/Motivos por los que desprecio a los tacheros mendocinos

Motivos por los que desprecio a los tacheros mendocinos

Cuando se analiza un “colectivo”(se nota que he estado leyendo publicaciones españolas), es obvio que se analizan los lugares comunes de los integrantes de dicho “colectivo”, no las excepciones que siempre existen. Independientemente de esta piccola aclaración, como he dicho en otras notas, generalizar es un derecho que me conferí ya hace años, así que a los que comenten diciendo “no generalices” o me cuenten de un tachero que es distinto a esto, amablemente lo mandó desde acá, a que se aplauda los huevos con dos ladrillones si es un el o que se haga un tampón con hojas de ortiga si es una ella.

1) La higiene

No logro entender como un Sr. puede pasarse horas dentro de un auto hediondo, con tierra del zonda de agosto del 99, con olores que no se encuentran ni en el medio de la hinchada de la lepra. Eso lo acompañan con una indumentaria habitualmente igual de mugrienta, barbas crecidas, pero no con la onda de Germán Paoloski, sino de sucios nomás. Mención aparte para la época de vendimia; a algún pelotudo de la Dirección de Turismo se le ocurrió que para esos días los grones se pongan camisa y corbata; los hijos de puta usan la misma camisa los tres días, los cuellos de esas camisas parecen de cuerina de la grasa que cargan, las corbatas tienen el mismo nudo de la vendimia de 1987 y parecen una lonja de mugre, imposible saber siquiera que color son, a lo que hay que agregar que muchos de estos especímenes despreciables se ponen por ejemplo una camisa escocesa de sport con una corbata de seda floreada. Que hijos de puta!!!

2) Los autos

Cualquier persona con un mínimo gusto por los autos o por los fierros en general, firmaría la orden de ejecución de cualquier tachero menduco sin que le tiemble la mano. He indagado en el tema y los dueños le echan la culpa a los choferes que maltratan a los autos y los choferes le echan la culpa a los dueños de no arreglar los autos, en definitiva unos los rompen y los otros no los arreglan. Par de hijos de puta. Mientras tanto los autos parecen desarmarse al pasar unas míseras vías, los choferes van peleando con el volante tratando de mantener el puto taxi derecho porque la alineación es un lujo al parecer. Todo lo que le ponen es berreta, amortiguadores, batería, pastillas de freno, cubiertas, etc. etc. todo comprado de oferta en el Easy, todo Made in China. En el paroxismo de la berreteada, a los taxis que tienen aire acondicionado, se los sacan, en una ciudad que en verano no baja de 30º!!!, colaborando a la grasita en el cogote de los tacheros, que la juntan para, en la época de vendimia pasarla al cuello de la camisa con corbata.

3) Las radios

Los tacheros usan dos radios, la del stereo y la de la empresa que les manda viajes. Las dos parecen ecualizadas por un sordo e hijo de puta, son habitualmente gruñidos que salen a la par de dos lados distintos pisándose entre ellos. La radio que les manda viajes es una tortura, si Camps hubiese venido a Mendoza, durante los años de la dictadura,  abandonaba la picana para ponerle una radio de radiotaxi menduco en la ESMA a todos los detenidos. Da toda la sensación que el Sr. o Srita. Que hablan pidiendo QSLs y mandándolos a buscar pasajeros, lejos de ser un “locutor” es alguien que odia su trabajo y lo hace notar en toditito el turno en que tiene un micrófono a mano.

Como si ese tormento permanente no fuera suficiente los tacheros del orto sintonizan una FM que solo ellos conocen, radios que pasan todo el tiempo música tremendamente grasa y absolutamente desconocida, cien por ciento desafinada y muy peronista “latu senso”. En ningún caso a un tachero le interesa saber la opinión del pasajero, “Que se cague, me paso todo el día en esta mugre cagado de frio/calor, me desquito con los pasajeros” parece ser la forma de pensar de ellos. Como excepción a esas FMs a uno le puede tocar el “tachero evangélico” que te lleva de Godoy Cruz a Villa Nueva escuchando los “Viva Dios” y “Aleluyas” que salen de otra ignota FM evangélica, con locutores que son una mezcla de Flanders con Pacheco, esta opción es peor que la anterior.

4) La pelotudez enciclopédica

Es común en todo el mundo que los taxistas emitan opinión sobre cualquier tema, pero la cantidad de pelotudeces que dicen los tacheros nuestros es asombrosa, ninguno sabe un carajo de fútbol, política, economía, autos, cocina al wok o reiki, pero no se privan de pontificar sobre todos esos temas y algunos mas. ¿Realmente creerán que alguien se puede tomar el serio las opiniones de un tachero?, m´hijito, si Ud. sirviera para algo o la tuviese clara en algo, no manejaría un taxi.

5) La educación o la falta de ella

Para empezar eso de tocar bocina para llamar al pasajero cuando lo van a buscar es mas grasa que un Valiant cargado con leña; ¿Qué les costará bajarse y tocar el timbre, en lugar de joder a toda una cuadra bocineando como energúmenos?.

Otra delicadeza es que ni en pedo ayudan a alguien, aunque el pasajero sea una viejita en silla de ruedas se las deberá rebuscar solita para subir, bajar, abrir y cerrar la puerta. Si algún atrevido pasajero se le ocurre usar el baúl de un taxi, verá como el tachero cree que le están profanando su intimidad, ni hablar de que de una mano para subir o bajar las valijas en cuestión.

Se cagan en el resto de los automovilistas; cuando deciden parar, los desgraciados aunque tengan toda la cuadra libre estacionarán en doble fila, como si los lugares de estacionamiento estuviesen ocupados por autos invisibles, no me refiero a cuando la situación les exige una breve parada en lugares no aptos, me refiero a cuando pueden estacionar sin joder pero no lo hacen, eligiendo ex profeso el lugar de la cuadra donde más molesten al resto.

6) Los “Dueños de la calle”

Hacen lo que se les pega el culo en toda situación, ni a gancho dan una vuelta manzana, ellos meten marcha atrás y listo, (ya nos referimos a sus estacionamientos heterodoxos), creen también que poner las balizas los hace incorpóreos; cabrones, con o  sin baliza lo mismo jode un auto que se para delante nuestro donde se le da la gana. Si alguien osa llamarle la atención justifican cualquier cosa con un argumento falaz e infantil que se resume en “estoy laburando”, como si el resto de los miles de mendocinos que andamos a las 10 de la matina por el centro fuéramos turistas!!!

7) La cobardía

Pese a que creen que subirse a un auto negro y amarillo le da un postgrado en “calle”, son unos gatitos inofensivos y botones. Cualquiera que haya intentado cagar a trompadas a un tachero en la calle, sabe que llaman por radio a sus amiguitos y en dos minutos te tenés que pelear con dieciocho tacheros que ahí si, llegan rápido. Cuanto Tody les falta mamma mia!!!

8 ) Los vicios y la guita

Un gatito falto de calle que cree tener mucha calle y anda boludeando por la ciudad es el caldo de cultivo ideal para los vicios. Todos fasean como murciélagos, son putañeros, no tienen la mas puta idea de que significa ganarse una mina con galantería, ellos son paganinis de putas feas, son todos timberos, que es el vicio mas pelotudo, dejan fortunas en Lotos, Combinadas, Maquinitas y cuanto invento hay apara sacarle guita a los giles, a veces creo que todo el sistema de juegos es solventado por estos pelotudos. Tienen el problema de andar  todo el día con efectivo, poco pero efectivo al fin, entonces se bardean la tela como niños malcriados, pagan trolas, porrones, etc. etc. a lo tonto, pero ninguno de ellos tiene un auto, ni una casa ni se va de vacaciones, en lugar de ahorrar, se la bardean toditititos los días de a poco.

9) La ventaja

La viveza es la hermana bastarda de la inteligencia, dijo alguien y los tacheros mendocinos lo confirman. Ellos son unos vivos bárbaros y creen que el resto de los mortales somos los boludos que debemos pagar sus vivezas, entonces si pueden te cobran un peso de mas, esconden las monedas para no dar vuelto, si te olvidás en el auto algo fuiste, todo su accionar está pensado para abusarse de nosotros los boludos y luego contarlo en la parada de ellos los vivos, como hazaña. Lo raro es que los vivos son tacheros y muchos de los boludos de los que ellos abusan son ingenieros, médicos, etc. etc. Se enorgullecen de cagarle diez dolares a un gringo boludo, pero el gringo anda recorriendo el mundo de turista y ellos una vez cada dos años van al Saucelandia y una vez por verano se comen un asado al lado del camino por el lado del Challao con todos los sobrinos, la suegra y los cuñados.

En definitiva, son una especie de lacra social con la que debemos convivir, ni siquiera merecen ser combatidos, ni tampoco resocializados, ellos están ahí y seguirán ahí, nada cambiará nunca, siempre un pelotudo que no tiene laburo tendrá la opción de hacerse un carnet de conducir profesional, cazotear un tacho y salir a creerse un piola del año cero, por suerte nosotros, nos subimos, los  aguantamos un ratito y retomamos una vida, generalmente bastante mas piola que la vidita miserable de ellos.

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