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Como sería Chiquititas en la vida real

Miren que amo la ciencia ficción y en esa época todavía miraba dibujitos, pero me parecía tan choto y fantasma un grupo de huérfanos re lindos, bien vestidos que nunca pasaban necesidades, vivían en mansa casa que nunca tenía un puto problema, que les preocupaba más estar de novio que no tener padres, que debo confesar…YO NO VI CHIQUITITAS.

Ni siquiera he llegué a ¡las canciones de mierda! cantadas por una cuasi adolescente (hablo del personaje, no de Romina Yan como persona paspados) a cargo de 30 pibes, que siempre hablaba de amor, nunca se saturaba y jamás de los jamases los re contra re mil cagaba a pedo.

¡Hay más posibilidades de encontrarme a Sailor Moon que a un orfanato tan cool!

Anteriormente atendí a las novelas argentinas en general (Novelas argentinas: un mal que nunca muere parte 1 y parte 2), ahora vamos a la comparación de este caso puntual…

Ficción: Todos eran lindos con ojos claros, casi te daba a pensar que era un orfanato auspiciado por Cambiemos.

Realidad: Son pibes normales, como todos nosotros.

F: Como no hay padres, no hay reglas, todos se portaban bien porque entendían mágicamente que el amor y la amistad solucionan todo. Al final todos los espectadores soñaban con ser huérfanos, para que nadie les rompiera las pelotas.

R: Como no hay padres no hay reglas, no hay nadie que les enseñe que es el amor y terminan rebotando en un sistema de mierda donde adoptar es una tortura. Ahora, de grande, te das cuenta que la magia no existe, que el «romperte las pelotas» para que fueras mejor porque le importabas a alguien, es parte del amor que te tienen tus viejos.

F: Tienen empresas y familias que hacen beneficencia, así mantenían el hogar. Un caserón enorme, con muchas habitaciones, que nunca se rompe y jamás hay que preocuparse porque falte  la comida. Mi favorito el tobogán para bajar de la planta alta.

R: En realidad las empresas donan parte de lo que les sobra o porque con eso deducen impuestos, hacen siempre un show y se borran todo el resto del año. La mayor parte del tiempo un pequeño grupo de gente la rema todo el año para ponerles un plato de comida a esos pibes en casas precarias que se caen  a pedazos. No hay tobogán porque no hay planta alta.

F: Amenazan con cerrar el hogar, la joven encargada dice un discurso emotivo, cantan una canción conmovedora, y…sigue funcionando.

R: Amenazan con cerrar un comedor, se juntan los vecinos, marchan, piden ayuda, lloran todos… lo cierran.

F: Usan uniformes, no solo en perfecto estado, sino a la moda, cuando salen usan ropa de marca tipo Cheeky, lógicamente tienen que promocionar a los auspiciantes.

R: Esperan a que alguien done ropa usada, alguna empresa que haga un evento, o que un día del niño y les toque un buzo nuevo o un juguete. Cuando pueden se compran altas llantas nuevas para saber que se siente tener unas que nadie ha usado antes y que se note.

F: De vez en cuando se acordaban que eran huérfanos, al final sino los había abandonado una familia rica por error, los adoptaba otra…familia rica.

R: Los padres se borraron o no están en condiciones de tenerlos, quedan estancados en el sistema y…no los adoptan.

F: Se enamoran con 6 años y quieren estar de novio. ¿Cómo olvidar el épico tema de Georgina «Estoy enamorada de todos, de todos, de todos…»?

R: Les preocupa más saber si van a almorzar, si se enamoran con 13 o 14 años, intentan formar la familia que no tuvieron, para los 17 son padres de 2 o 3 hijos.

Igual ¿en serio les parece que este bueno que estén pensando en un novio y quien les gusta? Incentiven a que piensen en jugar, para clavarse con algún pelotudo/a tienen toda la vida adulta.

F: Cantan canciones de amor, amistad, novios, felicidad, bien poperas y pegajosas con las que vendieron miles o millones de «casetes» (si, casetes, no se me hagan los pendejos ahora).

R: Alta cumbia, habla del dolor de la pobreza, de la desigualdad, robar, violencia….no venden CD’s, los copian.

Como dije al principio, cuando era chica la historia no me cerraba, ahora de grande puedo encontrarle la vuelta. No es ciencia ficción, un mundo completamente inexistente, pero tampoco trata de ser realista. Si fuera un grupo de amigos como Amigovios o un equipo de fútbol como Cebollitas no me resonaría tanto, porque es endulzar una realidad que no es trágica. Ahora tomara un grupo de huérfanos y querer mandar un cuento de hadas, hasta el día de hoy, me parece un tanto choto, ¿o creen que sería igual de mágico hacer lo mismo con la sala de niños de un hospital público?

Seguro me van a decir que no es para tomar tan en serio, que disfrutaban las canciones y tenía “mensajes lindos”, por eso quiero darle las gracias a Cris Morena. Por romantizar la pobreza y por crear un espejismo de una situación terrible, porque imaginarla así es más linda, porque no se ve y así…no duele.

TURIN TURIN

Por si tienen ganas de leer sobre ficción de la mala «50 sobras de Grey» o de la buena «La verdadera historia atrás de Game of Thrones«