Vos sos vivo, sos canchero, sos un pillo bárbaro. Sos el más cachipum de la cuadra, el más tiki tiki, el más eapepe. Vos sos el más pulenta, el más güe güe, sos el más aseee, aseee loco. ¿Y sabes porque? Porque sos pirata, sos atorrante e infiel. Sos el Mick Jagger del barrio, el Sofovich de la cuadra. ¡Winner!

Te encantan las aventuras y los líos de polleras, andas todo el día picoteando y tiroteando a cuanta suripanta se te acerque. Por las mañanas te perfumas el pillo por si ligas algún petiso loco.

Tenes dos chips para el celu, uno que dice “Ingeniero Perez”, “Lic. Fernandez”, “Dr. Bauza”, “Oficina”, “Estudio”, “casa”, “universidad”, “policía”, etc. El otro dice: “Griselda”, “Giselle”, “Mimi”, “moro”, “trola de los jueves”, “putero”, “Sasha”, “Solange”, “Gorda petera”, “Cabarulo”, “Telo tobara”, “Telo carompa” y en la R tenes a un sospechoso “Roberto”. Nombre de pila de casi todos los trabas con bigote.

Sos medio jovato ya, pero tu target abarca desde chiruzas de 20 añitos hasta vejestorios de 50 recauchutados y revocados a más no poder. Clavas una cubata al viento y un jopete peinado con secador, andas enfundado en tragedia y zapatitos brillantes, ¡galán de circo! Estás lleno de joyas y baratijas colgadas del pecho, el cual siempre llevas descubierto, luciendo esos pelos de viejo con pulóver. Te bajas del “toro” escuchando Leo Mattioli, Cacho Castaña o algunas cumbianchas modernas, sos como un chori de los de debajo del puente del Tomba… te chorrea la grasa. Casi ni vos sabes porque extraña razón las minas se fijan en vos, porque hay que aceptarlo, con mostaza y todo, tenes levante.

Tu rutina es siempre la misma, lunes y martes al sinoca con togas baratos, miércoles fóbal con los amigotes y al putero, jueves poker y putas o trabas, viernes asado y bolichon, sábados asado y milonga y los domingos al bar con los compadres. Te dejas para descansar y atender a tu mujer el día Osvaldo, desgraciado hijo de puta. En el barrio te saludan, compadrones, tanto tus amigotes y secuaces, como los trabucos, putas y mariposas.

A tu jermu la tenes de esclava planchando y cuidando los críos. Obvio que ella no tiene ni la más puñetera idea de que mantenes a tres familias más, o se hace la pelotuda. A los culillos no le das ni bola, los tenes al pedo, no saben si decirte “tío” o “papa” y a vos te chupa un re huevo como te llamen mientras te dejen ver la fobal tranquilo. Solamente a los más grandecitos les tiras guita, latitas de porrón y te los llevaste a garchar a los 12, un añito después del debut del papa con la tía Sandra.

Vos sos guapo guapo, sos macho, tenes cagando a todas las minas y sos el más vago del barrio. Si alguien te clava un bocinazo, una puteada o te prepotea, al toque te bajas a meter puño, no le haces asco ni a las piñas ni a las minas, sos un pirata con todas las letras. ¡”Bandido” te gritan en la calle! Aunque todos sabemos que sos zarpado pelotudo, ¡mojarron!

En tu grupo de amigos sos el más gritón y el que más historias de mujeres tiene, todos se detienen a oírte y sos el centro de las reuniones, ¿porque? Porque vos SIEMPRE has hecho algo más o mejor que los demás, porque sos piola, sos pulenta y con el pito te rompes los meniscos. Siempre te mofas de lo boluda que es tu mujer y de los cuernos que tiene. Porque sos piola, re poronga y les decís a las minas que te hagan caca en el ojo y te digan pirata de mierda.

¿Y que pasó un día? ¿Que pasooooo que bbbbbaaaassoooo bababababa?. Llegó el poronga a las 6 de la matina de un jueves, luego de bolichearla, de telearla y de enfiestarse con tres minas y un travieso. Pasado en escavio con la corbata de vinchita, el pañuelo en la cabeza, el traje arremangado, cantando “somo’ lo’ piratassss”, un zapato menos, el lompa manchado de vino y ferne, olor a pucho y prostíbulo de cuarta y una cara de quemado con más arrugas que frenada de gusano. ¡Te habías sacado una vuelta campeón!

Entraste a los portazos, como borracho malo, haciéndote el pija… ¿y que pasó? Estaban todos menos tu jermu. La muy “boluda” se había ido con toda la guita que tenías ahorrada junto al pendejo de la esquina, con el que te gorriaba hacía dos años… el pendejo de los ojos bonitos, esos mismos ojos que tenía aquel pendejito que creías hijo tuyo y que no le encontrabas parecido ni el pelo.

Te dejo una notita en la heladera que decía “a comerla infeliz”, que a propósito… estaba vacía. Ninguno de los gatos baratos que tenías como amantes aceptó la tarea de hacerse cargo de tamaña aventura, así que ahora tenías que mantener a seis pendejitos, darles de comer, levantarte a las 7 para llevarlos al escuela, ayudarlos a hacer la tarea, darles el desayuno, el almuerzo, la media tarde, la cena, plancharles, lavarlos, llevarlos a los cumpleañitos y contarles cuentos al ir a dormir. A todo esto tenes que laburar para traer guita a la casa, ya no te podías timbear un solo centavo en el casino. La fobal se la juegan sin vos y ya no tienen a quien abrocharse en el poker. Tus amigos ni pisan tu casa porque en cuanto llegan se le asignan tareas. “San Cayetano, te gritan en el barrio”. Ni las putas ni los trabas se acuerdan de tu cara y los soretes patovas del boliche y la milonga no te dejan pasar gratarola ni aunque llores e implores. Ahora no te saluda ni la puta gorda de la vuelta de tu casa, esa que te pagaba por que la garcharas.

Pasan los meses y la panza no te deja ver el pingo, te payaneas las ojeras de lo quemado que te deja la jornada. El pelito te lo tuviste que cortar para que te dieran laburo y la ropa de viejo estúpido y ridículo la tuviste que vender… ¡a Yoni Tolengo te lo perdes en el ojete boludon! ¡Te estas chupando tremenda tonta por gil!

Consejo del Mendolotudo: Naaa naaa, batatin… cara con balcón, tonto del orfanato. ¿¡Porque no te pones las pilas y te dejas de hacer el gato, violín!? Hay edad para todo y los viejos piratas y gateros quedan como vos o se casan con un travieso que les destapa la cañería todas las noches… ¡mejor portate bien! Zapatero a su zapato, mejor hace las cosas bien y comprate un BMW para envidia de los jovencitos.

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