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Mendolotudo aconseja sobre irte a vivir solo

¡Y te fuiste a vivir solo nomás, mierda carajo! Después de años y años de peleas eternas con tu viejo, cagadas a piñas con tus hermanos y de bancarte al niño ese revoloteando entre todas tus cosas una y otra vez, mientras estudiabas, mientras leías o mientras te juntabas con los pibes por fin se te dio la huida. Tantas veces rogando que se vallan todos de vacaciones para poder transformar tu casa en un bar/telo/antro donde poder llevar a cuanto atorrante y suripanta se te cante. Tanto hiciste que por fin… ¡te vas a vivir solo campeón!

Las expectativas que tenías al creer que con tus $800 mugrientos pesos ibas a poder alquilarte zarpado loft se desmoronan como glaciar del perito moreno en enero al ver la covacha harapienta que te alquilaste. El olor a moho y a sexo barato que hay en el ambiente es decadentemente insoportable. Hay mas humedad que en el culo de una yegua de carreras y el olor es insostenible… Pero bue… un toque de glade soluciona parcialmente los problemas.

Los bichos que aparecen mientras limpias son nuevos para vos. Solo sabias de cucarachas y arañitas, pero la variedad de fauna que presentan tus aposentos es basta y novedosa. Jamás habías visto una araña tan culona y negra… como así tampoco ese conventillo de cucarachas gigantes jugadoras de truco y fumadoras de habano que había bajo la mesada.

No tenes muebles, así que usas cajas como sillas, tablones como mesas y banquitos como muebles (el colchón esta en piso, obvio). Te trajiste un tele del año 92 que tiene la pantalla más ovalada que una guinda de rugby y el radiograbador de rapero barato que tu papá te regalo a los 12, aún con los caset de Roxet y los Guns.

Una vez que ordenaste todo, comienza tu vida de feliz soledad. Bah… tus escasos días de soledad, ya que al cuarto día de vivir solo se te instala uno de los atorrantes de tus amigos, el peor, el mas vicioso. Con la excusa de que lo habían echado de la casa te compra… y ya con los bolsitos en mano, lo tenes bañándose con tu toalla y comiéndose los chocolates que te regaló tu vieja… veremos cuanto dura tu paciencia.

Casi todas las noches son de escavio y fiesta… pasa que luego de tres meses de reviente y de ser el único hijo de puta que tiene que limpiar la vorágine de líquidos corpóreos que emiten todos los cerdos que invitas, ya se te están parando todos tus amigos un poquito en el huevo derecho y bailándote una chacarera.

Tus comidas son un asco, ya no sabes que corno inventar para caer de sorpresa a tu casa a comer algo digno. Las traviata con pate, los panchos y el arroz ya no lo podes comer, tu cuerpo lo rechaza… Ya olvidaste el sabor de la carne, de las pastas y del jugo. Esas bolas de harina a las que vos llamas fideos nada tienen en común con lo que se hacía en tu casa. Y esa pegatina blancuzca en nada se parece al arroz.

Ahí lo tenes para colmo al gordo matado de tu amigo, todo el día consumiendo porquería, ensuciando y no aportando absolutamente nada. El colmo es cuando llega borracho y con alguno que otro gato barato (el cual nunca se copa en los tríos fantásticos) o travesaño de mala muerte. Para colmo te ha plantado un macoño en el fondo y esta todo el día con la plantita meándola y rogando tener que dejar de gastar en marimba.

Tu carrera va para atrás, como Maiquel Yacson. No has rendido nada y caes todos los días payaneandote las ojeras, para colmo todos mojan menos vos. Tu cama tiene más rastros de revolcones que la avenida de Las Palmeras en enero… pero tu ADN no figura más que para torrar y toquetearte solari…

En tu vida manejaste los números de nada, como diría Luis Juez a Alfonsín «si no sabes como se financia ni una panchería» y te fuiste solo… pensando que tu gasto iba a ser alquiler más comida. Obvio que olvidaste luz, gas, teléfono, internet, impuestos inmobiliarios, municipalidad y por supuesto: tu dignidad. ¿Acaso creíste que eran de aire los 900 canales que hay en tu casa? Conformate con el 7, el 9 y esos otros dos re porongas utilizando una flanera como antena zapato. Tuviste que hacer 4 horas extras diarias para costear la jodita, estas pegando 14 horas diarias de laburo infernal.

Tu fantasía de vecinas putas, peteras y enfiestadas se esfuman cuando conocés a la Doña Yolanda que te ofrece plancharte por cinco pe la hora y al Don César, viejo loco que te rayó el auto de punta a punta por dejárselo en el puente de él. Aaaaa y no nos olvidemos de «La Pulpito», la loca enferma esa que se tira las mechas en las equinas pidiendo moneditas y te grita «te voy a culiar gato» cada vez que pasas a comprar pan.

Y de pronto ¡CHAN!, conoces una minita; empiezan a salir, de acá para allá juntos y de pronto… de pronto la invitas a dormir. La mina va… todo bien (por fin mendolorepelotudísimo).

Lo bueno es que la empezaste a poner, lo malo es que después de dos meses de relación ya medio placard esta ocupado con ropa de ella, tu pieza tiene olor a perfume de mina y al gordo lo tenes en tu contra por haberle prohibido andar en bolas por la casa… enfrente de tu novia, si de tu novia. El gordo la mira celoso y envenado, no se le puede ni hablar, es como un oso rencoroso rompiendo las bolas y dejando mugre por donde camina.

Los pibes dejan de venir… la policía de tu novia no quiere nada de sexo y orgías en la casa, te gasta si te vas a comer a tu casa con cosas como trifón y pollerudo y se pone celosa de tu mama. No te animas de decirle que lo que cocina es sorprendentemente asqueroso, pero… tenes que poner linda cara porque es brava la guacha. El macoño se secó, justo cuando habías encontrado algo para compartir con el gordo tremendo. El gordo te abandonó, no sin antes dejarte un ojo en compota y pintarte en la cocina con aerosol rojo ¡MAMON! Bieeen grande.

Pasados seis meses de relación no soportas mas tu vida de “casado”. Tu “esposa” no te deja hacer nada, la facu sigue como el culo porque no podes dormir, perdiste a todos los amigos (que ahora están en una casa que se alquilo el gordo sustentada por una plantación de marihuana en el jardín del fondo, reventándose en papusa, coitos y fiesta). Y como cereza del postre se te pinchó el forro y cagaste… en 9 meses sos papá.

Consejo del Mendolotudo: ¡ma que irte a vivir solo ni que ocho cuarto! ¡mejor espera a poder ser “el gordo” y bastardearle la idea de irse solo a otro muñeco! Bardeale el evento a un amigo del grupo ¡No seas gil… los pioneros no siempre ganan!

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