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El difícil trabajo de ser desempleado en Mendoza

Esta semana me quede sin laburo, y después de hacerme bolita y llorar un par de días al grito de “soy pobreeee”, decidí hacer catarsis escribiendo. Y me puse a pensar todas las vicisitudes y problemas que tiene que soportar un mendocino común que va en la búsqueda de ganarse el pan.

Empezas arreglando tu currículum, que es nuestra carta de presentación. Te sentas en tu computadora a plasmar en papel toda tu experiencia laboral y terminas al minuto de arrancar. Mandas a imprimir y lo lees orgulloso:

Experiencia Laboral: PRINCESO DESDE 1988 A LA FECHA

Sabes que con eso no vas a pegar laburo ni de doble de riesgo de Hugo Torrente así que procedes a inventar trabajos que nunca tuviste, onda administrativo en la carnicería de tu viejo, guardaespaldas de tu prima rica, estilista de bigote de Ricardo Mur y barrabrava de la Reina de Junín. Con eso ya estás listo para la lluvia de entrevistas que vas a recibir.

Compras el diario y te dispones a leerlo buscando el trabajo que te de mucho dinero por poco esfuerzo. Pero lo único que encontras son avisos que prometen hacerte millonario en un segundo con la condición de asistir a una reunión donde probablemente termines entregando el orto o te peguen un palazo y amanezcas en una bañadera con hielo sin los órganos. Por ende preferís no arriesgar.

Salis a revolear CV por todo Mendoza, porque ya no tenés plata ni para cargar la Redbus, y después de días enteros de empapelar el centro recibís un llamado de Movistar. Te emocionas zarpado, pero en realidad es para avisarte que te inician acciones legales por no garpar la factura hace 2 meses. Se acerca tu ruina camarada.

Ya te empezaste a gastar los ahorros del mundial de Rusia 2018, y te estas desesperando. Arrancas con economía de guerra para no morir pobre y tenés que empezar a seleccionar artículos de primera necesidad y abandonar los lujos. Cambias las paty por el arroz, el asado por fideos, las trolas por travas y así te vas convirtiendo en un tipo ahorrador. Compras Vittone en vez de Branca, y de paso te ahorras el Raid porque lo usas para matar hormigas y cucarachas que hay en tu casa.

Se te ocurre una idea maravillosa: te buscas una señora mayor que te banque. Te compra pilcha, te invita a cenar a lugares caretas y te da todos los gustos. Pero ojo, porque nada es gratis en la vida y la viejecilla empieza a requerir que le den un poco de acción. Decidís hacer el esfuerzo, pero al momento de la acción la ñora se saca los tedien y los mete en un vaso y tu pito entra en una depresión permanente, quedando más muerta que la de Sofovich y vos con un trauma de por vida.

Pasan un par de días, y por fin te llaman para una entrevista verdadera. Te sacas la remera de los Stones y las tillas rotas, y vestís tus mejores ropas, lustras los zapatos para ir lo más atinado posible. Sabes que sos un desastre, por ende tenés que fingir ser un buen ciudadano, y te aguantas decir alguna pelotudez que arruine todo. Empieza la entrevista y demostras ser educado e inteligente. Hablas con una soltura envidiable sobre tus cualidades y habilidades en el trabajo. Termina la charla y cuando vas a saludar, notas un tatuaje con la lengua Stone en el brazo del jefe y lamentas no haber mencionado ese terrible show en River del 2006. Salís e inmediatamente entra un terrible rolinga que te arrebata el trabajo por hacerte el careta. Definitivamente estas cagado por un pterodáctilo.

Ya estas resignado, y cuando estas por ahorcarte con el pito, aparece el trabajo que te salva la vida. Todos dirán que estas cambiado y raro, pero el trabajo dignifica y así podes llevar el pan todos los días a tu casa. Después de todo, la faldita y la peluca no te quedan tan mal…

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