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Momentos que prefiero estar sola que mal acompañada

Últimamente me he encontrado mucho diciéndome a mi misma: Lore tolerancia o te vas a quedar sola. Me doy cuenta que me estoy convirtiendo en una ermitaña, que disfruta más de la compañía del perro que de algunas personas. No está bien, Lore, no podes mandar a cagar a todo el mundo porque te vas a ligar una trompada. Pero hay ciertas situaciones en las que realmente decís: ¿De verdad? ¡No es necesario! ¿Por qué no mejor estar sola en el mundo sin absolutamente nadie cerca?

Los jodones de mis vecinos:

Son las 3 de la mañana de un martes, y los muy conchudos de mis vecinos están escuchando Karina, al palo. Hablando a un volumen más alto que la música (por qué no se escuchan) y entrándole al chori que hicieron en la vereda. ¿Hacía falta? La verdad que no.

Los insoportables de Claro:

Tienen la puntería de llamar siempre cuando estoy durmiendo, está bien, duermo mucho, pero cuando estoy al pedo y me desperté temprano, no llama ni el loro. Pero cuando estoy mosca seguro me llaman, para colmo son insistentes. Si no atendés llaman al menos unas 4 veces más en la mañana, hasta que te despertás. O en la siesta. No hacía falta ser tan jodido.

El gil que no entendió nada:

Estas viendo una película con tu grupo de amigos, y nunca falta el que no entiende nada.

– ¿y qué paso?
– ¿Por qué esta el tipo ahí?
– ¿Quién es la mina esa?
– ¿Che esa es la que se caso con Tom Cruise, verdad?
– Noooo mira que fuerte esta la mina, mansas gomas he (codazo).
– No me gusto la peli, al final no entendí que paso…

El bobo disimulado:

Este por general suele ser algún pariente medio desatinado.

Al teléfono:

– ¡Loreeeeee!  ¡Teeeleeeefono!
– (a las señas y susurrando) yo no estoy.
– (con el tubo de tel en la mano) A ver para que me dice algo y no le entiendo.

Cena familiar:

Se juntaron todos, tíos, primos abuelas, abuelos… Tú prima que se acaba de pelear con el novio por que éste la dejo por otra, y está hecha percha, y tu abuela:

– ¿Y nena tu novio cómo anda?
– (alguien la patea debajo de la mesa, para que no diga nada)
– ¡Hey! ¿Quién patea? ¡Alguien me está pateando!

Tú amiga:

Te cruzaste a tu ex en el boliche y está hecho un bombón.

– Mira disimuladamente, allá esta Juancito.
– (dobla la cabeza como el exorcista) ¿Adoooondeee?
– ¡Ahí boluda! Hacéte la tonta que viene para acá.
– Aaaa noo, ¡pero esta re fuerte! ¿Qué comió?
– (El pibe ya estaba atrás de tu amiga y vos esperas que te trague la tierra)

La gente en las filas:

Por lo general uno ya esta embolado de tener que ir a pagar una factura y que haya una terrible fila, o en supermercado, cuando las colas de las “cajas rápidas” llegan hasta la mitad del mismo. Para colmo tener que comerse al que se cola, o al patovica que se calienta cuando alguien se quiere avivar y termina a la piñas, el que putea al cajero, el que le cuenta su vida y no deja que la fila avance o el que le hace el filo a la cajera. Para colmo, no falta la vieja que se te pone a hablar del país, de la situación actual y de la inseguridad y de sus nietos, hasta fotitos pelan.

– Hay mijita, ¿puede creer la fila que hay? Pero esto es culpa del gobierno (siempre es culpa del gobierno) porque claro, la gente no quiere trabajar ¿vio? Así está el país, uno ya no puede salir sin que lo asalten a uno (¿qué tiene que ver con nada?) Y claro, tengo que salir yo a hacer las compras y con mi sueldo de jubilada que no me alcanza para nada… (30 min después) Y si por que la chiquita esta, la cajera, vio que lento que va… eso en mis tiempos no pasaba, vos ibas a comprar y todos con una sonrisa. Vos nena tenés que estudiar ¿sabes? Porque con este gobierno, nos vamos a pique… ¿Podes creer? Y ahora tengo que hacer otra fila para comprar los medicamentos, porque ya estoy vieja yo, ¡Y con la calor que hace!

La amiga acomplejada:

Todas tenemos una amiga que puede ser linda o no, pero el planteo es siempre el mismo, a vos, al novio, a la mina de la perfumería, cuando se va a comprar ropa y hasta al dentista.

– ¿Esta remera me queda bien?
– Sí, me gusta
– ¿Segura? ¿o me lo decís para quedar bien?
– Te queda bien , enserio
– ¿No me veo gorda?
– No -.-
– Porque estoy más gorda, ¿no me ves más gorda? Mira el rollo que tengo (agarrándose pellejo de la panza, porque ni rollo) Si estoy más gorda, mira, parezco una vaca. ¿Por qué no me decís que parezco una vaca?
– Está bien, pareces una vaca (resignada)
–  ¡Hay que forra que sos!

Y bueno, por estas cosas y algunas mas, es que entiendo claramente cuando dicen que el perro es el mejor amigo del hombre…

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