/Querido diario: Hoy me topé a un padre pelotudo

Querido diario: Hoy me topé a un padre pelotudo

El otro día me encontraba con mi amigo homosexual Iván y mi amiga del alma Fabiana, Iván manifestó querer tener un hijo con su novio actual Cacho, a lo que Fabiana agregó, ¿Para qué? ¿Sabes lo mal que se portan los pibes? A lo que yo le respondí como si fuera un grito en el medio del patio del terciario, ¡LOS NIÑOS NO SE PORTAN MAL! ¡SON LOS PADRES LOS QUE SE PORTAN COMO EL CULO!

Dicho esto y que todos me miraron mal por la palabra final que dije me dispuse a explicarles por qué los niñitos se portan para el ojete y porque odio ciertos tipos de nenes y padres.

El niño es rompe bolas por naturaleza, si el niñito entra a un negocio y empieza a toquetear todas las cosas del mismo con el peligro de romperlas no es obligación del empleado andar diciendo

-Señora cuidado con el nene, que acá las cosas se caen muy fáciles

El empleado, tendría que tener el privilegio de decir:

Empleado- Escúchame gorda de mierda, porque no le pegas una cachetada en la nuca al pendejo para que se quede quieto, si no te dio la cabeza para que te acaben en las tetas mínimo aplicale un solo grito para que no me rompa nada en el negocio. Es más que sabido que me lo descuentan a mí, dudo que con la cara de reventada que tenés te vayan a cobrar algo o vos quieras pagar por lo roto

El niño es curioso porque no conoce nada todavía, y como todo humano quiere conocer, pero no hace falta que mientras vos hables con el padre del mismo el pendejo este

Niño- Papi quiero caramelo, papi comprame un chicle, papi mira aquella señora, mami mira ese es el hombre que entra a tu pieza por las noches cuando papa le toca el turno noche.

Nosotros ponemos una sonrisa falsa mirando al niño como:

Yo- Pero que simpático tu hijo.

Tendríamos que tener el derecho de poder decir:

Yo- ¡Micaela, porque no haces callar al pendejo mal educado este de un buen sopapo en vez de estar paspando moscas, querida!

Madre- Ya va Francisco, ya va Francisco, ya va Francisco, ya va Francisco, ya va Francisco

Es obvio que con esas palabras el niño a su edad ya se las está pasando por los huevos ¡Por favor!

El ñiño (era sanjuanino) a temprana edad ya es caprichoso, a cuantos de nosotros nos tocó ver en la cola del supermercado o en algún lugar para comida la típica situación de la madre con cara de culo mirando él celular y el pendejo tirado en el piso llorando y gritando.

Niño- ¡mamá, comprame ese muñeco! (llora, grita, no se quiere levantar)

Madre- No Yandel (si, ahora le ponen estos nombres a los pibes), no te lo voy a comprar, llora todo lo que quieras.

Si claro pelotuda, que llore y grite que yo me lo tengo que fumar gratis ¿No te dan las neuronas para notar que tu niño está aprendiendo a hacer escenas?

Nosotros como espectadores tendríamos que tener la obligación de poder levantar de las mechas al pendejo y decir:

Yo- ¡Calmate, calmate porque te calmo de una patada yo! ¡Solo quería venir a comprar fideos para hacerme de comer antes de ir a laburar y te tengo que bancar que hagas estos berrinches!

Luego de dejar corregido al pendejo en un rincón pasamos a acostar a la madre (si es que se le puede decir así) sacarle el celular y estamparlo contra la pared así le presta más atención al pibe y comenzamos a darle sutilmente patadas en el estómago diciendo:

Yo- ¡Corregí a ese pendejo, gorda de mierda, no ves que nos haces pasar un momento incomodo a todos sin necesidad! ¡Calmalo ya!

El niño por sí mismo es rebelde, por ahí nos topamos con situaciones donde vemos a un niño enfrentar a su padre o madre y encima salir ganando, ¿¡pero qué les pasa!? Pasemos al siguiente ejemplo:

-Francis deja, no toques eso que el señor se va a enojar.

-Callate vos, yo toco todo lo que quiero, ¡No me digas nada! ¡Callate, sabes!

-Dale francisquito que el señor ya se enojó, mira ya está, se enojó.

Primero que nada pelotuda, si me enojo con alguien va a ser con vos, ¿Qué acaso no tenés los ovarios para decirle que no toque nada porque si no le clavas tres cintazos en el orto? ¿Por qué me tengo que enojar yo con el pibe si es un maleducado gracias a vos? ¿Es necesario montar ese circo que no da resultado alguno?

Muchas de estas cosas hacen que odie a los niños, y más a los padres, si sale alguno a decir

Pelotudo- ¡uy! pero es porque vos no tenés hijos y bla bla bla…

Conozco a un flaco que la hija es un sol, y no porque la nena sea así, porque como todo niño es curiosa y rompe bolas, pero basta con una sola mirada de este pendejo para que la nena se dé cuenta que está haciendo las cosas mal o una sola palabra para que entienda y se quede callada y al lado de él. No es miedo, es respeto y yo lo he visto con mis propios ojos, ODIO A LOS NIÑOS, PERO MAS ODIO A LOS PADRES DE ESOS NIÑOS.

He dicho.

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