Siento tibio y frío, debo haberme quedado dormida para ir a trabajar ¿Es la mañana? ¿O todavía es de noche? No lo sé, deberé abrir los ojos para averiguarlo, cuesta tanto, creo que no puedo,…
Claroscuro: Capítulo 5 – Miércoles
Claroscuro: Prólogo Claroscuro – Capítulo 1: El partido Claroscuro – Capítulo 2: Fernando Claroscuro – Capítulo 3: El caserón de la calle Alberdi Claroscuro - Capítulo 4: Gonzalo Hacía varios días que los cinco jóvenes…
Claroscuro: Capítulo 4 – Gonzalo
Claroscuro: Prólogo Claroscuro – Capítulo 1: El partido Claroscuro – Capítulo 2: Fernando Claroscuro – Capítulo 3: El caserón de la calle Alberdi El Check in del hotel lo hago rápido, tengo la destreza de…
Claroscuro – Capítulo 3: El caserón de la…
Leer el prólogo Leer el capítulo 1 Leer el capítulo 2 Juan, Gonzalo, Fernando y Mauricio empezaron a caminar con velocidad dejando atrás la Costanera y el partido perdido. Todo eso había quedado en el…
Claroscuro – Capítulo 2: Fernando
Leer el prólogo Leer el capítulo 1 Aeropuerto Internacional Gdor. Gabrielli. Mendoza. 14 de Julio de 2015. 10: 07 am. El avión aterriza brusco. Creo que siempre aterriza brusco, o siempre me han tocado malos…
Claroscuro – Capítulo 1: El partido
Leer el prólogo Guaymallén, Mendoza. 14 de Marzo de 1994. 16:14 pm. - No che… no hay caso. Para mí que la madre no lo deja. - ¿Vos decís? Para mí que se quiere quedar…
Claroscuro: Prólogo
Aeroparque Jorge Newbery. Buenos Aires. 14 de Julio de 2015. 07:04 am. Llego a Aeroparque cuando falta una hora para que llamen a embarcar mi avión. Me siento en el primer café que encuentro con…
Son rachas
“-Estas en una mala racha. Pasa siempre” Es horrible empezar una nota usando la palabra que el título antecede. Pero no hay otra forma de empezarla. Por respuestas como esas es que contestamos “Bien, bien…”…
Desesperar
Levantó la vista una vez más y no encuentro la mirada de nadie. Esto es más que obvio: me están evitando. ¿Pero…si quieren que me vaya, por qué directamente no me echan? ¿Es acaso que…
La historia de “Helter Skelter” | The Beatles
También podes leer: La historia de “Nothing compares 2 U” La historia de “En el hospicio” ¡Buenas, amigos melómanos y no tanto! Vengo a sumarme a esta campaña de contar la historia de una canción.…
El Corralero
Hacía muchísimo frío. Me acuerdo de eso. Recuerdo la puerta de la habitación entreabierta y del foco amarillo en el techo, enérgico como el sol. Me acuerdo el sonido fuerte de la radio de transistores…
Cartas quemadas
Dice la gente que ya no hay quien escriba cartas. Es verdad que las letras existirán por el resto de los siglos. Pero el arte de escribir en papel, ese arte, está prácticamente extinto. Hoy…
Tiempo para charlar
Lo invité a tomar un café y llegó a horario, una cualidad muy común en él. -Dale, sentate- le dije. Corrió la silla con cuidado, tomándose las pausas con mucha cautela. Me estaba estudiando, podía…
El tango del taxista
Era muy tarde en la ciudad cuando la lluvia azotó sin previo aviso. Caminando por calles vacías, divisé un taxi que ahora se bañaba bajo la gran tormenta. Con un ademan, le hice seña para…
Princesa: casi una realidad
La conocí hace tres años, pero creo que estuve enamorado de ella toda mi vida. No hace falta que se describa con más detalles; cuando un hombre se enamora, deja todo en la cancha. No…
Al no encontrarte
Una tarde cualquiera, acomodando viejos muebles, revolví los cajones del viejo escritorio y encontré, escrito con mi caligrafía torpe y siempre aniñada, tu número de teléfono. Habían pasado un par de años desde que…
El día que aprendí a teletransportar
El otro día desperté enredado por la rutina. Era un sábado lluvioso, gris. Uno de esos días donde sabes que sólo le falta algo a ese sinsabor que tanto nos gusta: Música. Aún a…
Diem Carpe por Dra Li: Un día de…
Me levanté esta mañana y me sentí diferente. Tenía mucho calor pese a estar fresca la mañana, las pantuflas sólo cubrían la mitad de mis pies, sentía una sed aterradora que me atenazaba la…
Cristian Wonders por Diem Carpe: El partido de…
Después de perder la final del campeonato con los amigos del barrio, y de casi morirme por cabecear mal una pelota dividida, volví a mi casa. Como poco me importaba haber perdido, y estaba tan…