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Los 10 tipos de hombres más garchables

Siguiendo la nota que hizo el Antonymou la otra vez, y como me cagó en la obviedad (me gusta chorear las ideas), es que decidí mandarme una versión para mujeres de los hombres más garchables. Ya me cansé de que esta manga de orangutanes alzados del Staff sólo escriban sobre minas ricas, culos parados, petes fantásticos y caras de gato. ¿Acaso nosotras no tenemos el derecho divino de poder elegir entre la fauna que nos rodea alguno para echarnos un polvito? ¿No nos hemos ganado el privilegio de descocarnos diciendo “Seee, yo le doy al verdulero de la esquina, acá, soy yo”? ¿No merece un premio nuestro dominio de la mirada, alzada y firme, a los ojos del mejor amigo de nuestro novio, a pesar de que sabemos que tiene terrible bulto? Bueno, mis chiquitas, acá llegó Mía, a proponerles algunos ejemplares de carne, todos al alcance de nuestras manos y bocas, a ver cuál es el que más se garcharían.

1. El mecánico del barrio
Ese pseudo hombre con las manos llenas de mugre, con un mameluco azul, al que le llevamos el tutú de vez en cuando. El que te dice: “Mire ñora hay que hacerle el cambio de filtro nomá”. Generalmente es un gordo panzón, al que se le ve la raya del orto (tiene mameluco pero igual no sé cómo puta se le ve). Peerooo, puede que te haya tocado alguno más o menos culiable, no digo Dom Toretto, pero uno que te inspira una que otra fantasía en el mesón lleno de grasa y motores desarmados.

2. El amigo de tu novio
Uff…ese estúpido y sensual. Suele ser un pedazo de hijo de puta, mujeriego, un culiado importante, lo que lo hace tan pero tan irresistible. Como masoquistas que somos las mujeres, tenemos ganas de pedirle que nos afeite la barba y el bigote y nos entre alevosamente y sin compasión, lo que seguramente haría, porque su nivel de piratería es mayor que cualquier lazo fraternal con tu chico.

3. El Doctorcito
Entran todas las especialidades, aunque si te tocó un ginecólogo o kinesiólogo rico, te sacaste la lotería, ya que ambos tienen el don de usar sus manos para algo más que para prescribir medicamentos. Se permite incluir al doctor Bomur acá, que es especialista en hervir chabombas.

4. El albañil, camionero y otros similares
¿Quién no ha pasado caminando cerca de estos individuos y se ha ligado un piropo guarango? Confiesen, cuantas veces quisieron volverse y decirle al irrespetuoso: Vení, hijo de puta a ver si sos tan picudo, embadurname este cuerpo sensual.

5. El vecino madurito
Este nos ha visto sacando la basura y llegando rota a la madrugada. Inversamente proporcional a la cara de celosa y loca de la novia o esposa es el nivel de garchabilidad de este. Te saluda simpático, lo que aumenta tu fantasía al máximo. Te da un poquitín de culpa, pero aún así le darías hasta que se deshidrate.

6. El jefe
Este explotador, cara de ojete, que te mandonea todo el día, rogás que no te dé medio calce porque lo das vuelta como a una tortilla. Lo agarrarías ahí arriba del escritorio, a la vez que le dirías: ¿Sabés lo que le pasa a los que se hacen los malotes como vos, hijo de puta? Ya es de público conocimiento que Bomur es el tipo más entrable del planeta, pero bueno, su belleza te avasalla y sólo queda fantasear en secreto con él.

7. El Gurkha
Este es un tontoculiado, discriminador, cara de malo, sobrador, que se hace el picante en todo y picudea como ninguno. Habría que echarle un polvacho a ver si es tan malo como parece. A ver si te agarra con una fusta o con el cinto. Mejor no sigo hablando porque me pongo loca y nos han prohibido culiandengues entre los del Staff.  ¿Con este se aplicará eso de que perro que ladra no muerde?

8. Tu mejor amigo
Sí, tontita, ya sabemos que es como tu hermano, que no podés mirarlo con otros ojos. Pero cuántas veces habrás tenido sueños eróticos y cuántas veces te habrá parecido una puta de mierda cualquier mina que se le acerca. Seguro se terminan dando en alguna noche de borrachera dentro de muchos años.

9. El bombero
Este tipo de hombre, valiente, corajudo, sexy. Con casco y traje alusivo. Te dan ganas de bailarle en el caño y proceder a maniobrarle la manguera. Aunque eso es lo que nos vende Hollywood, los reales dejan bastante que desear, pero el morbo sigue existiendo igual.

10. El profe
Cuántos centímetros habremos acortado nuestras faldas, como pendejas alzadas, para pasearnos delante de este espécimen. Esa pinta de culto, de educado, sumado a la idea de inalcanzable, que te hacen preguntarte cómo será en la cama. Irresistible.

Bueno, hermanas mías, ahora les dejo la encuestita, y si quieren aportar alguno que me haya olvidado, bienvenido sea. Ahora me voy a lavar el auto sin corpiño y con musculosa blanca. Quién dice que justo llegue el vecino de enfrente…

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