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¿Qué cosas detestamos los mendocinos?

La semana pasada me encontré, después de tanto tiempo, con uno de esos grandes amigos de la vida. Charlando, poniéndonos al día, le pregunté sobre aquella vez que nos envió un mail con un listado de “las cosas que detesto”. Me contó que si bien habían pasado muchos años, la mayoría de las declaraciones que hizo en ese correo seguían estando vigentes como el primer día.

Cuando volví a mi casa esa noche, decidí releer ese mail y encontré cosas fantásticas. Hablando con otras personas, la mayoría coincidía con el listado que hizo amigo… Por lo tanto podemos hablar de cosas que no solo mi amigo odia, sino el mendocino promedio. Me pareció que era material como para compartirlo con ustedes. Por eso, sin más preámbulos, “las cosas que detesta el mendocino”.

  • El mendocino detesta que el coso de la pasta de dientes esté destapado. ¿Tanto cuesta taparlo después de lavarse los dientes, la puta madre?
  • El mendocino detesta los pelos en el jabón, en la bañadera, en el lavatorio, en el espejo, en el picaporte, ¡en cualquier parte que no sea en la superficie del cuerpo humano!
  • El mendocino detesta la comida agridulce (excepto las empanadas con merengue que hace la vieja).
  • El mendocino detesta querer sacar una servilleta del servilletero y que siempre salgan más de cinco.
  • El mendocino detesta las moscas, las cucarachas, las polillas y todo bicho que haga un fuerte «crac» al pisarlo.
  • El mendocino detesta que se desarme el portarollo de cocina por haber querido sacar una servilleta
  • El mendocino detesta de sobremanera que el sachet de condimento esté sucio y manche las manos al usarlo (sobre todo el de mayonesa).
  • El mendocino detesta que se le salgan las sábanas de abajo, que se caigan las frazadas para un costado o se salgan en la parte de los pies.
  • El mendocino detesta sentarse con la computadora y que le den ganas de cagar.
  • El mendocino detesta tener puchos y no tener fuego, o viceversa.
  • El mendocino detesta todo tipo de cadenas de mails.
  • El mendocino detesta afeitarse con la Gillette porque se rebano los granos (otra cosa que el mendocino detesta a más no poder).
  • El mendocino detesta los virus informáticos y a los hijos de mil putas que los hacen.
  • El mendocino detesta todo vehículo que tire mucho humo. Más aun lo detesta si va delante suyo y hay doble línea amarilla.
  • El mendocino detesta que le insistan a que baile si no quiere, o no le gusta, o no tiene ganas, o lo que mierda sea que le pase en ese momento.
  • El mendocino detesta llamar a cualquier centro de atención al cliente.
  • El mendocino detesta que su perro reciba en la puerta de la casa a toda su familia menos a él.
  • El mendocino detesta a los imbéciles que se estacionan en el puente de su casa.
  • El mendocino detesta que la caja rápida del supermercado demore lo mismo, o más que las otras.
  • El mendocino detesta que lo traten de gil, aunque en ciertas ocasiones se comporte como tal.
  • El mendocino detesta la gotita que queda colgando del pico del sifón porque se desliza hasta la base y deja el círculo que termina marcando el mantel o la mesa.
  • El mendocino detesta a los mosquitos a pesar de que no le piquen, su ruidito de mierda no le deja dormir.
  • El mendocino detesta profundamente saludar y que el saludo no le sea devuelto.
  • El mendocino detesta pisar caca de perro y más le molesta que le digan que es buena suerte. ¡Vayan y písenla ustedes a ver si trae tanta buena suerte!

Es verdad, mi amigo terminó resultando bastante gruñón pero, ¿acaso no lo es el mendocino promedio? Ahora espero que ustedes me cuenten las cosas que odian…

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