/El liberalismo me tiene las bolas llenas

El liberalismo me tiene las bolas llenas

Cuando las cosas se llevan al extremo se cohíben, se pudren y se ennegrecen. Estoy totalmente en contra de los regimenes autoritarios, pero cuando la ideología liberal se transforma en un liberalismo extremo como lo que esta pasando en la actualidad, se me inflan las bolas, se me engruesa la vena aorta y me dan ganas de mandar el mundo a la mierda.

La semana pasada escribí una nota sobre las drogas y entre los comentarios contrarios a mi punto de vista, no dejé de leer la frase “que cada uno haga lo que quiera, mientras no me perjudiquen a mi, todo bien”. Ese concepto particularmente me tiene los huevos muy al plato. Me da asco, vergüenza, me deprime, me de da bronca, pena, tristeza, pavor e ira. Todo junto, en la misma intensidad.

Gracias a ese concepto nos estamos yendo al carajo, nos vamos al tacho como humanidad.

Este es el concepto que engloba el liberalismo actual en su punto más extremo, como un cuasi anarquismo sería. Que cada uno haga lo que se le de la gana, total, mientras a mi no me hagan nada, esta todo bien. Ser humano egoísta y miserable, irresponsable, fratricida y antisocial.

El árbol nos esta tapando el bosque por culpa de nuestro egoísmo extremo y cuando ese árbol se pudra y se caiga de tanta porquería, el bosque va a estar talado y va a ser tarde para volver a sembrar.

¿Quieren falopearse? Que se falopeen, mientras a mí no me hagan ni me digan nada todo bien. Este mismo concepto se puede aplicar a todos los tópicos que ustedes deseen. Drogas, aborto, religión, guerras, política de turno, enfermedades alimenticias, etc. ¿Total? A mi no me pasa nada, ¡que se maten ellos! Mientras no me hagan daño a mi, todo bien.

Por culpa de esta desidia extremista nos olvidamos del trasfondo de la cuestión. Nos olvidamos que atrás de un porrito poronga hay todo un mercado aterrador, devastador, cargado de las peores miserias de la humanidad, lean algo sobre Colombia sin ir más lejos, vean lo que esta pasando en Buenos Aires y su hermoso y pacífico conurbano.

¿Acaso no se han percatado de lo reventados que estan los pibitos de entre 15 y 20 años? Y no digo en Buenos Aires, digo acá en Mendoza, en ciudad.

Es lo mismo que pensar “bue… si tiro este papelito por la ventanilla del auto no pasa nada, ¿Qué le voy a hacer daño al medio ambiente?”. Pero si cada uno de los seis mil millones pensamos igual, el mundo va a seguir siendo la mugre asquerosa que es.

¿Acaso no se han percatado de lo mierda que hemos hecho el planeta en tan solo veinte años? Y no digo en otro lado, digo en el gran Mendoza.

Por culpa de este pensamiento liberal del orto el ser humano se esta cavando su propia fosa, esto hace mucho que lo quiero decir y no se como, quizás no sea la manera más explicita y correcta por este medio y quizás no me entiendan, pero nos merecemos desaparecer como sociedad, porque somos lo peor. Les aseguro que nuestros conceptos de vida están errados, nuestro estilo de vida esta errado, la forma en la que vivimos esta herrada. Y esto no quiere decir que yo tenga la posta, simplemente intento usar la razón y esto es lo que mi razón me dicta. ¡Vamos a los índices sociales sino! Estamos destruyéndonos entre nosotros y “mientras a mi no me hagan nada” no vemos que como sociedad nos vamos a la B, que cuando queramos levantar la cabeza va a ser demasiado tarde, que YA es demasiado tarde.

Amo la vida, amo vivir y soy un tipo feliz y agradecido, pero no por eso tengo que estar de acuerdo con la sociedad actual, soy un conservador del orto, pero no porque quiero que la vida sea igual a la bosta que era 40 años atrás (o 30, o 20), sino que quiero que la vida sea como la utopía que conservo en mi imaginación, como la imagen que tengo de antaño, de otras épocas, como la idea que tengo de mundo, de vida, de sociedad. Soy conservador de mi ideología, no de un pasado en el que tampoco estoy de acuerdo.

Y por otro lado, tengo un profundo odio y lástima hacia la sociedad moderna, con el estilo “liviano” de vida que llevan, que pretenden encajarme y al que adora decirme barbaridades tan absurdas e incoherentes como fascista, retrógrado o cuadrado. Odio esta dejadez con la que nos movemos, la banalidad, lo triviales que somos, lo poco comprometidos con todo, lo poco responsables. Aborrezco la sensación de egoísmo que percibo en todos y todo.

Y, lamentablemente, vamos mal, muy mal por culpa de este liberalismo atroz y por culpa de todas las ideologías mediocres que hemos venido cultivando desde hace más de 3 mil años.

También podes leer:

¿En que siglo estamos?

ETIQUETAS: