Aureliano reconoce que había ideado esta nota de manera diferente, con su estilo sarcástico e irónico con algo de reflexivo, pero el amor cambia a las personas, por lo menos momentáneamente, y Aureliano está enamorado, pasaremos a comentarles cómo es que Aureliano se enamoró de María Elisa.
Aureliano, fiel a su estilo investigativo, preparaba otro de sus viajes al exterior para cubrir los acontecimientos cada vez más frecuentes que ocurren a nivel mundial, y se percató de que aún faltaban horas para que saliera su vuelo, por lo que decidió prepararse otro café blend traído de uno de esos países a los que él va y navegar por diversos matutinos en línea. Y así fue como conoció a María Elisa.
Aureliano se puso a pensar el porqué de tan repentino flechazo, pudo haber sido que María Elisa era linda, bastante linda, o que también era estudiante de medicina, la carrera frustrada de Aureliano, y de la cual tanto ama y tanto le gusta leer, pero no, tenía que haber algo más y se puso a reflexionar… y el sentimiento empezó a tomar forma real, empezó a dejar de ser virtual y ficticio, como cuando idealizamos a alguien, y se empezó a transformar en una persona de carne y hueso que sentía cercana, no había posibilidades de idealización, van pasando los años y Aureliano no es inmune a eso, sabe que dejó atrás los amores utópicos, la sobrevalorización de los mismos, no era posible que hubiera hecho una regresión sentimental, había más razones.
Aureliano encontró a una persona de espíritu, de formación interna, de una fuerza interior creada tanto por formación familiar como por obstáculos puestos una y otra vez en su camino. María Elisa, llena de vida, más vida que muchas otras personas con muchas más posibilidades, con muchos menos obstáculos, con mucha más salud, lo cautivó, lo enamoró.
A María Elisa no la tiraba para atrás la suba del dólar, ni la caída en las exportaciones, tampoco el que no se pudiera comprar el último televisor, por más que lo ofrecieran en cómodas cuotas, en realidad María Elisa era increíble, buscaba y buscaba acontecimientos, pero no la tiraba para atrás nada.
¡Claro! Pensaba Aureliano, no la tiraba para atrás el tumor cerebral que la acompañaba hacía años, sino que la hacía seguir, como una rebeldía, una amistad forzada, un arma más en lo que muchos llaman batalla de la vida. ¿No es hermoso? Es como que la base de sus pensamientos, de sus sentimientos, de su arma de estudio, comprensión, aprendizaje estuviera amenazada constantemente. Pero hasta dónde llega la rebeldía interna, el espíritu interno ¿no?
Y con esa hermosa rebeldía inconciente bien encauzada, demostró que se podía, que era posible hacer todo y mucho más que todo también, recordemos que María Elisa era estudiante de Medicina, y como buena estudiante de medicina, estudió, aprendió, se presentó, rindió y cumplió con todas y cada una de sus obligaciones, y lo hizo de manera más que eficiente, más que ejemplar. ¿Qué importaba que su compañero extraño, el que la ciencia dice que no debe estar ni ahí ni en ninguna parte del cuerpo, se la hiciera difícil? Es más, seguramente lo podía llegar a presentar sin ningún problema, sin ningún complejo, como algo normal, no le hacía falta exigir indirectamente compasión, sabía que con él o sin él las cosas las debía hacer igual, las podía hacer igual.
Y así fue como fue superando uno a uno los desafíos propios de una carrera universitaria, los containers de libros, las dudas, las mesas, las idas y venidas, las frustraciones, las alegrías, el recibimiento de los que se unen a la aventura, el despido a los que la superaron.
A María Elisa no le importaba nada, era como una de esas personas a las que muchos critican que no toman conciencia de las cosas, y sí, era así. Conocía bien a su compañero, tanto de una forma interna, como solo ella podía conocerlo por estar con él, como así también de una forma externa, gracias a sus conocimientos médicos. Y aun así seguía sin importarle nada, la amenaza latente de que ese compañero decidiera que ya está, que terminó, la carga extra de tiempo en tratamientos, las consecuencias de los mismos, los problemas directos e indirectos surgidos por estos hechos, la presión…. ¡Que rebeldía hermosa! ¿Cómo no voy a estar enamorado de ella?
Y así es como, de una manera ejemplar y mejor que muchos, superó a todos y cada uno de sus obstáculos, ella misma, con sus armas, con sus objetivos, en su interna soledad. Y fiel a su estilo, se preparó para el último, porque llegó al punto del que se convirtió en médica, pero eso había que demostrarlo, lo sabía, y se animó. Si se animó a todo durante años, ¿Por qué a éste no habría de animarse? Nadie se lo impedía.
Y así fue como se presentó a su ansiado examen final. Como dije, no le importaba nada, y no le importó haber ido con los efectos de la quimioterapia encima, con todas las consecuencias de ese duro proceso, ni tampoco con sus problemas motrices, con sus miedos y ansiedades, sentimientos éstos últimos que cualquier persona tiene en una mesa final, porque a pesar de todo, María Elisa nunca dejó de ser normal.
Fue perfecta, ejemplar, demostró que se podía, la vida le demostró que no tuvo que sacar ventaja, ni ahora ni nunca, de su dificultad. Aprobó el escrito. Su último escrito, su paso final al gran título de médica. Se lo merecía. Pero al momento de saber el puntaje del oral… desaprobó, y no desaprobó con mucha diferencia, desaprobó por unos pocos centésimos, casi imperceptibles, no desaprobó por ineficiente, desaprobó porque esta vez se encontró con un obstáculo no puesto por la vida, sino un obstáculo puesto por personas, personas como vos y yo, personas como las que te cruzás todo el tiempo en la calle, personas con sus pensamientos, con su personalidad, con sus cosas, menos con sentido común. Personas que no adaptaron un examen que exigía demanda física a las posibilidades de alguien que no podía cumplir con dicha demanda, porque los exámenes no se regalan, pero sí se adaptan.
Contra todo pronóstico, María Elisa, la rebelde, la perseverante, a la que no le importaba nada, pidió una mesa extraordinaria, ya a esta altura no había nada que la pudiera tirar abajo. Y la autorización a dicho pedido la esperó, hasta se podría decir que con paciencia, pero a su compañero de años, a ese tumor cerebral la paciencia se le acabó, y con ello, las posibilidades de demostrar con papeles lo que ya era: médica. Médica como pocos, médica ejemplar, médica como los que hacen tanta falta en nuestra sociedad, médica persona, médica completa en cuerpo y alma, médicos bellos como ella.
Aureliano recuerda como, sin ser religioso ni espiritual, hay situaciones y momentos que nos ayudan a superar cualquier dificultad y a extender más nuestra vida contra todo pronóstico. Aureliano lo sabe porque vio a su padre ganarle la pulseada a una complicada enfermedad por un tiempo, con situaciones y sentimientos ajenos a la ciencia, y lo sigue viendo en amigos con luchas internas más simples, pero luchas al fin que los ayudan a seguir viviendo y progresando. Y Aureliano reflexiona que si algunas personas hubieran actuado de forma moralmente correcta en algunos hechos de la vida de María Elisa, se hubiera podido extender el tiempo físico de ella en este mundo, yéndose con la seguridad de saber lo que ya era, un ejemplo de médica.
Aureliano reflexiona que las personas, así como nacen antes de nacer, también mueren después de morir. Aureliano está feliz, ya que está enamorado, porque Aureliano se enamora de personas así, porque María Elisa pasó a formar parte de este gran grupo de personas a las que Aureliano tanto admira, que van desde la madre de Aureliano, hasta sus amigos y conocidos. Aureliano, desconfiado, crítico, cínico, reacio, no incluye a cualquiera, y no tiene a nadie en ese círculo que no se lo merezca, y María Elisa lo mereció, y eso significa que sigue encontrando personas para seguir creyendo en el amor hacia otros.
Aureliano no tiene ídolos ficticios ni ídolos lejanos, Aureliano tiene ídolos cercanos, ídolos de carne y hueso, ídolos ejemplares, y hoy María Elisa forma parte de ellos.
Aureliano espera que los profesores que tuvo en su examen y que los encargados de dar respuesta a la mesa extraordinaria den las explicaciones que requerimos, porque después de los familiares, personas como María Elisa nos pertenecen a todos los que queremos una sociedad mejor. Como así también nos merecemos lo que reclamamos, ya que la Universidad Nacional de Cuyo, al ser una universidad pública, nos pertenece a nosotros y nuestras demandas tienen que ser satisfechas cuando las hacemos ante un organismo público.
Y el último anhelo de Aureliano es el otorgamiento post-mortem del título de Médica a María Elisa Norton Farmache.
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Si querés saber cómo empezó la historia entre Aureliano y María Elisa: hagan click en esta nota de MDZ
Aureliano quiere agradecer al genio del lápiz Mariano Ruszaj por hacer el dibujo que ilustra esta nota.
Mariano es ilustrador, dibujante y diseñador gráfico, y sus trabajos son simplemente geniales. Actualmente hace ilustraciones para el diario Voxpopuli, y anteriormente ha hecho tapas de libros, arte de tapa de cds, historietas, etc. etc. etc.
Por eso Aureliano quiere que entres a admirar sus trabajos, porque Mariano no le cobró nada a Aureliano, por eso espera que le hagan muchos encargos de los buenos así Aureliano duerme en paz.
Para ver los trabajos de Mariano: www.ruszaj.com.ar (no se pierdan la sección “Dibujos”)
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También podes leer:
Expedientes Aureliano: Candela
El año pasado escribíamos:
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GU-AUU! Seguí el caso de María Elisa por el MDZ y más allá que me conmovió desde un principio, debo reconocer que tu nota, Aureliano, es exquisita! Cómo no enamorarse de María Elisa? De su fortaleza? De sus luchas? De su voluntad implacable?
Aureliano, acaba de relatar una de las mejores historias de vida que pude haber leido, escuchado, vivido… Totalmente admirable Maria Elisa, realmente un ejemplo para nosotros que teniendo todas las posibilidades no aprovechamos nuestras fuerzas, nuestras inútiles capacidades… Gracias por transmitirnos su amor!
ufff que gran debate
por un lado me dan ganas de que le den el titulo por su enfermedad y triste final; por el otro me daria cosita que me atienda un médico que aprueba sus examenes raspando
si, ya se, soy un hijueputa sin corazón y todo lo que quieran, pero gracias a ser cada vez mas tolerantes nuestros profesionales son cada vez mas mediocres y asi vienen las malas praxis y otras yerbas
yo quiero profesionales de excelencia ya sean médicos, ingenieros, filósofos, contadores, etc. No quiero profesionales que tienen el titulo solo por lastima o por tener apellido o dinero o poder
David, por supuesto que nadie quiere profesionales mediocres!
Y lo que se pretendía no era que se le regalara el título, sino que se adaptara el examen a las dificultades motrices que presentaba al momento de la evaluación oral. O que, yendo al punto de que era una alumna ejemplar y que el escrito lo había pasado sin problemas, tuvieran la delicadeza de expedirse con más rapidez ante su pedido de mesa extraordinaria.
Estimado lector:
El debate es bueno cuando uno expone sus comentarios de la forma que usted lo hizo, y le agradezco.
Como se lee en la nota, el examen teórico lo aprobó, como hizo con cada una de las materias en su carrera, lo que no aprobó fue el examen práctico. Esto significa que el examen práctico no se adapto a una persona con problemas motrices, momentáneos o no. ¿Qué significa esto? Que una persona con problemas motrices tiene más dificultades para moverse rápidamente, ir de un paciente a otro, etc., en el mismo tiempo que una persona sin esos problemas.
Le pongo un ejemplo muy sencillo, sacado de la ficción, pero no por ello menos valedero, porque se puede aplicar a la realidad:
Dr. House también tiene problemas motrices, actúa más lento físicamente, pero eso no le impide resolver casos o actuar como médico (saquemos de lado los dilemas éticos que plantea la serie), transportémoslo a una persona.
Vamos al caso real, supongamos que María Elisa hubiera ejercido la medicina. Se presenta una urgencia, un grupo de médicos podría actuar al instante, mientras ella aporta sus conocimientos en diagnosticar, tratar, sugerir, curar, etc.
Yo también soy bastante crítico de la poca profesionalidad reinante hoy en día, y más cuando se trata de tratar con personas, pero la profesionalidad tiene que ser mental, no física siempre.
Otra cosa, algo que escucho muchas veces, es que las leyes se doblan sin romperse, ¿Por qué si muchas veces se doblan sin romperse en cosas malas, no lo podemos hacer algunas veces también en cosas buenas?
Por ello no digo que se de un título por lástima, ni por su enfermedad ni por ninguna de esas cosas, sino que la evaluación se haga acorde a las circunstancias. Y sé que María Elisa hubiera sido una excelente profesional, tenía la capacidad mental.
bien, entonces la movida no deberia ser conseguir un titulo póstumo, sino hacer una movida para que las formas de evaluar a los alumnos sean acordes a las capacidades del alumno y las necesidades de su profesion
Si bien suena enorme creo que vale la pena intentarlo; se podria generar un movimiento importante y podria llamarse Maria Elisa
Estimado David:
Le contesto algo parecido a lo que le contesté a otra persona.
La formas de evaluación son subjetivas, están basadas en cosas escritas, lo sé, pero ahí cada evaluante las va manejando.
No se puede armar un movimiento para marcar el criterio de las personas, no se puede hacer una ley por eso, sino que, mediante lo que se expresa en esta nota y en muchas personas que lo apoyan, es que abramos los ojos y seamos mas humanos, que reveamos nuestros criterios en nuestro actuar en la vida, en cualquier ámbito.
El título póstumo tal vez le parezca innecesario, pero para muchas otras personas no, muchas personas se sentirían más tranquilas, otras lo verían como que se le dio lo que ella merecía. Y muchos otros son creyentes, y sentirían que ella lo recibiría con alegría.
Es totalmente cierto lo que decis, y no sos un hijueputa sin corazón, pienso igual que vos a la hora de decir que queres profesionales de exelencia, pero si no me equivoco, aca la reflexión tendría que pasar por otro lado. Puedo ser un poco fría, pero una de las probabilidades era que no iba a lograr ejercer ese bendito título. A veces un poco de flexibilidad «para algunos casos», y sobre todo para este, no va a crear mediocres, y mas sabiendo que ha sido una persona que ha entregado todo por la carrera. Todo lo contrario, hasta quizas se hubiese cumplido un gran propósito. Y no todos los grandes profesionales se hicieron grande por pasar sus exámenes con 10, y no todos esos mediocres hacen mala praxis porque pasaron raspando
Me gustaría saber si vos le pedís a tu médico el analítico cada vez q t atiende???
concuerdo en q no tiene q haber profesionales mediocres, pero el buen médico no es el q tiene todo 10, es más los mejores médicos no son los q en la facultad eran alumnos 10, la práctica define al profesional. «en la cancha se ven los pingos»
muchas de las prácticas además no son a lo que t vas a dedicar después, osea q hay cosas q no todos dominan y q no tienen por qué dominar ya que afortunadamente la medicina ofrece campos de trabajo de lo más variado.
a lo q voy es q el profesional no se mide por las notas, sino porq se dedique de la mejor forma a lo que más le guste.
muchas de las prácticas además no son a lo que t vas a dedicar después, osea q hay cosas q no todos dominan y q no tienen por qué dominar ya que afortunadamente la medicina ofrece campos de trabajo de lo más variado.
a lo q voy es q el profesional no se mide por las notas, sino porq se dedique de la mejor forma a lo que más le guste.
sorry, pero no creo que ningun profesional de ninguna area que salio de la facultad cuatrereando sea excelente en su profesion, a lo sumo sera un profesional medio
te contesto a pesar que ese no es el tema de la nota, no desvirtuemos mas
Estimado Aureliano, Había leído sobre la historia de María Elisa y espero que su anhelo (otorgamiento post-mortem del título de Médica a María Elisa) pueda llevarse acabo. Esta nota me hizo pensar mucho en muchas cosas, se lo agradezco. Adhiero a Bomur con la movida.
Quedó linda la ilustración de la nota!!! fue una sorpresa, una muy linda sorpresa para mi. También creo que Mariano Ruszaj es un genio de lápiz.
Sos groso Aureliano. En serio. MUY GROSO. Maria Elisa merece el amor de todos nosotros, es un ejemplo de vida. Abrazos para usted señor.
Mi querido, su nota me conmovió. Yo no estaba tan equivocada al pensar que al fin y al cabo, usted tiene el corazón mas tierno que el de muchos otros que se hacen los buenos. Dígame cursi, no me importa, yo soy su admiradora Aureliano. Me metí a la página de Mariano (el que hizo la ilustración), y es en verdad espectacular lo que hace ese chico!! Los felicito a ambos. un saludo afectuoso.
Conozco el caso y quiero ser lo mas respetuoso posible por la familia que perdió a esta persona y entiendo que puede ser muy doloroso lo que le sucedió. Seguramente ella fue una gran persona y eso al final es lo único que importa en la vida. Uno no es mas ni menos por tener o no tener un titulo. Pero me parece que no hay que confundir, y lamentablemente ella no logró cumplir totalmente con la exigencia curricular que le hubiese permitido obtener el titulo. Por lo que creo que no corresponde otorgarle el mismo.
Estimado Gustavo:
En cualquier ámbito educativo, hay cosas que no están escritas de cómo deben ser, sino que quedan a criterio de los evaluantes, por ende, lo que mucha gente sostiene (yo incluido), es que falló ese criterio subjetivo de los mismos.
Excelente nota Aureliano, hermosa.
Estoy totalmente a favor de lo que expresa, y concuerdo con lo que los criterios a veces no son bien aplicados.
He ido a la secundaria, a la facultad, y los profesores tienen pautas de evaluacion, pero no esta todo escrito, esas pautas se tienen que cumplir, pero las formas quedan a criterio de cada profesor, e insisto que en esto los profesores erraron.
Por lo que he leido, no se puede armar una movida para que cambien esos criterios, porque eso queda en cada persona que los utiliza, no se pueden escribir normas sobre los mismos, pero si se pueden difundir opiniones y desacuerdos, como la mayoria que se expresa en este tipo de casos, para crear mas conciencia, para volvernos mas humanos, para no ser tan duros y estrictos con cosas buenas.
Yo seria uno de los que se pondria feliz si se le entrega el titulo de Medica, y luchare, aunque sea desde un lugar pequeño, para que sea posible.
Aure; independientemente de la sarta de pelotudeces sin sentido que leí en los comentarios, quiero felicitarte desde lo mas profundo de mi corazón. Vos sabés, porque me conocés, que siempre tiro a matar, pero esta nota me caló hondo, como pocas lo han hecho.
Es muy interesante como muchas personas aprenden las lecciones que les dá la vida, y como otras excepciones como ésta, le enseñan valiosas lecciones a la vida…
Aureliano,
La nota muy buena, como siempre. Pero tengo una duda y no se Ud sabrà responder. Cuando fue desaprobada, sabe si ella dijo que sentía que tendrían que haberla evaluado de otra manera, que fue injusto lo que le hicieron o algo así?
Me parece totalmente entendible el planteo que se hace en la nota desde lo empático con la situación pero no con el juicio de valor que se plantea sobre la moralidad de los profesores. En lo personal, no creo que se pueda juzgar ahora algo que se hizo en determinadas condiciones por profesores que no era la primera vez que evaluaban alumnos, alumnos con infinitas historias de vida sobre las que no viene al caso hacer ponderaciones respecto de la historia de Elisa. Profesores a los que se les ha dado el rol de preservar un estandar de exigencia de una facultad por demás reconocida. Gente que también tiene hijos que deben tener sus problemas, profesores que seguramente tiene buenas intenciones, que trabajan y que interpretan lo que un profesor debe esperar de un alumno que está egresando de una carrera como esta. Sin embargo tu planteo los coloca en una posición de supuesta amoralidad por no compadecerse por la situación de esta chica. Este planteo sesgado me parece como mínimo injusto si no se cuenta con la opinión real de estas personas sobre lo que pasó.
No conocí a Elisa, y no he estado en una situación ni remotamente similar. Pero si me baso en mi interpretación personal de esta situación, yo jamás hubiera permitido que me dieran un trato distinto por tener cualquier problema. Porque mi sueño hubiera sido recibirme de médico en el sentido real del título, como cualquier otro, y ahí radicaría el verdadero valor de conseguirlo. Sin ninguna contemplación. Por esto mi primer pregunta, ya que como te digo que no la conocí, me gustaría saber qué interpretación tenía ella del valor del título estaba buscando.
Seguramente lo que planteo no es lo más simpático, ni lo políticamente correcto. Pero es lo que interpreto de esta realidad, crudísima y dolorosa, pero realidad al fin.
Señor!
No me parece políticamente incorrecto tu comentario, e igual que otros que han hecho, agradezco que sea con respeto, por más de que el caso no sea mio.
Detalles exactos exactos desconozco, no quiero hablar por hablar.
Sé que ella no sacó provecho de su enfermedad.
No es tan al extremo lo de la interpretación de los profesores, como que no tienen moral y demás, acá se plantean dos cosas:
1. Las condiciones mentales para rendir las tenía y aprobó, pero no las condiciones físicas. Yo he ido a la UNC, dos años y medio, y he visto como había preferencias por determinadas personas, sin que se las merecieran, ¿Por qué no por personas que sí?. Acá vuelve a entrar el tema de que el método de evaluación no está escrito.
2. El mayor punto, el que no se está leyendo, pero que está en la nota, es el pedido de mesa extraordinaria. Acá no sé si me podrás discutir o no, pero ya dejamos de lado lo que muchos consideran «dar una aprobación por lástima», y entramos al tema de que es ilógico que a una persona con los días contados nunca le contestaron ni siquiera negándole la mesa. ¿O me equivoco? ¿Ahí tampoco se puede hacer una excepción?
Cabe destacar que este caso no solo es defendido por personas fuera de ese ámbito, sino también por profesionales, por lo que me hace sentir de que el reclamo es válido. Acá te dejo algo que lo comprueba:
http://www.mdzol.com/mdz/nota/321104-carta-del-medico-que-atendio-a-la-alumna-fallecida-al-decano-de-la-facultad-de-medicina-de-la-uncuyo/
Estimado,
Lo de la moralidad lo escribí particularmente por esta frase:
«Y Aureliano reflexiona que si algunas personas hubieran actuado de forma moralmente correcta en algunos hechos de la vida de María Elisa, se hubiera podido extender el tiempo físico de ella en este mundo»
Personalmente me resulta imposible no asociar esa referencia al tema del examen y por ende a los profesores. Acá es donde digo que si bien el tema es muy movilizador desde lo empático, me resulta injusto para la otra parte, en este caso los profes.
Por la UNC, también estudié ahí y es lo que es, burocrática, anacrónica, pero también muy seria en términos generales y por lejos la mejor universidad de la provincia. Falencias tiene como todas, y son personas las que trabajan ahí, que se equivocan como cualquiera, pero nunca podría pensar que hayan tenido una actitud decididamente perjudicial para con esta chica. Seguramente se demoraron más de lo que se deberían haber demorado en este caso para la mesa especial, pero de nuevo, es la UNC, no el MIT. Y acá tampoco creo que se hayan demorado más que en otros casos.
Lo que yo pienso que no se ve en este caso, es que todo este planteo al igual que el que sale de MDZOL, se basa en el hecho de que la chica falleció, pero eso puntualmente no puede ser el motivo para salir a juzgar actitudes de los profesores. Si la chica viviera, no se habría dado este planteo. Lo que hicieron los profesores no puede estar bien o mal dependiendo del desenlace de la vida de esta persona cuando este desenlace no depende de los profesores. Pero este planteo, aunque no se diga, carga culpa sobre los profesores como si esta chica haya fallecido estando triste por no haber conseguido su título y esto es lo que considero una injusticia. Vivió la vida, como cada uno de nosotros, le pasaron cosas, más o menos duras que a otros, pero eso es la vida. Es triste y dan ganas de poder agarrar a alguien y samarrearlo porque duele lo que le tocó vivir. Pero tampoco creo que ella estaría contenta de saber que hoy se señala a gente de la facultad como si le hubieran generado un sufrimiento con mala intención.
Yo también soy profesional y egresado de la UNC, y me resulta obvio que alguien que compartió tiempo con ella como su médico se sienta dolido, porque el vínculo puede generar eso y mucho más. Pero de nuevo, no sé si le estamos haciendo un favor a la memoria de Maria Elisa al buscar culpables de algo. Yo soy partidario de dejarla descansar en paz, y no asociarla polémicas inútiles.
2. El mayor punto, el que no se está leyendo, pero que está en la nota, es el pedido de mesa extraordinaria. Acá no sé si me podrás discutir o no, pero ya dejamos de lado lo que muchos consideran “dar una aprobación por lástima”, y entramos al tema de que es ilógico que a una persona con los días contados nunca le contestaron ni siquiera negándole la mesa. ¿O me equivoco? ¿Ahí tampoco se puede hacer una excepción?
si el problema fue no concederle una mesa excepcional a tiempo, se debe pedir una sancion a quienes hayan cometido el error para evitar errores futuros
acerca de la excepcion, es tratar de enmendar un error con otro error. El problema es que si haces esa excepción dejas la puerta abierta para que; por ej: despues venga otro y pida que lo aprueben porque en medio de la mesa sufrio un desvario y se olvido justo lo que le preguntaban
Recuerden que vivimos en un pais donde las excepciones se convierten en regla y por eso es tan peligroso otorgar excepciones
Perfecto lo que dicen, mi pensamiento, el personal, es que es tan malo dar muchas excepciones como ninguna. Acá lo que se critica es (según el entender, bueno o malo, de los que quieren lo que expreso) es la adaptación de las cosas, no estoy hablando de regalar nada. Son solo opiniones críticas hacia actitudes o cosas que no se hicieron por parte de personas con determinados valores, o sea, yo tengo mis valores, y por ello, creo que fue injusto lo que pasó. Podemos estar de acuerdo o no, es mi opinión.
Otra cosa que quiero aclarar, porque no estamos hablando en nombre de la madre. La madre de María Elisa lo que pide es la explicación de la no respuesta por parte de las autoridades sobre la mesa extraordinaria, sabiendo en qué estado estaba su hija, no la obtención del título.
A mí me parece que la historia de vida de Ma. Elisa es un ejemplo para todos, seguir hasta el final, no darse por vencido, hacer de su vida lo mejor que pudo hasta donde ésta le permitió.
Pero, ¿qué mierda importa si le dan el título o no?
Ella evidentemente es un minón, una hermosa persona, una historia para difundir entre los estudiantes de todos los niveles educativos, para que aprendan del esfuerzo, de las ganas de hacer algo con su vida. El título me parece una enorme boludez. Un papel firmado no le va a cambiar ni un segundo lo que fue su vida.
Un gran aplauso de despedida para ella! Linda historia Aureliano!
Y en todo caso, bien por la UNC que le dio un lugar como a cualquier estudiante cuando se sabía que eran recursos «tirados», por decirlo de algún modo. No creo que hayan muchas universidades como la nuestra, que defienda tanto la educación para personas con dificultades motrices o visuales.
Totalmente de acuerdo con lo que pusiste.