La amiga Ana me viene a dar una mano para escribir sobre esta nueva horda de señoronas grandes envasadas en pack de pendejas. Al contrario de los típicos “viejos chotos” (VCH) que quieren revivir la etapa de los 30 que perdieron laburando, estas mujeres, llamadas las típicas “pendeviejas” (PV) quieren vivir la adolescencia “loca” que no tuvieron. Están solas por divorcio o viudez semi-prematura. Algunas de sus típicas características son:

1. Aspecto físico: están todas cortadas por la misma tijera, o lo que es mas preciso, paralizadas por el mismo botox. Se dejan los pelos largos o si la naturaleza no lo permite se pegan extensiones descaradamente. Si tienen guita se ponen un par de tetas desubicado y fantoche, se repingan el naso, se tatúan las cejas, se someten a lipos temerarias y se hacen algún tatuaje choto en el culo o la espalda (generalmente de flores o hadas), se insertan pestañas postizas tamaño abanico de Locomía y se esculpen las uñas groseramente.
2. Vestimenta: se compran aceite de oliva para lubricarse las gambas y ponerse jeanes de pendejas de 20, se amorcillan remeritas y se escotan para dirigir la vista del hombre hacia arriba y no hacia la vapuleada tuna. Se ponen tacos agujas para que se les levante el orto y al otro día se tienen que pagar una sesión de majases para que les acomode el ciático.
3. Alimentación: la PV tiene unos serios problemas alimenticios. Su dieta se basa en agua de desayuno, una planta de lechuga de almuerzo, agua de media tarde y una galleta de cena. Son peores que las modelos con desórdenes alimenticios. Todo para que les entre el jean de la hija o el vestido de la hermana menor.
4. Noche: la PV no es tan desubicada como el VCH para la noche, sale a bailar pero se ubica en los sitios. Lo malo es que se nota a la legua que la PV ha perdido la agilidad de la juventud y más que sensual parece un estúpido robot de un video de Palito Ortega. Se aprende los estribillos de memoria y los canta a viva voz… da vergüenza ajena.
5. Sociedad: Rara vez se juntan. Si personajes de ambos grupos se ven en el lago del parque, se miran con recelo, culpando al otro de “viejo/a ridículo/a”. La PV está sola porque sus pares no le pueden seguir el ritmo, así que se junta con treintañeras solteronas histéricas o con una mina como ella, del laburo o el gym.
6. Lenguaje: como los VCH las PV utilizan palabras de pendejos que quedan desubicadas como un camarógrafo obeso y desnudo en un casamiento concheto. La diferencia es que ellas las marcan menos, pero las usan muchas más.
7. Telecomunicaciones: Celular con teclado QWERTY. Todas tienen uno, lo manejan como si fuera el Nokia 3310, no entienden lo que es una aplicación y mucho menos como descargarla, pero al parecer les quita 20 años de encima. Olvidate de algún servicio de mensajería, ahorro de batería o cualquier cosa básica que traen los celus ahora. La PV de pedo te agenda un número y te busca en el directorio para llamarte.
8. Sexo: es en lo único que la PV se puede distinguir. Porque cree tener la inocencia de una piba de 20 pero su experiencia de loba en celo aflora en la cama. Se culean a un pibito y lo dejan tonto de amor, porque le hacen tiritar hasta la planta de los piés. Se dejan hacer todo lo que sus maridos no le hicieron y son cochinas, chanchitas y picantes.
9. Denominación: le tienen estrictamente prohibido a sus hijos decirle “mamá”, ni que hablar si son abuelas. Los hijos y nietos la tienen que tratar por el apodo, en el mejor de los casos por el nombre de pila. Las PV se ponen apodos como “Pipi”, “Tati”, “Nani”, “Cuqui”. Son chotas y ridículas.
10. Internet: Su perfil de FB muestra sus fotos impecables, totalmente producidas, su foto de perfil es la mejor de todas, pierde media mañana en tomársela y la otra mitad en seleccionarla. Jamás una foto de una reunión, tomada al azar, en donde estén mirando para otro lado o con los ojos cerrados. Es como un book del cretácico… Tienen un perfil en los sitios de cita, estilo Badoo. Donde obviamente se cambian el nombre y se sacan algunos millones del DNI, apuntando a levantar algún pendejo para contarles a las amigas el levante que tienen. Casos reales: Grupo de PV que ha elaborado toda una red de “amigos imaginarios” en FB. Función especifica: comentar lo bien que están en las fotos, armar juntadas, invitarlas a salir y comentar lo bien que la pasaron con ellas anoche… Todo estrictamente publico en el muro. A la vista de los demás amigos (los reales).

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El año pasado escribíamos:
¡¿Heil Cristina?!