/Fauna y Flora de Mendoza: La Gorda Fifty Shades of Grey

Fauna y Flora de Mendoza: La Gorda Fifty Shades of Grey

No podía dejar pasar al personaje que más me ha llamado la atención por el auge y su crecimiento dentro del status menduco. La nueva onda porno-soft y el comienzo de llegar a los 26 de las ex fóbicas a la pija han formado una nueva etnia la cual solo necesitaba un libro berreta para terminar de consolidarse: La Gorda Fifty Shades of Grey.

La Gorda Fifty, como la llamamos cariñosamente, es la típica hija de puta que cuando fue compañera de secundaria que no le daba bola a nadie. No es simpática, no esta buena, no es puta, no es, sencillamente. Por ahí algún desubicado le quería preguntar que qué hacía, que como estaba, que se yo… boludeces para ver si se la levantaba. La mina primero medio que le tiraba retruques alentadores, lo agarraba de la manito y le seguía el juego, hasta que un día se levantaba con un raye que ponía el grito en el cielo y lo mandaba a la mierda, para que todos se dieran cuenta que este energúmeno desubicado sideral quería pegarle una apretada a ella Sor Juana Pijano Nuncasexo Jamás. La verdad que la mina tenía que dar las gracias. Incogible mental, física y hasta te diría espiritualmente, en su adolescencia la Gorda Fifty basaba su felicidad en ahogarse de las mieles del éxito que nadie pensaba reconocer, se vanagloriaba en los aromas petulantes de la dicha del rechazo poco, mejor dicho: se hacia la rica la hija de mil putas y no se levantaba ni a la mañana.

La SLPEIM (Sociedad Likeadora de Perros Ensangrentados e Indignados Moralistas), personas más bien aburridas que se la pasan diciendo “con tal cosa no se jode” o “de eso no se habla”, debe estar pensando que la Gorda Fifty es un término muy discriminador hacia todas las mujeres gordas. Al igual que el Pelado Buena Onda, la Gorda Fifty no necesita ser gorda físicamente, de hecho muchas minas flacas son Gordas Fifty. Sucede que su nombre étnico indica un estilo de vida, no como le queda la bikini. ¿Es condición necesaria que sea una enamorada de este libro de mierda para ser una Gorda Fifty?.  Si, sin lugar a dudas.

La Gorda Fifty cuando empezó a terminar a la secundaria comenzaba a darse cuenta que la vida no era como ella pensaba: primero comenzó a ver que la Reina del Curso (otro personaje que nos quedo sin describir) se le facilitaba la vida cogiendPONIENDOSE DE NOVIA con algún tipo de plata o haciendo desfiles, pelotudeces afines o estudiar carreras complicadísimas como administración de empresas. Hasta ahora la vida era justa, eso estaba dentro de los planes y estaba todo bien. Luego le empezó a molestar que las segundonas de la Reina del Curso elijan estudiar y resultaran buenas alumnas en la facu, eligieran putanguear y tengan un chongo nuevo todos los fines de semana, eligieran pintarse las uñas y les quedara la capilla Sixtina, etc. Ya cuando ves que las cosas les salen demasiado bien a las personas el mundo empieza a ser una mierdita, pero la Gorda Fifty aguanto con cierto optimismo. Un día se despertó en 2do año de la facultad con menos de la mitad de las materias cursadas, sin novio, chongo o pija a la vista, con una virginidad intacta joya nunca taxi y una autoestima derrumbada. Ella suponía que para estar buena había que rechazar mucho, volverse inalcanzable. Y eso está muy bien, pero nunca supo darse cuenta que la incogibilidad está ahí cerquita.

Era fácil de prever que esta señoritas iban a terminar dejándose llevar por las hormonas hasta transformarse en una calenturientas que no saben que hacer con tantas ganas de sentarse sobre algún falo símil pito. Pronto comienzan a ser mas “extrovertidas”, en las previas empiezan a hablar de tener “relaciones” cuando todos sabemos bien que no le han visto la cara a Dios ni en estampitas, se las ve en los boliches bailando con seres muy turbios y se ponen en pedo para justificar el garche de semejantes esperpentos.

La Gorda Fifty debe ser mayor de 20, edad mínima necesaria para desengañarse de lo mierda que es la vida pero menor de 25 para que siga dependiendo de los padres, lo cual extrañanamente le parce sexy para la hora del garche, como que lo tiene prohibido. A decir verdad, este informe descubrió que la Gorda Fifty ve sexy todo y ese es el problema: se calienta con cualquier cosa que suceda. Viene un pibe a chamuyarla y la calienta, viene un pibe y le toca el culo y la calienta, le preguntan si quiere el asiento en el micro y la calienta, básicamente cualquier pulsación del universo conocido la calienta. Esto en si no sería ningún problema, siempre y cuando no sepamos que la Gordita Fifty coge muy, pero muy mal. Pobrecita. Igual no tiene la culpa, ojo, sucede que tantos años de tenerle asco a rozar desnudez ajena que lo único que sabe de esto es lo que ve en Poringa. Pichones que caen en la trampa de la Gorda Fifty se espantan al darse cuenta que la mina la primer noche te saca un par de esposas, una venda negra, un tarro de pintura Sinteplast negro carmín n°7 y la pastalinda con la que hacia sorrentinos la abuela. No te queda muy en claro que quiere hacer con todo eso junto pero supones que se viene una brava. No esta tan mal, podes pensar, por ahí hace falta emoción, experiencias nuevas, por ahí hasta te pasa algo medio loco y vas corriendo a contarle a tus amigos. No sabes que ahí es donde se viene lo más fulero y quizás lo más condenable de la Gorda Fifty: los grititos. La Gorda Fifty grita antes que le hagas nada. Vos no le pones un dedo encima y la Gorda Fifty ya se fue al mazo 3 veces, le ganaste el chico, el bueno y se la apuras un poco te tira el all in ahí nomás.

El exceso, como la falta de calentura en su momento de la Gorda Fifty siempre le jugaron una mala pasada. En un intento de recuperar la dignidad perdida, buscan consuelo realizando demostraciones de una gran crítica literaria de supuesta vanguardia diciendo que Fifty Shades of Grey es un buen libro. Cuando llegamos a esa afirmación, nos dimos cuenta que el informe se había ido repentinamente a la mierda.

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