/Aprendizaje colaborativo, ¿Hasta qué punto sirve realmente?

Aprendizaje colaborativo, ¿Hasta qué punto sirve realmente?

Hola, ¿Qué tal? ¿Cómo los trata “La calor”?. Yo bien, con el humor del ojete de siempre, todo muy normal por suerte.

Hace un par de meses que empecé un curso de programación en una suerte de “nueva universidad” como ellos le llaman. El curso está basado en reducir costos de docentes, y enfocar la “metodología” en solventar las dudas con tus compañeros, “Googlear”, o por último consultar un tutor que es un pibe que está igual de perdido que vos, solo que terminó el curso hace dos meses y le ofrecieron un laburo para ver si se gana unos mangos, pero el rol de tutor no lo hace bien, ni mucho menos.

Lo complicado de tratar de aprender así, es que no siempre vas a encontrar gente dada. Yo, por ejemplo, soy muy “charleta” a la hora  de llegar a la mesa de trabajo, que es así como funciona este curso. Te asignan aleatoriamente todos los días con desconocidos que tienen como fin resolver ejercicios de algún tipo, para nada prácticos, aplicados a la matemática con videos producidos por la misma “universidad”  en los que la mayoría no se entiende una goma, explican las cosas a medias o dar por sobreentendidas un montón de otras cosas.

Siempre es un problema laburar así, porque primero, no todos tienen la misma base, segundo, no todos van resolviendo los ejercicios a la par, y eso sumado a que te ponen una suerte de deadline para terminar una grilla de actividades en determinado lenguaje, que probablemente no hayas entendido un choto, hayas saltado ejercicios o copiado otros en el transcurso de la semana, y que luego tengas que rendir una especie de evaluación, con menos conocimiento que cualquier guacho de primaria sobre educación sexual.

Te frustrás todo el tiempo, terminás haciendo los ejercicios a medias, consultando Google sin saber realmente qué poronga estás buscando, preguntando a alguno de tus compañeros o tutores para que te terminen haciendo o resolviendo el problema sin vos cazar un fobal cuadrado de lo que te están diciendo, y ya en un momento no te interesa saber una verga de lo que se trata el ejercicio, solo que se termine el día e irte a tu casa hablando mal de los pelotudos con los que te tocó sentarte y deseando una mesa más productiva al día siguiente.

Para postre en este sistema todos los viernes se vota a una especie de “líder de mesa”, que es una persona que supo ayudar a la gente en el transcurso de la semana, lo cual hace “más fácil” el trabajo en grupo, cosa que no es tan cierta. Como por ejemplo, me han votado sucesivamente porque me he vuelto popular en el curso una especie de mascota bullyneable, por lo que en las mesas que me ha tocado “facilitar” han sido acéfalas, carentes de un líder productivo, evaluativo y resolutor de problemas.

En fin, una garcha la experiencia colaborativa. Desde mi punto de vista, se debería equilibrar para arriba con las personas que menos conocimientos tienen, asignar y rotar a los facilitadores para que no se haga tedioso y parar de tanto en tanto para solventar dudas, crisis existenciales por ejercicios infinitos y otros tantos problemas de mierda que te hacen querer abandonar el curso cada media hora.

Ahora sí, es hora de despedirme, espero que estén bien, ojalá vuelva pronto o tal vez no, con más quejas, mal humor y ganas de morirme perennes…

¡Saludos!