Al igual que hice para las mujeres en mis 6 tipos de mujeres a la hora del levante, los hombres no son menos a la hora del levante, por lo tanto también merecen una nota. En realidad, la única diferencia entre ellos y ellas es que ellos disimulan menos y encaran más, y por lo tanto tienen formas más variadas de arrimarse a una mujer en un boliche. Pero como todo en la vida los comportamientos también se repiten y los tipos de hombres al levante son exactamente los mismos año tras año, boliche tras boliche.
En este caso, vamos a identificarlos como en algún momento lo hizo Lineo, con género y especie en latín como corresponde y una breve descripción de cada macho al acecho. No se equivoquen, no estoy intentado copiar la publicidad de una conocida marca de aguas saborizadas, es sólo una ilusión óptica ocasionada por la ansiedad para que llegue la Fiesta Mendolotuda 2.
Bailarinus estrepitosus
Un tipo exageradamente pum para arriba, siempre con un traguito en la mano para ofrecerle a las chichis o tirárselo encima de tan eufórico baile que se está mandando. Es el típico que se acerca bailando, se queda bailando, te pregunta si querés bailar bailando y cuando le decís que no, se retira bailando dignamente. La que opta por bailar con él corre el riesgo de pasar la vergüenza de su vida, ya que este sujeto se mueve desenfrenadamente y sobre todo las caderas, oscilando entre Shakira y Ricky maravilla. Un ejemplo claro es mi amigo Fernet (cuídense el sábado de la fiesta chicas)
Lindus totalus
Es el más mononísimo de la noche. Él se queda quietito toda la noche vigilando y sonriendo, con una sonrisa de playboy incurable. Su método de caza es simplemente la mirada. El observa qué presa quiere y cuando se decide, focaliza su vista hasta hacer contacto visual suficiente como para que ella vaya derechito hacia sus pies, como clavo al imán. Generalmente es el típico trabadito tipo rugbier y en muchas ocasiones onda rubión ojitos claros.
Viejus cochinis forradus en guitus
Es el típico canoso pasado de edad (y de cama solar) del lugar. Seguramente el mejor vestido ya que posee más ingresos que cualquiera que lo rodee, pero así como tiene ingresos tiene años y falta de práctica en la danza. Es un bailarín pasivo, observador pero en el sentido más perverso y su técnica de conquista es dirigida hacia las caza-tragos. Fácil, las encandila con 100 pesos y dos champagne (uno para cada una) y allí están ellas, contentas, exuberantes y con un pedo de mil demonios. Como termina esa noche…pregúntenle al vieji, que seguro se quedó contento.
Acosadurum molestus densus
Es el que cansa. Va rondando a un grupo de chicas como una especie de detective secreto. Va, se esconde, vuelve y cuando ve que al menos una chica lo mira (aunque sea con cara de horror) él toma eso como una oportunidad y se abalanza sobre ella. ¿Tipo de conquista? Ninguna, porque se dedica a franelear directamente, sin introducción previa y molestando tanto a la que lo miró, que va a arrepentirse toda la vida de fijar sus ojos en tremendo plomo, como al grupo de amigas que intentan bailar y no pueden porque un psicópata está intentando toquetear a su amiga sin permiso. Este tipo de personajes se encuentran en los boliches más antros mendocinos y nunca acepta un no por respuesta.
Preguntum incansablus
Elocuente y simpático, él se va a acercar para preguntarte de todo comenzando por el nombre y edad. Una vez pasadas esas dos “preguntas barrera” va a continuar sin parar hasta averiguar tu dirección, nombre de abuela, fecha de vencimiento de la obra social, etc. Es peligroso porque de ser rechazado puede utilizar dicha información para aparecerse en la casa de aquella que le rompió el corazón. En algunos casos puede aparecer la subespecie Violentus característica por agarrar fuertemente del brazo a la mujer que no le responde sus cuestionarios y hacerle comentarios en tono fuerte como: “¡Nena que te pasa que no bailás!, ¿sos lesbiana? Generalmente su presa termina siendo la ritualista, que es tan rara como él.
Y allí van 5 tipos de hombres a la hora del levante. Las 5 especies que quedan se las dejo para el sábado próximo. ¡Chausito!
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Uy… ¡Qué cagada! ¡Mis viejos crecieron!
Tu nota apeeeeeeeeesta wey