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Los hombres han perdido la capacidad de conquistar

Después de tantos meses sin escribir, un día me tenía que dignar a publicar algo amigueros, pero no se preocupen… no voy a hacer quilombo con las mamás luchonas esta vez porque con eso casi me incineran en la plaza del municipal unos amigos de lo ajeno. Quiero redactar una nota que exprese lo que he notado de ustedes, los hombres. No me gustaría escribir más de lo mismo y hablarles de los que tienen cara de tramposo y ojos de atorrantes, sin embargo no llegan ni a gigoló enamorando a Guido Süller. A esos ya les di bastante, pobrecitos.

¿Vieron que cada vez que hay una publicidad de cosas bizarras nos dan ganas de comprar el producto para ver qué onda? Lo mismo pasa cuando conocemos a alguien. Abrimos el corazón y castramos la opinión del cerebro, que es bastante atinada por el simple hecho que no nos sube el agua al tanque. Y cuando estamos ahí, intentando, a algunos no les gusta remarla… la quieren fácil. ¿Saben qué creo? Que con tanta lucha por la igualdad y toda esa cuestión, se perdió el romanticismo y se empezaron a quemar etapas.

De repente son acosadores o unos gomas que quieren que le regales una noche de sexo salvaje sin más. A ver si me explico bien… si dos personas o más (si pinta, pinta) deciden dejar de dar vueltas y juntarse para darse «con de todo», ponerla hoy y sacarla en doce cuotas sin interés, ¡no hay problema! Pero si estás conociendo a alguien un poco ilusionada y ese pan triste te manda un mensaje a las cuatro de la matina para hacer «algo» y deja ver sus ganas tremendas de mojar la triste vainilla sin siquiera haberse invitado mutuamente aunque sea un café marca Carrefour del que venden en el kiosco frente al banco, te la seca por completo y no estoy hablando del ventilador.

Locos ¡han perdido la capacidad de conquista! yo cuando estuve sexy y soltera veía a cada mermo que me daban ganas de volverme la tía vieja, borracha y solterona de la familia. Y las cosas no han cambiado, ahora es todo mucho peor.

¿Porqué los hombres dicen que las mujeres somos histéricas? ¡Porque se creen que pagándote una cerveza y tres maníes con sal tienen derecho a volarte la tanga la misma noche! No papito, la vamos a remar juntos, ¿sabes por qué? ¡Porque igualdad la pinchila del mono! el hombre propone y la mujer dispone, y si fuera tan fácil conseguir un hueco donde ponerla no habrían tantos giles pagando por sexo, ¿no? ¡Entonces vamo’ a calmarno’!

La mujer en su mayoría es romántica y si no le cabe el chamuyo previo te lo va a hacer saber, no te desesperes que no nos comunicamos en código morse, aprenda a conocer a la persona a quien quiere poner en cuatro contra el mármol, no sea rata, muchacho ridículo. Ahora vamos a enumerar algunas cosas, para simplificarles un cachito la vida:

  • No quiero que me mandes miles de mensajes al día porque entiendo que ambos tenemos distintas ocupaciones, pero si no te acordás de mí un martes (lindo día) por la tarde, tampoco lo hagas cuando te levantes con el amigo más duro que el Pity y pretendas que yo te haga el favor de volverlo a su estado de reposo (lo cual sería bastante fácil).
  • Si somos una pareja y toda esa pelotudez, no me rompas los huevos cada vez que me pongo una remera blanca y un corpiño salmón y se me ven las gomas porque me visto para mí y como quiero. Ustedes usan crocs con medias y nadie les dice que parecen virgos y que así probablemente no la van a poner ni pidiendo por favor.
  • Bancame cuando esté inestable, yo te banco los sorditos por las noches y no te toco para que dejes de roncar, no seas pelotudo. ¿Por qué? Porque yo lo digo.
  • No me presumas que estuviste con medio Mendoza cuando los dos sabemos que la única bichera soy yo porque a vos no te come ni el ácido. ¡Calmate las tetas campeón!
  • Intentá evitar decirme que no me ilusione con vos y que vaya despacio. ¿Qué tenés complejo de Daddy Yankee? No seas bobo. Primero no sé manejar, ni me interesa, porque dale un arma a un mono y te mata a los vecinos que ponen la música al palo los domingos a la siesta. Además una vez choqué un auto pero era de un boludo así que eso no viene al caso, sería un atenuante. Segundo con lo único que me ilusiono es con que llegue la Navidad y con ella el mantecol. No te creas tan importante galán, te olvido en dos capítulos de una novela turca que ve mí abuela (y las odio).

En fin. Sí, somos difíciles, complejas y todos los sinónimos que quieran utilizar para tildarnos de locas (aunque dime con quién andas…) Pero lo bueno es que existe tu verdad y mí verdad, y en la mía vos sos el cagón que no se banca la adaptación. Así que tranquilo Jorge Suspenso, no quiero ser tu novia ni ser la minita fácil que accede a todo por un falso lomo y un trago con aceitunas. Lo que quiero me lo pago yo, vos dedicate a ser feliz que yo me ocupo de lo mismo pero conmigo. Y a vos mamina, si ves que no funciona remarla con esos remos de tergopol, bájate de ese barco pinchado, subite la falda y andá a remarla a otro lado. ¡Al final qué te van a hablar de dolor a vos si el chabón jamás se apuñaló una teta con el arco del corpiño! ¡Let it be siempre!

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