Queridas y queridos, damas y caballeros, “estudiantas” y estudiantes, trabajadoras y trabajadores, seres “humanas” y seres humanos: Los invito a que reflexionemos sobre el patriotismo de este país que supuestamente tanto amamos, un país con falta de autoestima, exceso de coimas y escasos modelos a seguir.

Si tuviera autoestima, la Cris no hubiera hecho el papelón que hizo este 25 de Mayo que acabamos de pasar. La doña, codo a codo con el gobernador de Chaco, hizo de la Marcha de San Lorenzo una verdadera parodia. Ella bailaba distraída, al son de la canción, moviendo un banderín, burlándose del ejército y de la banda, y cagándose en todo tipo de respeto hacia las marchas patrias y hacia el verdadero significado de la canción. Escandaloso. El gobernador aplaudía emocionado con unos movimientos exagerados (lo que yo considero aún más denigrante) como si se tratara de un ritmo cualquiera, vulgar, comparable con una cumbia villera de esas que se escuchan en los bondis. Don Gobernador: las marchas no se bailan, ¡se respetan!.

Cinco minutos en los que Miss Estado se cagó en todos nosotros, Argentinos y Argentinas como ella dice. Y en nuestras “faces”.

Mi queja no solo pasa por ahí. El desfile también es criticable en su totalidad. La “Patria” suspendida por una grúa estaba bailando al ritmo de una murga, una danza característica de Chaco, de nosotros y nuestro país (100% sarcasmo). Y el resto del desfile apestó a feminismo, porque la responsable de nuestro gobierno está empeñada en separar a las masas en hombres/mujeres. En lugar de ser innovadora y establecer un gobierno que imponga la igualdad entre el hombre y la mujer, ella decide abrir la brecha aún más grande denigrando a cuanto hombre estaba hoy viendo el canal público. La banda que tocó el himno de esa mañana debería haber estado formada por hombres y mujeres, no sólo por mujeres.

Tengo un mensajito para ella, la idea no es vengarse del hombre por los años en que la mujer fue eclipsada, la idea es intentar estar a un nivel similar así podemos hablar como pares y no como si ellos estuvieran 20 escalones más abajo. Pobres tipos, como los entiendo.

Más allá de mi repudio a este gobierno y a todos los patoteros que lo componen, pienso ahora en el valor que tienen realmente nuestras enseñas patrias. En España, país del cual nos independizamos, no hay izado de bandera, ni Aurora, ni himno, ni escarapela, no existen los actos patrios. No hay tanto amor por lo nuestro, por nuestra tierra que tan peleada fue y tanta sangre derramó para poder nombrarla como nuestra. Los españoles poco saben de luchar, poco saben de cantar himnos y son ellos los que nos dieron parte de nuestra cultura.

A fin de cuentas, mi objetivo es hacerles ver como costó realmente tener Patria, y que tan poco la valoramos. Reflexionemos un toque, y la próxima cantemos el himno entero y no solo las “eses” o la estrofa final. Cantémoslo en todas las fechas patrias y no solo durante los partidos de equipos argentinos. Usemos una escarapela pero con ganas, no porque es un código que dice la sociedad. Y al que lo veamos bailar una marcha patria, le “metemo” un banderín en el traste.

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