/10 Cosas que sacan de quicio a una mujer

10 Cosas que sacan de quicio a una mujer

Pasó lo siguiente: hace un tiempo atrás escribía “Como sacar de quicio a un hombre”, porque en ese área soy algo así como especialista, por no decir que re densa. (ver nota)

Quería hacer la contra-nota pero necesitaba de la ayuda de algún hombre que fuera especialista en sacar de quicio a la mujeres, y quien mejor que el “Gato con Botox”.

Aunque con una mano en el corazón, nos sacan de quicio innumerables cosas, como la tapa del inodoro, que no laven los platos de la bacha, que miren el partido y le griten a la tele, que jueguen el partido y vengan chivados a saludarte, que te vengan con chismes del año pasado, que hagan ruido para comer, que tomen la leche del cartón, que no claven el clavito que le pediste hace 6 meses y así podríamos seguir todo el día. Pero solo decidimos hablar de las 10 que más nos pintaron, por que nosotros escribimos, y ustedes no, así que si no les gusta lo qué tienen que hacer es “armar su partido, presentarse a elecciones y ganar”.

Y así fue como después de varias horas de reírnos de boludeces, de tomarnos unas cervecitas (carísimas, pero como somos top no nos quejamos) salió algo masomenos así:

1- Que se queden dormidos después del sexo.

Seguramente toda mujer femenina, se ha preguntado: ¿Por qué este se me duerme después de que lo hacemos? Y la respuesta mis queridas, viene de la mano de la ciencia. No piensen que es porque el chongo hizo maravillas en la cama, o porque venia cansado, o por la hora o cuanta mentira se quieran decir. Es que resulta ser que el hombre, después del sexo, ve a la mujer menos atractiva. Como lo leyeron wachas, es básicamente una negociación de “sexo x sexo”. Además que ya han liberado todo lo que tenían para dar, entonces el cerebro del chongo se apaga. Sucede lo contrario para la mujer… a ella le gusta más que antes el gil que le sopapeó la cachorra.

2- Que estén siempre conectados a las redes o con el teléfono.

El tipo se caracteriza por su desesperación y la ansiedad al estar “incomunicado”y de tener algo en la mano, se sabe: si no está con el cel, está con el control de la tv o se está agarrando el ganso, las 3 igualmente fastidiosas. Está siempre manipulando el aparato, inclusive aunque no esté esperando una llamada ni un mensaje, lo revisan cada 5 minutos “por si acaso”. Este accionar de tu hombre masculino, hace que sospeches, imaginando que esta arreglando alguna juntada, o que esta arreglando con los pibes para ir a las putas… o que esta recibiendo material pornográfico. Igual no te asustes tanto, a la hora de arrimarte el bochin se olvida del teléfono y todas las redes. Pero, ojo con Twitter, ahí no denuncian las fotos de tetas que pueda llegar a encontrar.

3- Las juntadas con los pibes.

El tipo viene fresco como una lechuga a contarte que se va al asado con los amigos, cuando a vos mujer, se te viene a la mente que llaman a 3 minitas que les bailan y se comen el chori (ambos) o cual es bastante probable, pero no se puede hacer nada al respecto ya que nunca lo van a reconocer.

Ahora bien, seamos realistas, si el tipo es pelado, tiene pelos en la espalda, pito corto, usa lentes, no se cambia la camisa manga corta desde hace una semana, no creo que tenga el levante justo como para estar con 3 pibas.

4- Creerse la ley del burro insistidor.

No hay nada más molesto que un tipo que se cree que la va poner por que insiste, te pide el teléfono 20 veces, te invita a salir otras 20 y sigue creyendo que en algún momento vas a cambiar de opinión y le vas a dar el más maravilloso sexo de su vida.

Si el tipo va con esa idea, de que insistiendo va a ganar algo, en la mayoría de los casos no pasa y queda como un virgo que ve porno asiático. Eso si te le haces la difícil, pero siempre está la opción de ir a molestar a otra y asa hasta que termina la noche. No tiene términos medios, tira chistes malos onda: “mi hermana es lesbiana, pero antes se cogió a un tipo, así que creo que es Vi-Viana”

Si te dijeron que no unas 5 veces es por que no le interesas, date cuenta.

5- El tipo como un “ser garrón”.

El tipo te invita a cenar afuera, a algún lugar de la Arístides, la pasan bomba, chiste va, mirada viene, y cuando piden la cuenta, el chabón te dice: “¿Pagamos mitad y mitad?” La mujer no lo va a tomar jamás como si hubiera sido un accidente, al contrario, va a pensar que el hombre en cuestión es un vividor, fiolo, o peor aún: ¡mantenido por los padres!

El roñoso se caracteriza por un sentimiento de dolor, sufrimiento, algunas veces insoportable, ante la idea de gastar guita. Asique si están pensando en ir de compras con un tipo así, mejor sáquenle plata de la billetera cuando este dormido porque despierto, ni un billete de 3 pesos te va a dar.

6- Manguear el pete.

El tipo va a la cama mas tarde que vos, obviamente se quedo viendo un video porno que mandaron los pibes por WhatsApp. Va “on Fire” con la intención de destartalarte la vulva raquídea, hasta que te pide el pete.

Muchas mujeres se niegan a practicar el felatio, tanto que algunos hombres llegan a “negociar” onda: “si me la chupas, te compro una cartera”. Desesperado mal. Encima no se bañó, meó más de 13 veces. Y lo peor es que cuando la mujer accede, el simio toca o mueve la cabeza de la tipa para dirigirla hacia uno u otro lado. Además el bestia se cree que algunas mujeres son estrellas porno intentando hacer que coma todo lo que Dios le dio para su beneficio y placer.

7- Te bardea con tu físico.

Nada peor para una mina que le digan que está gorda, y nunca falta el gracioso que ante la pregunta de: ¿esto me hace ver gorda? Responde “no, los ravioles que te comiste te engordan”. O el “Todo eso te vas a comer” (refiriéndose a un lomito y no a sus partes, obvio, por esas seguro no son abundantes). O ante la falta de una tía envidiosa, no falta el gil que te ve, después de un tiempo y te dice “estás más gordita” y vos, obvio lo querés matar. O cuando van de compras (el gato es el que hace estas cosas) y la mujer dio mil vueltas y el tipo se cansa, respondiendo para el culo cosas como:

-¿Viste como me miro la vendedora cuando salimos?

– Y que querés si te llevaste por delante todo…

Indirectamente les esta diciendo la verdad, o sea, si parecen una petaca por lo petiza y rellenita, el tipo con chistes sin reír se los va a decir.

8- Le mira el culo a la vendedora/moza/fémina cualquiera

Siempre están los poco disimulados que se les gira la cabeza cuál exorcista, pero hay otros qué tienen una maestría en ello.

Es inevitable, el hombre se rige siempre por la regla de “los ojos son para ver”. El tipo ha llegado a desarrollar técnicas pelotudas para mirar traseros: busca ángulos de espejos, busca prendas pasando por detrás de la vendedora para que se la pruebe la chota del cambiador, se hace el que tiene que atarse los cordones (es la mejor)

9- Bardea a tus amigas.

Para el hombre todo grupo de amigas de su mujer es un grupo de trolas, el piensa que siempre están de joda, buscando tipos que les paguen los tragos o que las lleven de un lado a otro, cosa qué es real en muchos casos, pero son nuestras amigas y nos rompe los huevos que las bardeen, aunque nosotras lo hagamos también, pero solo nosotras tenemos derecho a bardearlas.

10- Ser parte del staff del Mendolotudo.

Este punto lo tratamos con conocimiento de causa: el chabón escribe pelotudeces, al mes hace muchos amigos de Facebook y a los 2 meses la mayoría de los contactos son mujeres, “groupies”, que le comentan hasta los chistes mas pelotudos, capaz no lean una sola nota del chabón, pero el solo hecho de que le den “Me Gusta” a una imagen meme de los Simpson’s y le comenten con un “jaja”, da el pie para que el chabón se la crea, y eso, a la mujer, no le gusta, porque en donde el pibe ve el éxito de su ingenio para escribir, ella ve a una “trolita”.

Y bueno, después de tanto rememorar petes, esto fue lo que salió… no era tan bueno, pero tampoco es que lo hicimos como para ganar un Pulitzer, pero teníamos que justificar los gastos de las cervezas y las comidas a nombre del Mendolotudo que nos mandamos. Además la escribimos medio borrachos, así que sepan disculpar si les hicimos perder el tiempo leyendo éste intento de algo que quedó. Convengamos que si están leyéndonos, es porque están al pedo. Nada. Eso.