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No la estas ayudando

Cosas del universo. Una pareja se enamora y decide traer hijos al mundo porque así lo siente en ese momento. Pasan cosas, pasa la vida así… como un camión sin frenos (porque no lo para nadie). Una cosa acá, otra allá, muchos errores de ambos lados y una separación inevitable por el “bien” de todos… por la paz mundial.

Es ahí donde comienza la historia que vemos repetirse de ambos lados…

En algunos casos, un papá responsable y amoroso que sufre las exigencias insólitas de una loca resentida que no le permite ver a sus hijos si no cumple con lo que ella le pide.

En otros casos, a mamás que tienen que cargar sobre sus espaldas un peso que debería ser repartido entre dos; que es mucha carga para llevar sola… y de repente se encuentran trabajando todo el día para poder pagar niñera, tarjetas, deudas, vestir a los chicos, útiles para el colegio, alquiler, gastos de la casa, luz, agua, gas… Y no. No hay espalda que aguante ni sueldo que alcance. Y más allá  de que le encantaría con todo el corazón no tener que pedir nada (porque, seamos sinceros, a nadie le gusta pedir), tiene que acudir al papá en busca de apoyo para seguir sosteniendo “el coso” y que no se caiga, que no se rompa, ¡Que no se vaya todo al carajo! Y ahí llega el momento de la frase que he escuchado tantas veces en tantísimas ocasiones:

“Y… te puedo ayudar con…”

Pará. Frená ahí. ¡Parame la música! Sentate y escuchá lo que voy a decirte porque es importante: No flaco… vos no la estas ayudando. Vos no estás ayudando a nadie.  Esta es TU responsabilidad.  Es tu roll. No estás haciéndole un favor a ella ni a tus hijos, estas simplemente cumpliendo con tu función. No vas a recibir una estrellita dorada ni una palmadita en el hombro; pero si prestas atención, probablemente al final del día recibas esa satisfacción del deber cumplido. La sensación de que estás haciendo lo que te corresponde de una vez.

Porque ¿sabes qué? Si. Los chicos, son chicos y se ríen como locos y disfrutan muchísimo cada vez que los  llevas a McDonald’s y te sacas fotos con ellos para subir a facebook y caretear lo mucho que los amas y lo buen padre que sos… pero durante la semana comen, van al colegio, se visten, se bañan… necesitas más que un heladito y una foto en la plaza para cubrir esas necesidades que mamá se hace ocho para llenar.

Así es que ¡vamos! ¡Arriba! Póngase los pantalones y ajústese un cachito. Mire hacia adentro y pregúntese en qué  está fallando. ¡Vamos, que estás bastante grandecito como para andar explicándote ciertas cosas!

Entendé y enterate que sos adulto, sos papá.  Tenés vidas a cargo y tenés que hacerte responsable.

Entendé que llega un momento de la vida en que tenemos que hacernos cargo de nuestros actos… y a vos te tocó el mejor papel del mundo. Ser padre, sin dudas, es maravilloso.

Entendé que los mejores momentos pasan… y te los estás perdiendo.

Y por sobre todas las cosas, entende que no la estas ayudando. Sos el papá… y estas cumpliendo con tu obligación.

Escrito por Julieta para la sección:

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