mía.

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