Nací en la ciudad de San Martín, Mendoza, y fui criado en Buenos Aires y San Juan, hasta que a los 17 años decidí volver a Mendoza para estudiar Comercio Internacional. En el proceso –y por las vueltas de la vida- me encontré con mis dos grandes pasiones: la fotografía y la música.

Mis primeros pasos en la foto los di de manera autodidacta, con cámaras prestadas, y otras descartables, hasta que pude comprar mi propia reflex. Decidí arrancar con los estudios en la Escuela de Fotografía de Mendoza (en el Espacio Contemporáneo de Arte), de la mano de Luis Vázquez y Sergio Pantaley. Con ellos descubrí los principios básicos y la faceta artística de la fotografía, los procesos creativos y artesanales de lograr imágenes (tras horas de laboratorio y químicos), y como transformarlas en obras de arte que hablen por sí solas.

No podría definirme dentro de una especialidad fotográfica, ya que por el modo de trabajo de un freelance, todos los días hay que aprender y “especializarse” en una técnica o tendencia distinta. De todos modos, siento mucha afinidad por la fotografía conceptual, naturalista, composiciones básicas (mis trabajos tienden al minimalismo y hacia las formas básicas, simétricas). A la vez hay mucho de documentalismo, el registro exacto de una situación particular, el “momento justo” (en las palabras de Cartier-Bresson).

Lo que trato de hacer día a día es lograr un estilo particular, algo que sea propio y esté ahí, en todos tus trabajos. Obviamente, esa búsqueda continúa todos los días de tu vida…