Después de tanto llorar, de suplicar, de esperar, de malpegarme, de no poder mas, de que muchos me dijeran que nadie muere de amor, que los momentos malos pasan, que voy a tener muchos otros amores y que todo va a cambiar, me puse a pensar y me di cuenta de que cuando uno está enamorado, no importan que el chabón te diga chau mil veces, ni el tiempo que pase, no importa que te jure que se termino todo o que te mande mil veces a la mierda, ni siquiera importa si el chabón mas rico te tira toda la onda del mundo y te ofrece el universo entero para vos, tampoco importa si él  conoció a otra mina. Cuando estas enamorado de alguien simplemente no importa.

¿Por qué? porque siempre vas a tener esperanza. Ves señales e indirectas por todas partes, cosas que te llevan a esa persona, a ese lugar de mierda, señales que te imaginas, o no, señales que son de verdad. Y capas, también, pase que ya no vuelva nunca más el flaco, que nunca más te vuelva a querer, pero vos, vas a seguir esperando.

El desamor es lo peor que pude haber, te hace sentir como nunca en tu vida había estado. Te la pasas escuchando canciones deprimentes, te vivís acordando de lo que paso, y de lo que podría haber pasado. Y es que en el fondo, necesitamos creer que sí, que el amor está por encima de todo, que es capaz de dejarnos sin aire y que cuando se termina todo, básicamente dejamos de vivir. Pero la realidad es que nadie, absolutamente nadie, muere de amor.

‘’ No existen amores que maten, ni amores que nos rescaten, no existen porque el único amor capaz de hundirte o salvarte es el de uno mismo’’

Lo bueno de esto es que, como es tuyo, vos decidís qué hacer con él. Hay mil maneras de vivir la vida, pero vos no vivas esperando que un pelotudo te elija.

Querete más que nadie y no vivas del amor de los demás. No importa si un pelotudo te rechaza, te hace sufrir y te hace sentir que no vales una mierda, porque, que él no te quiera no significa que muchos otros no te elijan a vos.  Como siempre me dice mi amigui Anastasia Tercera, diosa del consuelo y reina del desamor: No suframos por un salame cuando hay tanto jamón crudo disponible.