/No pienso obedecerle, señora policía

No pienso obedecerle, señora policía

Escuchaba la radio, como de costumbre mientras amamantaba a mi bebe de 3 meses, cuando de repente escuche una indignante noticia que me encendió la sangre… ahora hay quienes no quieren permitir que las mamás amamantemos en la vía publica a nuestros pequeñitos.

Escuchaba atentamente y miraba a mi nena que tenia los ojitos tan abiertos que parecían dos botones… en ese momento me pareció que ella también estaba escuchando la noticia igual de indignada que yo… me miraba tan fijamente que creí imaginar lo que estaba pensando:

“¿Por qué mamá? Yo entiendo que hay mamás que tienen que darle otras leches a sus bebes porque no tienen otra opción; pero vos si tenes leche para darme…¿Por qué no te lo quieren permitir? ¿Por qué no pueden verlo como lo veo yo: como lo mas sagrado que tengo? ¿Por qué no pueden entender que no solo es mi único alimento, sino que además la teta es mi mundo? ¡Es mi único contacto con mi mamá! Después de haber pasado 9 meses dentro de tu pancita, abrigada y sintiendo tus caricias y protección, ¡este mundo me parece tan grande! ¡Tan frío y solitario! Y tu teta mami, ¡es lo único que me hace sentir un poquito mas cerca tuyo! Realmente no entiendo a los adultos… porque el doctor te dice todo el tiempo que lo mas importante para mi es la lactancia materna, pero por otro lado pretenden sacar leyes que prohíban hacerlo en la vía publica, ¡cuando en realidad es justamente en la calle cuando mas te necesito! ¿Por qué yo puedo entender que vos tengas que hacer compras y tramites y la gente no puede entender que a mi me de hambre? ¿por que no pueden comprender que un lugar distinto a mi casa, el ruido de autos y motos, los carteles y el gentío me ponen nerviosa y yo te necesito? ¿por que quieren que reemplaces tu teta por una mamadera en la calle? Ellos no entienden, mamá… no entienden que ese pedazo de plástico no tiene el calorcito y el olor de mi mami… que ese pedazo de plástico no me permite sentir el toc toc de tu corazón en mi orejita… que ese pedazo de plástico no hace que me quede dormida envuelta en tu olorcito a mamá y acurrucada en tus brazos sintiendo tu piel… yo no entiendo a los adultos… porque permiten que la gente se pasee desnuda en las playas, permiten que la ropa cubra cada vez menos y que las transparencias muestren cada vez mas pero no me permiten a mi que soy solo una bebe, alimentarme en la vía publica … ¿acaso ellos nunca tomaron teta? ¿que le pasa a este mundo, mami, que toma por pervertido lo mas sagrado y acepta como normal o común las verdaderas perversiones?”

Y así, después de un rato, la vi cerrar lentamente sus ojitos y rendirse al sueño entre mis brazos… y luego de tener esta charla imaginaria con mi pequeñita, le digo que no, señora policía,… no pienso hacerle caso… porque yo, como mamá, soy la encargada de proteger y alimentar a mi bebé y lo tomo como una tarea sagrada… no, señora policía, no pienso hacerle caso ni a usted ni a ninguna ley absurda que me prohíba darle a mi niña lo que necesita para vivir… no, señora policía, no pienso hacerle caso… pase por dos partos, por el dolor mas increíble y tengo en mi cuerpo las marcas y cicatrices que me acompañarán toda la vida… son mis marcas de guerra… las que me convirtieron en mamá… pasé por todo eso, mire si no voy a pasarle por encima a usted o a cualquier ridículo que intente prohibirme alimentar o consolar a mis hijos… no, señora policía… ni en mi casa, ni en el baño… ¡yo doy la teta donde mi bebé lo necesite y donde se me cante la gana! Después de todo, al que no le guste, que no mire… ¡y que viva la teta!!