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¿Qué agitas guacho?

Antes que nada quiero aclarar que si venían a buscar una dosis de humor en esta nota se pueden ir yendo  a leer otra cosa. Yo sé que probablemente me critiquen, pero me chupa un huevo. Por una vez en la vida voy a hacer una nota en serio, si quieren leerla bien y sino jodanse.

Hoy les voy a hablar de la violencia, si la violencia, un tema serio que hay que tomarlo con pinzas. Vivimos en una sociedad convulsionada, donde a veces el ambiente huele a pólvora y una chispa puede hacernos estallar contra otra persona. Estamos rodeados de intolerancia, de gente que propasa los límites, de gente puteando, en fin. No voy a estirarme con denotaciones que saltan a la vista del mas torpe, sino que en esta nota les traigo una verdad escalofriante. Probablemente esta noche no puedan dormir, Quizás no lo hagan durante semanas.

No sé si les conté que soy sociólogo. Mi profesión me ha dado una visión particular de las cosas que quizás el común denominador de la población no tenga la capacidad de detectar. Básicamente, en base a observaciones que hice descubrí la raíz, el átomo de la violencia.

La teoría que les voy a exponer a continuación, nace como consecuencia de una charla que escuche en el colectivo:

 _He loco, baja un poquito la música papá.

 _ ¡Buena loco que venís a agitar acá guacho!

_ ¡Qué agitas vos tonto culiado va!

A escuchar esta “discusión” que termino en trompeadera masiva y en escupitajos volando por todo el colectivo, me quedo una frase revotando en el marote “que agitas”. Ahí fue cuando detecte que la violencia nace cuando un individuo ejerce el acto de “agitar”(O sea, para los chotos que no entiendan se los explico con manzanas: una manzana roja agita y después se arma la trompeadera de manzanas). Ahora, en la jerga de los chimbas agitar significa algo así como alterar el ambiente o provocar a otro para ver quien se la banca mas.

Mientras reflexionaba sobre lo pelotudos que son, vi un detalle cerca de uno de los muchachos que estaban cegándose a trompadas, y realmente llamó mucho mi atención. Miren la perturbadora imagen.

 

Vean  lo que está a los pies del individuo. SI, es una caja de leche Cindor. Al parecer acababan de tomar la deliciosa chocolatada, y luego se armó manso descajete.

 Ahora vean estas fotos:

 

Como ven son niños con  rasgos muy fuertes de violencia en sus rostros y con una cosa en común, hay una caja de Cindor en la escena, pero eso no es todo, ahora miren esta imagen:

Como ven en la famosa pintura del Romanticismo, que muestra la escena posterior a una trifulca de bar, pero si miramos bien hay un detalle, si, otra vez la cajita de Cindor. Pero aún hay más:

Vean el menú de este soldado, entre lo que se está morfeteando hay una Cindor.

A esta altura seguro que se están haciendo las siguientes preguntas:

¿Qué carajo le pasa a este pelotudo?

¿Qué hora es?

¿Qué carajo tiene que ver la Cindor con la violencia en las calles?

Les voy a contestar la tercera pregunta, un día fui, me compre una Cindor y note que en el envase tenía un texto que sin dudas incitaba a la violencia, explicito, directo e imperativo. Vean esta imagen:

Ahora vayan, compren una y verán que no estoy inventando causas. Cindor nos obliga a apurar a alguien antes de consumir el producto. Por ejemplo, vos te vas a tomar una leche, pero antes lees el texto “agite antes de consumir” y no te queda otra que ir a meterle un coscacho al colectivero, o a tu profesor, o lo que sea. Pero si o si, tenés que armar bardo antes de consumir la leche, o si no te agarra churratera.

Otra cosa que descubrí es que la gente que compra Raid o desodorantes en aerosol, también sufren de ataques de violencia extrema. Al analizar el packaging de los mismos, me encontré con que en la parte de instrucciones dice: “agitar antes de usar”, al igual que en las cajitas de Cindor. Por eso cada vez que me pongo Axe me siento más violento, como alterado. En

Son muchos los productos con este tipo de leyendas explicitas que incitan a la violencia o a temas sexuales. Si se ponen a pensar,  también se puede agitar otro tipo de cosas, por lo que estaría resuelto el dilema de porque algunos hombres son tan pajeros.

Bueno, espero que no haya sido demasiada data para sus quemados cerebros, y me despido con la promesa de seguir  con los ojos abiertos para traerles más verdades reveladoras.

Esta nota fue auspiciada íntegramente por CINDOR. Tomá CINDOR. CINDOR, ahora en sabor chocolatada.Si se preguntan porque termine la nota tan de golpe, es porque estoy cansado porque hace días que estoy CIN DORmir…

 

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