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Los 10 tipos de hombres solteros disponibles en Mendoza

Nota de Mandy Lú: Lectolotudos, les envío este catálogo de solteros disponibles que elaboré para prevenir o facilitarles el trabajo a aquellas mujeres que andan buscando una compañía. Ustedes saben que por lo general me dedico a redactar monólogos, o ensayos con cierta complejidad metafísica, pero me he quedado re manija y el puntero no me atiende el teléfono, así que ahí va:

El que esta al pedo: Su día empezará después de las 10 (diez) de la mañana, si es que madruga. Su ajetreada jornada incluirá sesiones de guitarreo en la plaza del barrio junto a la birra y los vagos, con lo que al final del día su reflexión concluirá en que la noche está muy piola como para no fumarse un churrito y abrir otra fresca. Así que se somete a aquel ritual, cual rutina.  Él no trabaja por que dice que estudia, solo que es un estudiante crónico, y tiene un cuaderno… elemento que esta tan al pedo como él mismo, en el que anotará frases de Pity Álvarez, números telefónicos de prostitutas, y también otros números de seres que viven al pedo, y de los que aprende los perniciosos malos ejemplos que modelan su cultural e interesante existir. A veces, por estar al pedo, decide salir a hacer unos pesos, lo que hace al resultante de ver a nuestras calles contaminadas con mugrientos, que tirados en el suelo, tocan la viola a la gorra. Mujer, si tenes dos dedos de frente, aléjate de él.


El treintañero: De primera parece un buen tipo, (y puede ser que lo sea), pero nunca vas a entender por que hace diez años que trabaja y sigue viviendo con sus padres; viéndose presionado por la condición de sus amigos (casados, independientes, fenómenos) se mando por fin a mudar, a vivir solo (o posiblemente con algún otro gil que este en su misma situación). Busca siempre a alguna una mujer con alma de ama de casa para que le lave los platos, o a carencia de aquella, este ejemplar tiene una gran cantidad de “amiguitas” que lo ayudan en sus quehaceres. Por lo general tiene un trabajo de medio tiempo, lo que hace que al señor le quede el suficiente espacio para rascase o hacer huevo, con sus amigos, los muchachotes. No se asuste si percata actitudes infantiles del sujeto, es común en él.


El chic: El título de médico/ingeniero o de derecho se le subió un toque a la cabeza y por una razón incomprendida se cree la última coca-cola del desierto, eso lo ayudo a salir de su complejo de fiero y actualmente ahorra para comprarseun auto. Las minas que se coge por lo general son secretarias o vendedoras que quedan anonadas con su habladuría en conocimientos textuales de libros, y otras trepadoras que piensan que enganchándose a un chic, vivirán con lujos. Esta especie de sujeto, trabaja, trabaja, y trabaja, siempre lo vas a ver entre reuniones. Estado: ocupado, (a modo permanente). Se compra los mejores trajes, relojes,  y luce hasta en el trabajo brillantes camisas que hacen mención a su sueño de profesional independiente y exitoso, cuando en realidad es un simple funcionario de su oficio con sueldo promedio, que insiste en querer aparentar que tiene donde caerse muerto; es un no-visible frustrado.  Pero tranqui, que si perfilas a uno de estos tendrás una casita en el Bombal, unos 15 (quince) días de vacaciones en la costa, algunas cenas caretas y una incomunicación fantástica. Ideal para las chicas modernas individualistas.


El lindo: Tiene una fisonomía plausible, un cuerpo escultural. Anda siempre con sus limpias remeritas o un suéter de alguna marca en especial; estudió alguna carrera corta por que (y para ir al grano) es un pajero. Como todo en la vida se le a dado tan fácil (dinero, belleza, mujeres), es un ser íntegramente insulso: entrena para algún equipo, juega a la play con sus amigos, va a trabajar, al gym, por ahí cocina algún buen plato. El lindo se la pasa entre sus amigos por que cree que es demasiado único y especial como para estar de novio, coge con las más lindas de su círculo. Pero a la vez son los típicos que si se enamoran, se cortan. Y ese estado pasajero de enamoramiento altera su psiquis haciéndolo mutar de un ser común a un bicho cargoso e insoportable, capaz de llamarte por teléfono al trabajo para decirle que florecieron los gladiolos. El lindo es un soltero básico, estándar, predecible, no hay más que eso.


El interesante: Nunca vas a poder definir la onda que tiene, pero a su alrededor habita un halo de misterio que lo convierte en un follador excepcional. Estos especimenes se la tiran de artistas y de supuestos portadores de una sensibilidad inspirativa emocional, pero en realidad es un arma que utilizan  para encamarse con cualquier mina que se propongan. Generalmente viven en una pieza de 2×2, con algún colega también “interesante”, y ésta es un museo kitch, donde exhibe sus últimas creaciones: (1) una maceta hecha con colillas de cigarrillos, (2) una rueda de bicicleta convertida en un portarretratos, (3) una mesa ratona revestida con papel de diario, (4) unos posavasos logrados con suelas de sandalias viejas, (4) un atril de un empastado macizo de vidrios de botellas de vodka, y su orgullo: (5) una lámpara de pie realizada a partir de restos de escarbadientes y fósforos usados. El interesante nada lo tira, todo lo recicla (en nueva basura, por supuesto), estos salidos de bachilleratos, son pseudo hippies, pero sin la guitarra, los piojos, ni nada de eso. Se lo reconoce por sus camisas manchadas de pintura, la barba, y por sus manos destruidas e impregnadas con algún dejo de pegamento, arcilla o algún pigmento. Si queres conquistar a uno de estos llévalo a Govinda; pero que no te sorprenda si te sugiere que le rezen a sus Budas, o marchar hacia una excursión a la piedra Isidris, también es posible que te lleve a ver Ovnis a la cordillera; tus vacaciones serán en el Himalaya, o en el Machu Picchu de mochilera.


El snob: Jean chupin, look alocado o cuadradamente psicodélico, morral con algún símbolo identificativo de su corriente de pensamiento, sale a antros adolescentes como Lubilubar, Casa3, Por Acá, y se cree muy machito por escuchar rock internacional, entre otras bandas que no has escuchado nunca, no escucharás y nadie en su puta vida ha escuchado jamás. Tomaron dos clases de guitarra y ya están en una banducha local, se creen músicos y con aquello se la tiran de copados, son una rama de los “interesantes”. Creen tener sentido de la estética y salen a la calle con una musculosa teniendo bracitos de nena y manteniéndose en sus 20 kilos de peso corporal, aparentan ser una clase de andrógenos pero en realidad tiene la verga podrida de cogerse a pibas snobs que también se creen especiales en todo los aspectos de una patética singularidad. Tienen una inclinación hacia los tatuajes y los piercing, pero nunca tanto como para la guitarra eléctrica y la ridiculez nupcial. Con un doctorado en la cagada, viven el hoy, sin tener visión, y creen que su banda tendrá el mismo auge que Radiohead. Si ves alguno de ellos, huye, a menos que quieras zambullirte en una experiencia adolescente sin igual.


El ABC: De lunes a viernes, va a trabajar, el viernes a la noche va a jugar a la pelota, el sábado ve por los canales de aire el especial de deporte, de motocross, y la tabla de los pumas de la semifinal, el domingo va a comer a lo de su mamá, de ahí se va para la cancha. Una vez a la semana se junta a jugar al poker con los muchachos, la oficina es el bar de la esquina donde por las noches a veces se va a chupar. Un boludo con matrícula. Con prefrencia de mujeres morochas, ojos claros, pelo largo, 90-60-90. Nunca va a aceptar su condición de baboso. Se pajea moderadamente. Tiene sexo casual, y cuando no lo tiene… a las putas. Sí, es putero. Se las sabe todas, las vivió todas. Pregúntale a él, él sabe. Machista. Lo siento chicas, no tiene cura.


El empleado: Ni va ni viene. Nada lo distingue del montón. No innova. Es gris por donde se lo mire. Siempre con ese hediondo uniforme de empleado, se levanta a las 7 (siete) para ir a laburar, tiene un descanso a la 1 (una) para ir a almorzar, retoma y sale tipo seis y media, siete. Y después de eso, no hay más. No tiene temas de conversación propio. No ríe. No gesticula. No tiene gracia. No es nada. En su vida personal, come, caga y duerme. Es como es: estándar; y no pretende otra cosa. Si te enganchas a uno de estos solterones adóptalo en tanto convine con los muebles, lo más interesante que tiene para decirte es el pronóstico del clima, y tal vez (de milagro) alguna cosa más. Encontradlo en la góndola de mediocridad insuperable. Te llevará a comer al mercado central, de vacaciones de verano a Potrerillos, de luna de miel a Lulunta o a Tunuyán, y todas las noches mirara culos por Showmuch. No menciones la palabra: “superarse”. Entrará en crisis.


El humanista: Estos tipos se creen que son la conciencia moral del pueblo, se meten innecesariamente en huelgas, son filiados a algún partido zurdo social obrero de trabajadores revolucionarios. Defienden los derechos del vecino y del vago,  también los de la gallina, el ratón, el perro, la hormiga uruguaya, los exiliados de la China, también los derechos de mengano y fulano, actualmente los de Egipto, pero a su vez quieren legalizar el aborto y la marihuana. Se caracterizan por la coherencia. De ahí su fanatismo por Aníbal Fernández y el gobierno Kirchnerista. Estas simpatías de “Pan & Rosas” van por la vida contando cuanto padecen el dolor social de Ucrania luego de la segunda guerra mundial (¿?), su odio contra los burgueses, la globalización y la derecha democrática, pero comen en el McDonals, utilizan todo el día el  teléfono celular y usan más Internet que cualquier otra espécimen en su lugar; y como si esto fuese poco, estos mal nacidos te discriminaran por bajarte de un buen auto que compraste laburando y más si luces un traje de burgués laboral, cuando son ellos fan de Chistina, el difunto Nestor y unos cuantos más que triplican por mil tu condición económica. Son los dueños de la absoluta razón y verdad, y con ello, salen a militar por doquier. Tu futuro esta en la asamblea del sindicato, si lo queres enamorar.


El ideal: No es machista, no cuestiona nada, acepta tu vida tal cual es, te acepta tal cual sos, se lleva bien con tu familia, cocina, es guapo, un galán. El sexo con él es una experiencia fantástica, tiene lindísimos amigos y no es celoso, tiene un sueldo corpulento y es heredero de una cuantiosa fortuna. Acepta a tus amigos, dejándote salir con ellos, está solo cuando queremos, es educado, no se tira pedos, se lleva bien con nuestra madre, habla lo justo y lo necesario, es coherente, no es tacaño, huele bien, no piensa, es huérfano, nos proporciona alguna satisfacción indescifrable y es el único que no esta disponible de la lista, a menos que sea en la imaginación.


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